Capítulo 28.

1.2K 47 7
                                    

Notaba cómo mis mejillas ardían mientras él se colocaba delante de mí con esa radiante sonrisa tan suya. Llevaba unos pantalones vaqueros junto con una camisa que le hacía verse informal pero a la vez formal. Y sexy.

Él sí sabía cómo vestir para estas cosas. Me pregunté si iba a muchas fiestas en Sidney. Lo que me llevó a preguntarme a cuántas chicas había besado en fiestas. Lo que, a su vez, me hizo querer golpearme la cabeza con la pared una y otra vez.

-¿Piensas hablar conmigo o sigues empeñada en evitarme? -Preguntó, haciendo que me sorprendiera. Me había esforzado al máximo para que él no notara que yo le estaba evitando. O tal vez no. En realidad sí lo intentaba, pero se quedaban en intentos fállidos. 

-No te evito -Mentí, sonrrojándome aún más. Él miró a mis ojos y sonrió mientras negaba con la cabeza. 

-¿A quién intentas engañar, Sherman? -Dijo y no supe qué contestar, de nuevo. Un silencio inmenso se abrió paso entre nosotros como un abismo sin fondo, hasta que él lo rompió una vez más - Me gustó aquel dibujo, por cierto.

-No digas nada sobre el dibujo -Dije, agachando la cabeza para mirar mis Converse -. Por favor.

-¿Por qué no? -Preguntó en un tono juguetón - ¿Sabes? Me acordé de aquellos caballos de la excursión cuando lo vi. La verdad es que pensaba que lo habías olvidado y que no te importaba lo más mínimo, pero...

-¿Lo pensaste? -Pregunté animándome de repente, levantando la mirada para observar su expresión. 

¡Sí, punto para Chloe!

-Empezaba a pensar que no te gustaba hasta el dibujo. 

-El dibujo no era para tí -Dije frunciendo el ceño y haciendo mi mejor interpretación -. Quiero decir, no era por ti. Simplemente me gustan los caballos.

-Tienes miedo a los caballos, Sherman.

Fenómeno, Chloe.

-Cállate y déjame en paz -Dije bruscamente.

-Cállame tú -Dijo acercándose a mí y yo reí en su cara.

-Eso no funcionará conmigo. 

-¿El qué?

-No te besaré.

-No pensaba besarte -Dijo. Ouch -. Tú, en cambio, sí pensabas en ello. 

-En absoluto. Ni quiero besarte ni quiero que me beses.

-¿Nunca más? -Preguntó con una media sonrisa en la cara.

-Nunca más. 

-Venga, quieres repetir ese beso tanto como yo. Quizá más que yo.

-¿No deberías ir con Kate? Te estará buscando -Dije, quitando mis ojos de los suyos. Él frunció el ceño y al darme cuenta de que no pensaba decir nada al respecto, seguí hablando -. Espero que lo hayáis pasado bien juntos. 

-Oh, bastante bien -Dijo él, sonriendo -. ¿Sabes? Besa de miedo. 

Me puse roja de la rabia.

En realidad sabía que ellos dos tenían algo y que se habían besado, lo sabía... Me lo imaginaba. Pero aun así, aun sabiendo que acabarían juntos, me dolieron sus palabras. Fueron como un golpe en el pecho acompañado de un redoble en el estómago. Un golpe que equivalía al dolor que se sentía al ser atropellado por un tranvía tres veces seguidas. Un dolor que arrasó en mi interior y me hizo querer vomitar a la vez que invitó a las lágrimas a balancearse en el borde de mis párpados.

Él había dicho que Kate no era su tipo... Que no le gustaban chicas como ella. Y ahora simplemente se habían estado besando y tal vez habían tenido sexo en las habitaciones de la segunda planta. Me sentí ahogada de repente. 

Let's be Unpredictable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora