Capítulo 48.

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-Venga, quiero escucharte lloriquear -Dijo entre risas Kate. 

Llevé la mano hacia mi tobillo y lo masajeé mientras Kate intentaba impedírmelo. 

-Esto -Empezó a decir mientras me daba una patada - es lo que pasa cuando alguien no me toma en serio.

Miré alrededor en busca de alguien que pudiese ayudarme. Pero estaba sola. La voz de Kate resonaba contra las paredes del baño y todos los cubículos estaban vacíos. La puerta de la entrada estaba cerrada con llave. Todo el mundo se encontraba en el comedor.

Kate se tiró encima mía y se colocó justo encima de mi cuerpo, de la misma forma en la que yo me había puesto hacía una semana. 

-¡Eres una gilipollas, Chloe! -Volvió a gritar mientras tiraba con fuerza de mi pelo. Si eso era lo que mejor sabía hacer, no me iba a hacer daño. Al menos no más del que ya me había hecho - ¡Crees que puedes jugar conmigo, pero que entre en tu cabeza que soy mejor que tú! ¡Tú no puedes hacerme daño!

-¡Yo no te he hecho nada, joder! -Grité de vuelta mientras intentaba apartarla de mí.

Ella siguió golpeándome mientras sentía mi tobillo arder. 

-¡Deja de hacerte la víctima! ¡Siempre haces lo mismo! ¡No eres más que una mierda, Chloe! ¡No eres más que yo! ¡No eres nada! -Chilló con fuerza.

Ella seguía golpeándome y yo sólo estaba quieta, ni siquiera sentía ya el dolor de sus golpes.

Tenía que controlarme y soportar todo esto, no podía volver a meterme en líos con el director. No podía pegar a Kate, no podía hacer que me expulsaran, no podía decepcionar a mis padres. No podía.

No lo eches todo a perder.

Podía aguantarlo, podía esperar a que se cansara y se fuera. Podía hacerlo. Debía hacerlo.

La risa de Kate retumbaba por toda la habitación cuando se levantó de encima mía. Se colocó la ropa rápidamente y, después de coger su mochila, se largó del baño.

-Puedes empezar a acostumbrarte a esto -Dijo antes de salir.

Me quedé tumbada en el suelo, mirando la pared blanca que había sobre mi cabeza mientras empezaba a notar un leve sabor a metal en mi boca.

Todo vuelve a repetirse.

Kate volvía a manejarme, hacía conmigo lo que quería y yo ni siquiera era capaz de pararle los pies. ¿Pero cómo iba a hacerlo? Decírselo al director haría que su odio hacia mí incrementara. Decírselo a mis padres haría que hablasen con los suyos, y eso haría que sus padres hablasen con ella y, de nuevo, su odio hacia mí acabaría aumentando. Y defenderme sólo haría que me expulsaran.

Estaba sola.

Sólo tenía que aguantar.

Como siempre.

Me levanté torpemente y sentí un pinchazo al apoyar el pie en el suelo. La estúpida de Kate me había retorcido el pie y ahora me ardía. Intenté andar un poco, pero seguía doliéndome. Tenía la certeza de que sólo era temporal, así que no era tan malo como parecía.

Me miré al espejo para encontrar un camino de sangre desde mi nariz hasta mi boca. Tenía un aspecto horrible. El moratón de Bratt en la cara que, apesar de sus avances, seguía visible, la sangre en la nariz y el pelo enmarañado.

Cojeé hasta el lavabo y encendí el grifo para limpiar la sangre de mi cara.

-¿Estás bien? -Una voz débil y aguda sonó detrás mía. Levanté la cabeza del lavabo para ver el reflejo de May Belle detrás de mí, con algo entre las manos. Una bolsa o algo así.

Let's be Unpredictable.Onde histórias criam vida. Descubra agora