67. Su humor, mi enemigo

262 43 155
                                    

Ahora sí, después de mucho tiempo, creo saber qué es estar enamorado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ahora sí, después de mucho tiempo, creo saber qué es estar enamorado. Lo siento por mí mismo.

Lo estoy.

Luego de escuchar esas dos palabras que había estado esperando desde hace tiempo y que finalmente Arya dijo: "te quiero", no tuve más respuestas que besarla. Después de todo, no hacían falta palabras. Ella me demostró que sentía algo por mí mucho antes y no necesitó pronunciar una sola sílaba para hacérmelo saber, siempre fue transparente y yo pude comprenderlo aunque ella no dijera nada. Sus miradas y gestos me lo confirmaron todo.

Aquel día en el río, yo estaba decidido a tener esa conversación porque necesitaba aclarar ese punto. Quería irme a casa seguro de que mis suposiciones eran ciertas, pero luego de que fue ella misma quien decidió besarme, después de que me hizo sentir que quería aquello tanto como yo, entendí que no era necesario hacerlo aunque ansiaba oírlo de su propia boca.

Evité forzarla para que no se sintiera incómoda y no le pregunté. Me convencí de que no podía ser una broma, no podían ser solo imaginaciones mías el hecho de pensar que ella sentía algo por mí, y eso quise creer. Pero no puedo negar que me hizo enormemente feliz que haya decidido confesarlo al fin.

Ese día no dijimos nada. No hubo ningún comentario acerca de lo que iba a pasar ahora entre nosotros, simplemente seguimos hablando sobre ella o yo por separado, de su vida y de la mía, todavía conociéndonos y haciendo tonterías para hacer reír al otro. Estuvimos besándonos cada tanto y capturando alguno que otro momento con las cámaras de nuestros celulares, esos que busqué en el auto después de mucha charla.

O yo la fotografiaba desprevenida o mientras ella se quejaba, debo admitir.

Todo es simple y sin extravagancias, pero aun así, me siento estúpido. No en el mal sentido, me refiero más bien a que me percibo diferente en muchos aspectos.

Antes de empezar, nada de esto me importaba. No me preocupé nunca por hacer cosas importantes con quienes habían llegado a gustarme, porque en realidad esto no tenía relevancia.

Claro que intentaba hacer sentir bien a aquella persona pese a que no significara un placer para mí o incluso cuando me sentía incómodo, pero lo hacía únicamente porque siempre pensé que valía la pena y era lo justo; así me habían enseñado mis padres, me dijeron desde pequeño que todo debía ser desinteresado. Con Arya, en cambio, todo es diferente, y es algo que me sorprende. Porque ahora, aun sin poner esmero, me veo disfrutándolo yo, gozo de esa sencillez ante las cosas simples que ella me lleva a hacer sin dificultad alguna.

Comprendí que lo difícil se hizo simple y lo simple especial, y no fue necesario oír una palabra de su boca para entenderlo.

Ella, aun con sus cambiantes humores, sabe hacerme reír o sonreír con facilidad. Ha logrado ponerme de cabeza en muchos sentidos y me hace sentir que debo ser diferente. Me vuelve loco al punto de que en ocasiones me desespero, o en otras veces que ni siquiera soy capaz reconocerme. Mi cuerpo habla ante su presencia, se impacienta por verla en cualquiera de sus facetas y mi corazón siempre palpita intensamente cuando la tengo cerca. Eso solo tiene que significar algo.

Canela ©Where stories live. Discover now