Gustabo (II)

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Observaste como aquel hombre cerró la puerta de patrulla con semblante serio, a unos metros de él se encontraba quien había sido para ti parte importante en tu vida como policía, aquel hombre que siempre te sonreía ahora era el cubo de hielo que siempre era con todo el mundo.

El ruido del motor de patrulla sonó, viste como empezó a moverse el coche y como poco a poco la figura del superintendente desaparecía del cristal, giraste la cara y miraste hacia delante pensando en todo lo que acababa de ocurrir.

- Tus esposas están rotas, quítatelas y cuanto te diga cámbiate de lado y bájate. Te dijo el conductor

- Perdona no te entiendo, no se a que te refieres. Dijiste

- Solo hazme caso. Dijo el hombre mirándote por el espejo retrovisor.

Cuando viste esos ojos lo reconociste de momento, nadie en toda la malla tenía los ojos de dos colores tan solo el, Horacio, empezaste a mover las manos y en un par de movimientos aquellas viejas esposas se abrieron, el patrulla se paró, Horacio miró de nuevo por el retrovisor, cuando comprobó que aquellos dos agentes se habían dado la vuelta para caminar hacia el coche apretó un botón, un ruido sonó en todo el coche, el seguro de las puertas se levantó, Horacio movió sus dedos por el volante ante tu atenta mirada, cuando llego al centro coloco cuatro dedos, en pocos segundos los números fueron bajando y un olor raro inundaba el patrulla, Horacio puso el numero 1 y golpeó el volante dándote la señal, abriste la puerta igual que el, salisteis del patrulla y os tirasteis por el arcén de tierra,

Conforme llegasteis los dos se escuchó una gran explosión, miraste para ver lo que había ocurrido encontrándote el patrulla ardiendo y a unos metros ambos agentes perplejos de ver aquella terrible escena.

Viste como Volkov empezaba a correr dirección a la explosión mientras gritaba tu nombre pero otra explosión hizo que retrocediera, en ese momento te sentiste fatal por él pero tenías que huir de los de arriba o sino si que estarías muerta. Horacio te cogió de la mano y tiró de ti para que lo siguieras, a varios metros de allí el chico se quitó el uniforme de policía, lo metió en una bolsa y la tiró al río, sacó un móvil de la mochila que tenía escondida y llamó.

Unos minutos después un coche de cuatro plazas paró justo delante vuestra, alguien se bajo del coche y se dirigió hacia vosotros.

- Gracias por esto. Dijo Gustabo abrazando a Horacio

- No hay de que, tenemos que marcharnos, no se cuanto durara la falsa muerte

- Si va a ser lo mejor, conduces tu, yo estoy fichado por todos lados. Dijo dándole las llaves.

Horacio se subió al coche y dejó la mochila atrás, mientras Gustabo y tu os quedasteis mirándoos en el silencio de la madrugada.

-¿Sabías que me estaban vigilando ?

- Por desgracia o por fortuna el viejo a veces es un libro abierto para quien sepa leerlo, supuse que te pondría vigilancia y que aunque no me apareciese en casa tarde o temprano harían eso.

- Y tu lo forzaste

- Si, era peligroso pero tenía que intentar sacarte de ahí, antes de que te llevarán de pronto a la  " comisaría" . Dijo lo último haciendo comillas ya que ambos sabíais que esa comisaría no era donde trabajáis sino algún edificio abandonado de la mano de Dios.

- ¿ Estás enfadada por no decírtelo?. Preguntó con tono preocupado

- No, hiciste lo que tenias que hacer.

A lo lejos viste como unas cuantas luces azules y rojas cruzaban el puente camino a la explosión, te mordiste el labio sin ni siquiera saberlo, en el fondo de tu corazón te sentías mal por lo que acaba de ocurrir y por un segundo la opción de no ir con los chicos y caminar a la explosión te vino, miraste a Gustabo el cual te miraba con atención.

- Creo que va a ser mejor que nos vayamos. Dijiste subiendo al coche

- Estoy de acuerdo. Dijo subiendo por la otra puerta.

El chico de la cresta arranco el vehículo cuando comprobó que ambos estabais subidos, condujo por carreteras secundarias para no ser visto por las cámaras de seguridad de la ciudad, tu te apoyaste en el hombro de Gustabo y el te cogió la mano, el silencio era lo único que se escuchaba en ese coche, de un momento a otro viste el el cartel de salida de Los Santos.

- Adiós Los Santos ha sido un placer vivir aquí, algún día nos volveremos a ver mientras cuídalos.

One Shot Youtubers and StreamerWhere stories live. Discover now