Capítulo 78

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Cuando Yuan Qian se fue, Xia Xingcheng regresó al interior de la casa en un estado desorientado y extendió la mano para cerrar la puerta. El sonido de la puerta cerrándose de golpe lo hizo temblar, y su confusa línea de pensamiento se aclaró instantáneamente cuando pensó: ¿por qué Yuan Qian aparecería aquí?

Las luces de la sala de estar no se habían apagado y, aunque la luz del techo estaba en el centro de la habitación, no era particularmente brillante. Xia Xingcheng inspeccionó el gran apartamento y de repente pensó para sí mismo, ¿podría ser aquí donde Yang Youming y Yuan Qian vivían juntos antes?

Miró el zapatero; no llevaba zapatillas de mujer, así que se cambió rápidamente de zapatos y entró. El apartamento era enorme. Además, era su primera vez aquí, por lo que no tenía ni idea cuando abría cada habitación y se paraba en la puerta para echar un vistazo al interior. Ninguna de las habitaciones estaba cerrada con llave, y en total, había tres dormitorios, un estudio, un cine en casa, un guardarropa, así como dos baños y una cocina muy espaciosa pero aparentemente desierta.

Todo el apartamento estaba decorado con un estilo muy uniforme, el de la frescura masculina dominado por el negro, el blanco y los grises. Cada habitación estaba tan limpia y ordenada que apenas había señales de vida.

Solo la ropa y los zapatos de Yang Youming estaban en el guardarropa, y el baño solo tenía los artículos de tocador de una persona. La cocina estaba vacía y no se podían encontrar condimentos.

Parecía que este no era el lugar donde vivían Yang Youming y Yuan Qian.

Xia Xingcheng exhaló un suspiro de alivio. Apagando las luces y cerrando las puertas de cada habitación una tras otra, regresó a la sala y se sentó en el suave sofá.

El sofá olía a cuero nuevo y parecía nuevo. Todavía tenía el olor del perfume de Yuan Qian. Se sentó allí por un rato, luego se quitó los zapatos, sentándose con las piernas cruzadas en el sofá con una mano apoyando su rostro, aturdido.

A estas alturas, la emoción que había sentido en el camino hacia aquí se había desvanecido por completo, y todo lo que quedaba era una profunda sensación de inquietud y ansiedad.

Si esta no era la casa donde vivían Yang Youming y Yuan Qian cuando se casaron, entonces ¿por qué Yuan Qian conocería el código de acceso y esperaría a Yang Youming aquí? ¿Se habían mantenido en contacto todo este tiempo? Pero Yang Youming ya sabía que vendría, no había forma de que le pidiera a Yuan Qian que lo esperara aquí. Entonces eso significaba que Yuan Qian había venido por su propia voluntad: conocía el código de acceso del apartamento de Yang Youming y sabía cuándo regresaría Yang Youming. Todavía mantenían algún tipo de conexión profunda, entonces, ¿qué estaba haciendo ella aquí?

Xia Xingcheng no pudo contener sus pensamientos especulativos. Este sentimiento lo hizo sentir muy incómodo, y luego se le ocurrió la posibilidad más aterradora, es decir, Yuan Qian había venido a buscar a Yang Youming para reconciliarse. Antes, Yang Youming había rechazado tanto trabajo y se había esforzado tanto para salvar su matrimonio, por lo que ahora que Yuan Qian había tomado la iniciativa de regresar, ¿Yang Youming lo abandonaría de inmediato y elegiría regresar al lado de Yuan Qian?

Esta terrible suposición hizo que todo el cuerpo de Xia Xingcheng se enfriara. Levantó los brazos y enterró la cara entre las manos.

Se sintió como si hubiera estado esperando durante mucho tiempo cuando Xia Xingcheng escuchó el sonido de la puerta abriéndose. Mantuvo su posición acurrucada en el sofá y se volvió para ver a Yang Youming aparecer en la puerta.

Yang Youming vestía un abrigo negro con un suéter blanco debajo, el cuello puntiagudo de su camisa se veía y empujaba una maleta grande.

En el instante en que vio a Xia Xingcheng, Yang Youming sonrió y soltó su maleta, de pie en la puerta y esperando a Xia Xingcheng con los brazos abiertos.

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