Capítulo 118

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Por la noche, cuando Yang Youming salió del baño recién duchado, Xia Xingcheng estaba acostado de lado, leyendo su guión.

Su guión estaba extendido sobre la cama. Apoyando la cabeza con una mano, hojeó el guión con la otra.

Cuando Yang Youming vino y se acostó a su lado, solo levantó un ojo para mirarlo, escrutándolo con una mirada tranquila.

"Fiscal", Yang Youming se acostó en la cama con las manos debajo de la cabeza. Adoptó el tono de Sun Yao y bajó la voz, diciendo: "Realmente no lo hice a propósito".

Xia Xingcheng se sentó de inmediato, con las piernas cruzadas en la cama, los brazos cruzados sobre el pecho. Imitando un interrogatorio, preguntó: "¿Todavía quieres discutir incluso ahora?"

La expresión de Yang Youming no cambió, pero su timbre era bajo y profundo, incluso un poco ronco. Extendió la mano y la puso en la pierna de Xia Xingcheng y la frotó suavemente a través de sus delgados pantalones de pijama. "Te ves muy bien con un uniforme, no puedo dejar de mirar".

Xia Xingcheng se dobló por la cintura, inclinándose para mirar a Yang Youming a los ojos. "¿Estás contento con solo mirar?"

Yang Youming apenas se estremeció por la mirada hacia abajo. Con un tono nivelado, dijo: “Tienes razón, también quiero arrancarte el uniforme. Te arrancaré la chaqueta y la camisa a la vez y dejaré que cuelguen de tus codos, luego te quitaré el cinturón, te quitaré los pantalones y te forzaré a sentarte en ese escritorio y...

Xia Xingcheng se puso escarlata. Se movió para acostarse boca abajo y enterró su rostro en el pecho de Yang Youming, sacudiendo la cabeza y frotándolo al azar.

Yang Youming acarició su cabello. "¿Qué pasa, fiscal?"

Xia Xingcheng dijo: "Deja de hablar".

Yang Youming se rió.

Negándose a levantar la cara de donde estaba pegada al pecho de Yang Youming, Xia Xingcheng preguntó: "¿Me viste actuar en un día entero de escenas y eso es lo único que se te pasó por la cabeza?"

Los dedos de Yang Youming lo acariciaron suavemente. "Hay algo más, ¿quieres escuchar?"

Abrazando su cintura, Xia Xingcheng asintió.

Yang Youming se acercó a su oído y dijo suavemente: “Quiero esconderte. No podrías irte y nadie podría verte. Mantenerte encerrado en una habitación grande, hacer que solo puedas depender de mí, para que nunca me dejes”.

Esta vez, Xia Xingcheng lo miró. Al ver la expresión de Yang Youming, momentáneamente no pudo decir si Yang Youming hablaba en serio o solo bromeaba.

Luego, vio a Yang Youming sonreír, una sonrisa tan gentil como antes. Luego besó la frente de Xia Xingcheng y dijo: “Pero también odiaría hacer eso. Eres tan increíble, quiero que el mundo entero vea tu brillo brillante”.

Xia Xingcheng lo miró con una mirada ardiente, luego se lanzó al abrazo de Yang Youming con bastante ferocidad y lo besó.

Yang Youming encontró extraño su repentino ataque de pasión. Metiendo la cintura, preguntó: "¿Qué pasa?"

Xia Xingcheng lo besó largamente. Jadeando en sus brazos, dijo: "Dijiste que querías encerrarme en una habitación grande y no dejar que me vaya". Hizo una pausa allí. Luego, su voz se suavizó y sus mejillas se sonrojaron, pero miró a Yang Youming directamente a los ojos. Sus pestañas temblaron levemente, y con vergüenza y seriedad, dijo: "Estoy dispuesto".

Han Bohan fue a visitar la escena del crimen. Da la casualidad de que ya no había nada que ver: todos los elementos involucrados en el caso ya habían sido incautados, y no quedaban signos distintivos de una pelea en la escena, ni había manchas de sangre.

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