Capítulo 16.

1.2K 52 4
                                    

-¿Qué? –Exclamamos las dos a la vez.

-No podéis hacer eso, dijisteis que podríamos elegir nuestro compañero de tienda y además, eso no solucionará nada, sólo estáis empeorando las cosas. No sabéis lo que estáis haciendo, ni siquiera tenéis derecho a hacerlo. Nadie os ha pedido opinión –Solté de golpe mientras Kate hablaba al mismo tiempo.

-¡No pienso compartir tienda de campaña con una perdedora como ella! Miradme a mí y luego miradla a ella, ¡por favor! No podéis hacer esto. No tenéis derecho. Me quejaré en el instituto y se lo diré a mi padre si hacéis que tenga que pasar tanto tiempo con esta… cosa –Decía ella.

-¡Silencio! –Gritó el entrenador – La decisión está tomada.

-No voy a hacerlo –Dije, cruzando los brazos encima de mi pecho mientras me echaba hacia atrás, recostando mi espalda en el respaldo del sillón.

-Coincido con ella –Soltó Kate, cruzándose de piernas y elevando su cabeza levemente en un intento recuperar la compostura.

-No os estamos pidiendo opinión –Dijo Zack, alternando su mirada entre nosotras dos -, os estamos diciendo cómo van a ser las cosas a partir de ahora.

-Ahora, podéis marcharos –Dijo el entrenador levantándose de su sitio y dirigiéndose hacia una sala que, por el fregadero y los aparatos electrónicos para cocinar, deduje que era la cocina.

Kate se levantó rápidamente y salió dando tumbos de la habitación mientras que Zack se quedó sentado en su sitio, como yo.

No podía creerme esto. No podían hacerme algo así. Estaba claro que no tenían idea de lo que estaban diciendo. Me negaba a hacerlo, no iba a pasar más tiempo con Kate del necesario. Simplemente no lo iba a hacer, y si me tenían que castigar por eso, no me importaba que lo hicieran. Un castigo sería mejor que estar con Kate.

-Oye, Chloe –Empezó a decir Zack.

-No se te ocurra dirigirme la palabra –Solté, levantándome del sofá para perderle de vista. Completo idiota, joder.

Me acerqué hacia donde estaba el entrenador y me senté en una de las sillas que había en la cocina.

-No puede hacerme esto, entrenador… -Empecé a decir. No sabía qué hacer o decir para que cambiara de idea.

-Chloe, no tengo nada más que decir sobre el tema.

-Pero yo sí. Por favor, no me haga compartir tienda con Kate. Eso sería mucho peor, por favor, no lo haga. Cualquier cosa menos eso. Castígueme o mándeme de vuelta a casa, pero no quiero estar aquí si tengo que hacerlo.

-Venga ya, Sherman.

Si no dejaba de llamarme así, vomitaría en el brillante suelo de esta cocina.

-No es para tanto, os llevaréis bien –Aseguró él. En realidad no tenía idea alguna -. Tan pronto como veamos cambios positivos en vuestro comportamiento, podréis volver con vuestros compañeros iniciales. Hasta entonces, haz un esfuerzo, ¿está bien?

-Claro –Dije, esbozando una sonrisa demasiado forzada para ser considerada una sonrisa.

Salí de ahí y volví a mi tienda de campaña, que dejaría de ser mía en poco tiempo. Sentía la necesidad de gritar. Simplemente soltar un grito y sacar la rabia que me inundaba en ese momento. Quería romper algo y destrozarle los tímpanos a alguien. Pero las ganas de salir corriendo eran aún mayores.

Estúpido entrenador.

Estúpido Zack.

Estúpida Kate.

Let's be Unpredictable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora