Capítulo 7.

1.4K 62 3
                                    

Cuando volví a la tienda de campaña las náuseas habían crecido a cada paso. May Belle estaba sentada en el suelo de la tienda de campaña, no había ni rastro de Calum. 

-Hey, Chloe -sonrió mientras rebuscaba en su mochila.

Sin decir nada me senté a su lado, abracé mi almohada y estuve así bastante tiempo. Ella me miró confusa y se tumbó a mi lado sin decir nada. Suspiré.

-Primer día superado -dije, intentando esbozar una sonrisa por pequeña que fuera. Aunque las comisuras de mis labios se negaban a levantarse ni un mísero centímetro.

-Genial, solo quedan trece.

-Cállate.

Cuando reuní el valor suficiente como para salir de la campaña, May Belle me siguió. Aunque no era una maestra en el arte de la conversión, me servía de apoyo tenerla a mi lado. No quería quedarme sola en mitad de la nada con un grupo de personas que me odiaban. Y una que por poco me mata.

Eran apróximadamente las siete y media cuando Zack nos reunió a todos para explicarnos cómo sería el tema de la organizazión.

-Bueno, chicos -empezó a hablar, subiéndose en un tronco de árbol cortado para que todo el mundo le viera. Su voz era grave, pero suave y dulce a la vez. Parecía un chico perfecto, y ser tan simpático le daba unos ocho mil puntos de más-, debido a los recientes acontecimientos... -me miró por un momento, aunque luego apartó la mirada-, hoy os entregaré yo la cena, pero el resto de los días, vuestro trabajo será encontrarla. Podéis colocar trampas en lugares que mañana os indicaré o podéis ir a pescar al lago, siempre con extremo cuidado. Lo que queráis, pero debéis conseguirlo por vuestra cuenta. Cada día habrá dos personas encargadas de conseguir la comida para todo el grupo. Mañana os asignaremos los grupos.

-¿Qué grupos? -gritó alguien que estaba detrás de mí.

-Os dividiréis en grupos para hacer ciertas actividades que tengo preparadas. Seréis cuatro grupos, de cinco personas cada uno.

-¿No podemos elegir con quién vamos? -preguntó una voz femenina.

-No, no podéis. Seré yo quien lo elija. 

Me imaginé en el mismo grupo que Kate, haciendo lo posible para sabotearla, haciéndole pagar por todo, devolviéndole las maldades que ella me había hecho a mí. Me imaginé todo eso aún sabiendo que nunca sería capaz de hacerlo. Puede que por miedo, o tal vez por principios. 

No me quería convertir en otra Kate.

Mucha gente se quejó por el hecho de no poder elegir los grupos nosotros mismos, pero cuando Zack anunció que cocinaríamos hamburguesas para cenar, todos cambiaron la cara.

-Si pudieras, ¿a quién elegirías para formar parte de tu grupo? -preguntó May Belle mientras íbamos a colocarnos en la fila para conseguir nuestras hamburguesas.

-No lo sé -contesté, pensándome bien la respuesta-, puede que a ti. Pero si te soy sincera, no iría con nadie de clase.

-Lo mismo digo.

-Creo que tenemos más cosas en común de lo que pensaba.

-Puede. 

Cuanod todos hubimos cogido nuestra hamburguesa a la puerta de la cabaña de Zack, volvimos al campamento, donde un grupo decidió hacer arder la leña, con ayuda del entrenador, y colocar algunos bancos alrededor. Parecía uno de esos campamentos de verano que se veían en las películas americanas. Excepto por el frío que hacía. Y por el hecho de que, en esas películas, todos solían llevarse bien entre ellos.

Let's be Unpredictable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora