Capítulo 132

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Han Bohan sintió una inquietud particular. Inconscientemente quería mirar la hora, pero no había relojes colgados en las paredes de la casa de Sun Yao.

Sun Yao todavía estaba de pie en la puerta, sin haberse movido ni un centímetro, la tenue iluminación de la habitación oscurecía su expresión.

Han Bohan abrió la boca y escuchó su propia voz serena que decía: “Tengo un compañero de clase que acaba de regresar de los Estados Unidos. Es neurocirujano. Le pregunté si podía examinar a Xiao Yan cuando esté disponible”.

Sun Yao lo miró sin decir una palabra.

Han Bohan no estaba mintiendo del todo. Sí tenía un compañero de clase que trabajaba en un hospital en el extranjero que acababa de regresar al país, y realmente era neurocirujano. Cuando se conocieron anteriormente, quería contarle a Sun Yao que su compañero de clase examinaría a Sun Xunyan, pero aún no había tenido la oportunidad de mencionarlo.

En este momento, los ojos de Sun Yao se movieron lentamente hacia la cama estrecha.

Han Bohan preguntó: "¿Por qué Xiao Yan está sentado afuera tan tarde?"

El tono de Sun Yao cambió sutilmente. Ha estado acostada todo el día, así que la llevé a sentarse aquí. Me dio una excusa para cambiar sus sábanas de todos modos”.

Han Bohan miró hacia el pequeño dormitorio y vio que realmente había sábanas nuevas a medio hacer en la cama. Dudó un poco antes de decir: "Ya que estás preocupado, no seré una molestia".

Sun Yao preguntó: "¿Te vas?"

Sintiendo una anormalidad innombrable en su corazón, Xia Xingcheng asintió. "Me voy a casa."

Sun Yao dijo: "Entonces te acompañaré".

Han Bohan echó un vistazo rápido a la habitación una vez más; no había Shu Mian, ni una caja de pastel. Sun Yao ya había abierto la puerta, y se paró en la entrada esperándolo, como si no quisiera nada más que Han Bohan se fuera en ese momento.

Mientras caminaba hacia la puerta y llegaba al lado de Sun Yao, Sun Yao levantó una mano y la presionó en la parte inferior de su espalda, con un poco de fuerza, y Han Bohan salió con la fuerza de la mano de Sun Yao.

La escena terminó aquí. He Zheng gritó: "¡Corten!"

Todavía pegado a la espalda de Xia Xingcheng, Yang Youming levantó la mano y abrazó los hombros de Xia Xingcheng, lo palmeó ligeramente y luego lo soltó rápidamente.

Xia Xingcheng respiró hondo y se secó el sudor de la frente. No solo estaba sudando por el estudio cargado, sino también por la presión de esta escena.

Hua Hua se acercó con una botella de coca cola y se la entregó a Xia Xingcheng, junto con una toalla limpia para que Xia Xingcheng se limpiara las mejillas aún húmedas.

Xia Xingcheng desenroscó la tapa de la botella, pero justo cuando bebió un sorbo de coca, notó que Yang Youming miraba en su dirección. Sin decir una palabra, volvió a enroscar la tapa, luego le devolvió la coca cola a Hua Hua y le dijo: "Dame agua tibia en su lugar".

Hua Hua recuperó la botella, desconcertado. Ella preguntó: "¿No dijiste que hacía demasiado calor y que querías beber coca cola ayer?"

Xia Xingcheng susurró: "Los ancianos dicen que beber demasiado refresco causa osteoporosis".

Hua Hua no entendió. "¿Qué anciano?" Después de preguntar esto, reaccionó al instante y preguntó: "¿Es Ming ge?"

Xia Xingcheng la miró. “¿Qué edad tiene Ming ge? No hay forma de que Ming ge sea viejo”.

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