Capítulo 127

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Justo hasta que comenzaron a filmar, Yang Youming no mencionó asuntos más allá de filmar a Xia Xingcheng. Al principio, a Xia Xingcheng le pareció extraño, pero más tarde, se entregó de todo corazón a su papel y se olvidó de todo el asunto. 

La iluminación del set era algo tenue ya que había otro edificio al lado del pequeño apartamento de Sun Yao, y la luz estaba bloqueada por las altas propiedades circundantes. Un rayo de sol solo podía colarse por la ventana todas las tardes.

Entonces, cuando Han Bohan siguió a Sun Yao a su pequeño apartamento, vio a Sun Xunyan acostado en la cama individual afuera en la que Sun Yao normalmente dormía. En este momento, un rayo de luz cayó en una esquina de la cama, mientras que los otros lugares habían desaparecido ya oscurecido.

Sun Yao recogió a su hija y la llevó a su habitación. Estaba aún más oscuro adentro, y la única ventana daba a una pared. La luz del sol dispersa solo podía pasar a través de la grieta entre la pared y la ventana. No estaba tan oscuro como para que no pudieras ver tu mano frente a ti, sin embargo, sin la luz encendida, la cara de una persona estaría envuelta en sombras.

Vivir en un entorno así estaba destinado a ser desagradable.

La posición de Sun Xunyan se cambió para que ella yaciera de lado.

Con las flores que había comprado para Sun Xunyan en la mano, Han Bohan siguió a Sun Yao cuando entró en la pequeña habitación, colocó las flores en el alféizar de la ventana, luego se dio la vuelta y le preguntó a Sun Yao: “¿Puedo poner esto aquí? ”

Sun Yao no levantó la cabeza y respondió con indiferencia: "Adelante". Metió la mano debajo del pijama de Sun Xunyan y le tocó la espalda.

Aunque rápidamente retiró su mano, cuando Han Bohan vio esto, sus cejas se arrugaron un poco involuntariamente.

Sun Yao salió de la habitación, luego regresó con una toalla mojada un momento después para limpiar la espalda sudorosa de Sun Xunyan.

Han Bohan desvió la mirada al ver el pijama de Sun Xunyao mientras se estiraba y delineaba la figura de la niña en un segundo. Se dio la vuelta y salió de la pequeña habitación.

Poco después, Sun Yao salió con la toalla, fue al baño a lavarla y luego le dijo a Han Bohan: "Por favor, tome asiento, fiscal Han". Nunca se dirigiría directamente a Han Bohan por su nombre, probablemente porque llamarlo por su apellido y nombre de pila parecería demasiado rígido, mientras que solo llamarlo por su nombre de pila parecería demasiado íntimo.

Sin embargo, Han Bohan todavía lo llamaba Sun Yao, desde su primer encuentro en el centro de detención hasta ahora.

Cuando Sun Yao salió del baño, Han Bohan aún no había logrado encontrar un lugar apropiado para sentarse; las pocas sillas en la habitación estaban todas apiladas con varios detalles. Como resultado, Sun Yao retiró la manta de la cama y le hizo un gesto a Han Bohan para que se sentara en ella.

Han Bohan lanzó una mirada a las sábanas arrugadas y dijo: "Está bien, me quedaré de pie, no me quedaré mucho tiempo".

Sun Yao tiró de las sábanas y lo miró. “Se cambiaron ayer. No está sucio.

Frente a estas palabras suyas, Han Bohan no tenía idea de cómo negarse. Interiormente pensó eso, no tenía idea de cuánto sudor y fluidos corporales habían empapado las sábanas de la cama. Se resistía un poco a sentarse en las camas de otras personas, pero Sun Yao había expuesto directamente sus pensamientos y solo podía fingir una mirada indiferente mientras se sentaba en el borde de la cama.

Sun Yao retrocedió unos pasos y se apoyó contra la mesa del comedor.

La habitación quedó en silencio. Han Bohan observó cómo la luz del sol que entraba por la ventana se alejaba cada vez más, casi desapareciendo de la habitación. Era como si también se llevara el calor seco, dejando la habitación con un olor húmedo y mohoso que probablemente estaba mezclado con otros olores, tal vez el olor del sudor de Sun Yao que quedó en las sábanas durante la noche.

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