Capítulo 52

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Xia Xingcheng estuvo distraído durante toda la boda. Fue difícil para él no prestar atención a Yang Youming, quien estaba sentado en la primera fila, incluso si solo podía ver su espalda.

La esposa recién casada de Chen Hailan se llamaba Xue Zijia. Xia Xingcheng no sabía cuántos años tenía, pero se veía muy elegante y con clase. Se decía que era profesora universitaria, no una figura pública.

Toda la ceremonia de la boda fue romántica y cálida. Era obvio que Chen Hailan amaba mucho a Xue Zijia, y el hecho de que se casara con Chen Hailan también hizo que Xue Zijia se sintiera muy feliz.

Cuando Chen Hailan y Xue Zijia intercambiaron anillos y se besaron después, Xia Xingcheng vio que Chen Hailan parecía derramar lágrimas, y una abrupta sensación de envidia apareció en su corazón; no sabía si tendría la oportunidad de llorar por él. alegría en el día de su propia boda.

Cuando finalmente se casaron y la novia estaba a punto de arrojar el ramo en su mano, muchas personas abandonaron sus asientos, especialmente las jóvenes solteras, que se apresuraron una tras otra para tratar de agarrar el ramo de la novia.

Xia Xingcheng no se movió de su asiento. Cuando las personas en la primera fila dejaron sus asientos, pudo obtener una vista más clara de la espalda de Yang Youming. En este momento, Yang Youming estaba hablando en voz baja con el director de una estación de televisión.

La novia estaba de espaldas a todos mientras lanzaba su ramo al aire, pero de repente sopló una brisa marina. La ráfaga de viento del mar llevaba un olor salado, y como estaban completamente desprotegidos, era particularmente fuerte. El ramo voló alto y lejos y finalmente cayó en las manos de Qin Xueyue, que había estado de pie en el círculo exterior y no se abrió paso hacia adelante.

Era evidente que Qin Xueyue no esperaba que realmente pudiera atrapar el ramo, se quedó atónita por un momento. Luego, riendo de buena gana, lo levantó y se lo mostró a todos.

Mientras la atención de todos estaba en la novia y sus damas de honor, Xia Xingcheng vio a Yang Youming levantarse y salir de la playa con la familia de Chen Hailan.

La recepción de la boda tradicional china se llevaría a cabo al mediodía. Por la tarde, se servían todo tipo de bebidas y refrigerios junto a la piscina y la villa principal que actuaba como los aposentos de los novios, y la cena iba a ser un buffet al estilo occidental.

Durante este período, Xia Xingcheng no vio a Yang Youming, o si lo hizo, tampoco tuvo la oportunidad de hablar con él. En cualquier caso, ni siquiera sabía qué debería decirle a Yang Youming.

Después del almuerzo, algunos de los invitados que tenían arreglos de trabajo se fueron primero, pero había más personas que no tenían prisa por irse. Todos los invitados que asistieron a la boda tenían cada uno su propia habitación de hotel, para que todos pudieran pasar el rato hasta mañana.

Fue una buena oportunidad para conocer a mucha gente y hacer algunos amigos con los que no estaba familiarizado en el pasado.

Wei Zehui era el tipo de persona que tenía un círculo social muy amplio. Por la tarde, cuando un grupo de jóvenes tomaba fotos y charlaba junto a la piscina, le presentó a Xia Xingcheng a Ren Jingyuan, quien había actuado como el padrino de boda de Chen Hailan el día de hoy. Ren Jingyuan había debutado como cantante ídolo a través de un programa de talentos. Comenzó a filmar dramas de ídolos poco después y ahora era una popular estrella del tráfico. *

* celebridades con una gran cantidad de seguidores en las redes sociales

Por la noche, se pidió a todos los medios de comunicación que habían venido para las entrevistas que se fueran.

Junto a la piscina, se encendieron luces y se puso música. Las bebidas se transformaron en una variedad de alcohol, y muchas personas se pusieron trajes de baño y jugaron de manera más desenfrenada que con la luz del día.

Vestido con solo un par de bañadores, a Ren Jingyuan no le importó en lo más mínimo mostrar su gran figura. Saltó desde el borde de la piscina y nadó hacia el lado opuesto con los brazos extendidos. 

El borde de la piscina fue rodeado inmediatamente por señoritas.

Wei Zehui ya se había enamorado de una actriz de tercera línea, que era muy bonita pero no muy popular. Llevaba un vestido largo sobre su traje de baño. Con una copa de vino en sus manos, parecía no estar muy feliz con la presencia de Wei Zehui, pero todavía no se había apartado de su lado.

Xia Xingcheng vestía el mismo atuendo que había usado durante el día, y sus gafas habían estado en el puente de la nariz durante mucho tiempo, por lo que ahora era algo incómodo. De vez en cuando, se los quitaba para frotarse el puente de la nariz y luego se los volvía a poner.

Después de un tiempo, Qin Xueyue y tres o cuatro chicas se acercaron y se sentaron junto a Xia Xingcheng. Qin Xueyue le preguntó por qué no iba a nadar.

Sin pensarlo mucho, Xia Xingcheng dijo: "No puedo nadar".

Qin Xueyue dijo de inmediato: "Te enseñaré". Con eso, se movió para levantar a Xia Xingcheng.

En ese momento, Wei Zehui vino con esa actriz y convenció a todos para que jugaran a beber. Su propuesta fue inmediatamente aprobada por muchas chicas, y pronto Ren Jingyuan también llegó, atrayendo a más de diez a veinte jóvenes a la vez para jugar juntos junto a la piscina.

Wei Zehui fue el mejor en esto. Su cabeza no estaba llena de muchas cosas: las mujeres hermosas y el alcohol ya ocupaban más de la mitad.

Xia Xingcheng había salido a menudo con Wei Zehui y su equipo en el pasado, pero hoy no estaba de muy buen humor. Estos juegos requerían concentración y constantemente cometía errores, por lo que tuvo que beber varias copas de vino seguidas.

Más tarde, ya no pudo soportar más esta artimaña y tomó la iniciativa de pedir clemencia con una copa de vino en la mano: "No puedo beber más, ¿puedo dejar de beber?".

Con un cigarrillo en la boca y una toalla sobre su hombro, Ren Jingyuan señaló a Xia Xingcheng y dijo: "Puedes dejar de beber, pero si no bebes, tienes que meterte en el agua".

Las reglas de la industria del entretenimiento eran complicadas y simples al mismo tiempo: los que pueden hablar son los populares.

Tan pronto como se pronunciaron las palabras de Ren Jianyuan, todos comenzaron a burlarse, y dos jóvenes sostuvieron a Xia Xingcheng y lo arrojaron al agua. Xia Xingcheng inmediatamente se hundió hasta el fondo, el agua fría de la piscina se acercó a él desde todas las direcciones, confundiendo todo su ser. 

Luchó para volver a la superficie. Jadeando, se quitó las gafas que le colgaban del puente de la nariz. No podía enojarse, no podía simplemente alejarse, así que sonrió mientras volvía a subir y dijo: "Me voy a cambiar".

Alguien tomó una toalla seca que estaba en un estante y la cubrió con ella.

Qin Xueyue agarró su mano, "¡No te vayas!"

Xia Xingcheng solo pudo envolver la toalla con fuerza alrededor de sí mismo. No podía permitirse el lujo de no jugar.

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