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— ¿Para qué son las radiografías? — dijo Jaekyung sobando su hombro, que le estaba matando, mientras estaba sentado en el asiento de copiloto de su auto.

— Ya sabrás cuando lleguemos allá — dijo Namwook, quien iba al volante porque Jaekyung con el simple hecho de alzar los brazos era como si tuviese mil agujas.

El día que Namwook y Dan hablaron, le dijo a Jae que se hiciera dos radiografías y que en su día libre iría con él por cosas relacionadas con el gimnasio, mostró interés ya que él es el dueño, y solo faltaban dos días para eso. Los dos días pasaron y llegó el día.

A decir verdad, todo este secretismo de Namwook estaba acabando con la paciencia de Jaekyung. Pero conocer a Namwook durante tanto tiempo hizo que no desconfiara de él. En cuestión de una hora, ambos hombres llegaron a un edificio que parecía un complejo de apartamentos, todo era de color blanco.

— ¿Una hora y media de viaje para llegar aquí? ¿A este... Algo? — dijo Jaekyung saliendo cuidadosamente de su auto.

— Si quieres entrenar y pelear como lo hacías antes y recuperar el título, entonces entra, ¿o quieres terminar como muchos atletas terminan? — dice Namwook cerrando la puerta y poniéndole llave a esta.

Jaekyung, mientras caminaba, estaba empezando a recordar algo borroso, ¿había estado aquí antes? Había algo en este lugar que le resultaba familiar.

Después de entrar al edificio, Jaekyung y Namwook subieron al piso 3 con el ascensor, Jaekyung tenía puesta una máscara, en este momento no quería ser reconocido. En una placa negra con letras blancas ponía.

— Fisioterapia, doctor Kim... ¿¡Dan!? ¿Qué diablos estamos haciendo aquí?

— Jaekyung... Estás a punto de darme una hiperglucemia y volverme loco con casi 20 fisioterapeutas que han estado en el gimnasio para atenderlos, especialmente a tí, y todos renuncian, por Dios.

— No hacen más que ser negligentes ¿No sé supone que él también renunció por mí?

— Sí, y no fue por culpa que le hechas de tu descalificación, desde la renuncia de Dan has ido empeorando eso del hombro, este es un buen chance para que te recuperes — dice Namwook mirando fijamente a Jaekyung — Hablé con él hace dos días, y accedió a atenderte nuevamente, así que más vale que te comportes.

Jaekyung solo bufó y entró a la sala de espera del consultorio. Estaba casi vacío, aunque él era el único paciente, no había nadie allí, nadie más que la mujer que parecía ser la secretaria de Dan.

— Disculpe señor, ¿es usted Joo Jaekyung?

— Sí, ¿y qué?

— Tú, cabrón, ten un poco más de respeto — dice Namwook pegándole en la pierna.

— Oh, no se preocupe señor, he tratado con más personas como él, le avisaré al doctor Kim que está aquí — dice Donna.

Mientras tanto, Dan parecía que se acercaba más a Jaekyung que realmente quitárselo de encima. Realmente quería ya no verlo, despegarse de él pagando su deuda. Al final del día, a pesar de todo lo que haya pasado entre los dos, Jaekyung era su paciente, y debía de atenderlo. Es un trabajo pendiente.

Dan ya estaba dando sus últimas consultas del día, no faltaba mucho para que diera la hora de la consulta de Jaekyung. Ya solo se estaba encargando de llenar la historia clínica del paciente que estaba atendiendo.

— Bien, Sa Dowon ¿Cierto?.

— Sí doctor.

— En base de lo de hace rato, he notado mejoras, la rigidez de su rodilla ya está disminuyendo, gracias a Dios. Necesito necesito que en casa haga el ejercicio que le indiqué hace unos momentos.

— Entendido doctor, muchísimas gracias — dando su mano para un apretón de manos.

— No hay de qué, es mi labor — dijo Dan correspondiendo el apretón — Igualmente señor Seol, mucho gusto, por favor, necesito que lo ayude.

— Sí doctor, así será — dice Beom — Me encargaré de ello, hasta luego.

Ambos chicos se despiden con una sonrisa.

Y bien. El siguiente y último en la lista es nadie más que Joo Jaekyung. Dan respiró profundo, no era secreto que realmente mis nervios y el pánico le estaban provocando algo, pero necesitaba estar tranquilo.

Mientras los dos hombres iban saliendo del consultorio, Donna aprovechó para entrar.

— Doctor Kim, el señor Joo ya se encuentra aquí — dice Donna.

— Bien Donna, hazlo pasar — dice Dan.

Donna salió de la habitación y desde la otra habitación, Dan escuchó la voz de Jaekyung, así como la de Namwook y la voz de Donna diciéndoles que entraran a la habitación.

Y allí estaba él, Joo Jaekyung, intimidante como siempre, esa energía oscura que asustó a Dan, por favor, hizo acto de presencia. Estaba con su ropa de entrenamiento puesta y una gorra negra en la cabeza. Namwook se quedó en la sala de espera.

Dan todavía estaba enojado por lo que pasó días atrás, y tenía todo el derecho de estarlo. Pero como aprendió en medicina, hay que tratar a tu paciente con respeto, dignidad y amabilidad, aunque sea la última persona en el mundo, o si es tu peor enemigo.

— Hola doc — dijo Jaekyung.

— Hola Jaekyung, por favor, siéntate — dijo Dan, y mientras ordenaba, Jaekyung se sentó en la silla frente al escritorio donde Dan estaba detrás.

— Bonita sala de consulta, por cierto, me preguntaba cuánto tiempo te llevó montar esto.

— En realidad, no mucho, menos de un mes, entonces, el entrenador Park me dijo que tienes lesionados ambos brazos.

— Ese hijo de puta de Daehyun me dio un puñetazo en el hombro, el último médico con el que fui dijo que mi cartílago del brazo desapareció — dice Jaekyung.

— Mmm... Bueno, ¿tienes tus radiografías?

Entonces por eso el entrenador me dijo que lo hiciera — se dijo Jaekyung en su cabeza, mientras le acercaba las láminas de poliéster negras con reflejos blancos al doctor.

Por un momento, las manos de Dan y Jaekyung se tocaron un poco. Dan retrajo su brazo un poco rápido para evitar un toque. Mientras que Jaekyung solo estaba admirando a Dan, era difícil no verlo con otra ropa más que el uniforme del gimnasio,  sus pantalones de mezclilla desteñidos, una playera blanca y su chamarra gris. Llevaba una filipina azul de manga corta, un pantalón beige, una bata que en el bolsillo ponía un bordado de una universidad estaba colgada en el respaldo de la silla donde estaba, todavía no alcanzaba a ver los zapatos.

— Bien, por favor Jaekyung, siéntate en la cama de acá, y quítate la chaqueta — dijo Dan mientras sacaba de un pequeño gabinete la crema que siempre usaba para masajear a Jaekyung.

— ¿Seguro? No tengo nada debajo — dijo Jaekyung con su mano en el carrito de la cremallera de su chaqueta.

— Sólo... Quitatela — dijo Dan, mientras se preparaba.

— Argh — se quejó Jaekyung.

— ¿Te duele mucho?

— Un poco, ARGH, duele demasiado — le dolía el hombro izquierdo, la sensación era como una especie de punzadas.

Era increíble como el hombre más fuerte de Corea ni podía simplemente poder quitar la chaqueta.

— Deja te ayudo.

[FANFIC/AU] Sólo es un contrato (Jinx)Where stories live. Discover now