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Gustabo (2)

Después de un rato corriendo tras Horacio por fin pudiste atraparlo, no le hiciste nada aunque tuvieras ganas, lo único que te diste el placer de hacerle fue meterle un pellizco el cual no pudiste dárselo bien ya que fue rápido y se movió justo a tiempo.

Un carraspeo de garganta hizo que os girarais encontrándoos al superintendente Conway con el semblante bastante serio y los brazos cruzados dándoos a entender de que os iba a caer una buena.

- ¿Habéis acabado ya supernenas?. Dijo con su característico tono de voz que a más de uno le daba pesadillas. Ambos asentisteis ante esa pregunta. - Pues a trabajar panda de anormales. Dijo gritando antes de irse

- Todo es por tu culpa. Dijiste mirando al crestas

- Realmente es tu culpa por no decirle a Gus que te gusta

- Dejemos el tema, me queda todavía rato de denuncias y papeleo, te veo luego. Dicho esto te despediste y marchaste a una de las oficinas de aquella gran comisaría.

Las horas pasaron y los archivos no bajaban, miraste el reloj viendo que hacia ya mas de media hora que deberías estar fuera de servicio, suspiraste cansada y apoyaste tu cabeza en la mesa.

- Como odio estos días, ¿ podría ser peor este día?, espera no respondas destino que seguro que me lo jodes más y encima ¿ como voy a volver a mirar a Gustabo?. Te quejaste.

- Bueno me puedes seguir mirando con los ojos, no me voy a ir a ningún lado. Dijo medio riendo el chico haciendo que levantaras la cabeza bastante rápido.

Ambos os quedasteis mirándoos fijamente, en tu cabeza solo pedias que te tragara la tierra o que apareciese el que fuera y te sacara de esa situación, estabas tan desesperada que te valía con que Conway fuera y te regañara, en cambio la cabeza de Gustabo era completamente diferente, el chico había tenido miles de voces comiéndole la cabeza pero todas esas voces desaparecían de golpe con tan solo verte, cosa que agradecía y bastante.

El chico alargó el brazo y te entrego uno de los dos vasos que tenía en la mano, tú lo cogiste aun en silencio intentando no volver a mirarlo a aquellos ojos azules como el mar, te fijaste en el vaso y diste un sorbo a ese café.

- Vaya ( susurraste), esta como a mi me gusta, nadie en la comisaría me lo había traído asi, gracias

- De nada un placer, aunque para la hora que es entra mejor una birra pero estamos de servicio así que nos tendremos que conformar. Dijo mientras daba un sorbo a su café

- ¿Estamos?, pero tu tendrías que haber salido con Horacio.

- Bueno pero he visto que tenias un poco de papeleo y he pensado en quedarme un rato para que no te vayas muy tarde, claro si te parece bien

- Pues no te voy a mentir me vendría perfecto

- Pues entonces vamos a empezar. Dijo sentándose en la silla que justo estaba delante tuya.

Los minutos pasaron en silencio con tan solo el ruido de los papeles moviéndose, levantaste la mirada y te fijaste en el rubio, sonreíste sin quererlo aun sin quitarle la vista de encima.

- Lo que dijiste antes.. Empezó a decir Gustabo

- Fue muy descortés de mi parte, lo siento si te has sentido mal, no se volverá a repetir. Dijiste bajando la mirada a los papeles

- Para nada, no me ha sentado nada mal. Dijo con media sonrisa. - Además me gusta saber que ambos pensamos igual del otro.

Tardaste unos segundos en caer en lo que verdaderamente significaba esa frase, conforme lo comprendiste tus mofletes se pusieron rojos e intentaste no mirarlo para que no viese lo que acababa de provocar con aquel comentario.

- Y dicho esto, ¿Qué te parece si luego nos tomamos algo?

- Me parecía perfecto, es mas por que no nos vamos ya

- Ni me lo digas dos veces. Dijo dejando todos los papeles y dándote la mano para marcharos haciéndote reír.

- Tira anda, ahora te alcanzo, guardo esto y voy.

- Vale pero no tardes te espero en el parking.

Gustabo se marcho de la sala, tu recogiste todo para después cambiarte, cuando terminaste todo caminaste hacia la puerta del parking, al cruzarla te encontraste a Gustabo apoyado en su coche con los brazos cruzados, te miro y sonrió

- Nos vamos preciosa. Dijo casi gritando. Sonreíste al escuchar como te había llamado

- Al final no ha sido tan malo este día. Susurraste mientras caminabas hacia Gustabo.