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Unos días después después del día en la playa...

Dan y Jihoon estaban en pleno apogeo trabajaban los fines de semana, aunque ambos amigos cerraban sus consultorios más temprano.

Ese día se encontraban ordenando la casa del pequeño gran samoyedo, que estaba hecha un desastre ya que hace unos días, Jihoon recibió una visita de dos amigos de Alemania, Wolfgang y Shin. El primero era un poco desastroso cuando de alcohol se trataba.

- Olvidaba que tan manos de estómago era Wolfgang cuando tomaba - dice Jihoon limpiando con un trapo la mesita de la sala.

- Yo solo veía la cara de Shin, pobrecito, nada más veía su cara de desaprobación y de "estoy a una de darle un zape", pero Wolfgang me cayó bien - dijo Dan.

- Imagínate él, que es su asistente - dice Jihoon terminando de limpiar la mesa riéndose - Ahh... Listo, terminamos.

— Créeme que lo entiendo un poco.

— ¿Ah, sí? — preguntó Jihoon.

— Antes de venir aquí, donde yo vivía fue demolido y Jaekyung me ofreció vivir en su casa, y Dios... tienes que tener un gran nivel de paciencia y tolerancia para seguirle el ritmo — dijo Dan — Porque no es más que un mulo, terco como él mismo.

— Y... ¿Cuánto tiempo estuviste con él?

— Casi el año, hasta que... eso pasó, se volvió loco, me golpeó, y me culpó de su descalificación... Es tan difícil de tratar.

- Eres un soldado comprometido Danny, apuesto a que nadie hubiera tolerado toda la mierda que pasaste con él... Gracias a Dios te fuiste de ahí — dijo Jihoon, acercando su cabello hacia la cabeza de Dan — Oye ¿Sabes que amerita esto?

- Mmm... No sé, ¿Qué amerita?

- Un helado, mañana saliendo de trabajar vamos por uno después de cerrar - dice Jihoon recostándose en el sillón de la sala — Cada vez que pasábamos una prueba solíamos ir a esa heladería de este chico que era del campo... Yechan se llamaba, cuál llamaba, se llama, porque aún sigue vivo, aunque se tuvo que regresar.

- Bueno, hace mucho que no como uno, PEEERO, el último en cerrar su consultorio paga el de los dos - dice Dan.

- Trato.

Al día siguiente...

- Cuídese señor Choi, hable de aquello con su pareja, lo veo la siguiente semana - dijo Dan, quién estaba terminando de llenar la historia clínica de Choi Siwon, quién presentaba unos dolores de espalda debido a que él y su pareja intentan cada pose rara al momento de tener el proceso de fabricación de bebés.

Afortunadamente era la última cita que tenía ese día, así que estaba libre y necesitaba correr, no pagaría el helado, hoy no. Tan rápido como pudo, el pequeño hámster cerró su computadora, y salió del consultorio.

Parecía tener ventaja porque la luz del consultorio de Jihoon seguía encendida, así que pudo caminar con tranquilidad bajando por las escaleras del edificio, le daba miedo meterse al elevador y quedarse atascado ahí porque a dos pacientes suyos les ha pasado, y supuestamente ese día iban a venir los técnicos a revisar el elevador para saber que era lo que sucedía.

Dan estaba caminando tranquilamente por el edificio hasta que vio un banco, y esperando a Jihoon.

Al cabo de 11 minutos, Jihoon llegó corriendo. Parece que alguien perdió la apuesta.

— Maldición — dijo Jihoon dramatizando una derrota tipo película de Bollywood.

— ¡Ja ja! Ya deja el drama Romeo, ven, yo los invito — dice Dan haciendo el amago de levantar a Jihoon del suelo y poniéndoselo en la espalda — ¿Cómo dicen en México... Ah, sí, se ve que le entras al pan dulce.

— Ja, ja, Ahora se porque luego soy tan dulce — dice Jihoon provocando una risa a Dan, ya saliendo del edificio, encaminandose a la heladería.

— No has cambiado nada desde la universidad — dijo Dan nuevamente, ya dejando de hacer el amago de cargar al chico considerablemente más alto que él.

- ¡Doctor Kim! ¡Doctor Kim! - llega corriendo Donna, la chica que le ayudaba con la agenda de citas - Ay Dios, años que no corría tanto.

- ¿Que pasó Donna? ¿Se te quedó la bolsa dentro otra vez?

- No doctor, aquí la tengo, pero este es el asunto, hay una persona que está esperándolo ahí en su consultorio, ya le dije más de una vez que se terminó su horario, pero se resiste a ir, y que ni se irá si no lo atiendes - dice Donna.

- Bien... Deja voy para allá - dice Dan, suspirando pesadamente, tomando su mochila y su chaqueta, regresándose a su consultorio.

- Sí doctor, cuídese - dice Donna, quien tenía que ir por su pareja a otro consultorio.

— ¿Te acompaño, Dan?

— Espérame abajo Ji, si te necesito te marco.

Dan y Jihoon, algo cansados, Jihoon se quedó en la planta baja del edificio y Dan, tomó camino hasta su consultorio, subiendo por el elevador hasta llegar al piso donde estaba. Y al parecer Donna no mentía, había alguien esperándolo ahí. Alguien muy alto. Estaba dándole la espalda a la puerta por dónde entró Dan.

- Disculpe, pero el horario acaba de terminar, ya no recibo consultas - dice Dan en el tono más amable posible.

- ¿Este es el consultorio de Kim Dan? - dijo una voz demasiado familiar, oh dios.

- Sí ¿Por?

- Perfecto - la persona se empezó a dar la vuelta. Oh sorpresa - Hace más de un mes que vengo buscándolo Doctor Kim.

El cuerpo de Dan se petrificó lo suficiente como para tener la resistencia y la fuerza para salir corriendo de allí. Su rostro se puso pálido, pero no porque el hombre fuese intimidante solamente, sino porque ese hombre...




Ese hombre era Jaekyung.

[FANFIC/AU] Sólo es un contrato (Jinx)Where stories live. Discover now