Capítulo 11.

1.4K 57 2
                                    

-Bueno -Dijo Kate, acercándose a mí -, ¿estás segura de que este es tu grupo? No pintas nada aquí. 

-Es mi grupo -Dije, enseñándole la mano. Detrás de ella, Calum sonrió -. Y me importa una mierda que pienses que no pinto nada aquí. A lo mejor eres tú la que sobra. 

-¿Tengo que recordarte que estás sola? -Dijo acercándose a mí mucho más. Sentía mis mejillas arder de la vergüenza pero, mayoritariamente, de la rabia. Kate era una estúpida, la odiaba. La odiaba con todo mi corazón. 

Justo cuando iba a responderla, Calum nos separó.

-Déjala en paz, Kate -Le dijo. Ahora la vergüenza era aún mayor. Yo no necesitaba que Calum me defendiera, él no era mi guardaespaldas ni nada por el estilo, este no era su asunto, y no debía meter las narices donde no le llamaban.

-¿La estás defendiendo? -Preguntó ella, indignada. Después me miró de arriba abajo con desdén. Qué amor de persona.

-No estoy defendiendo a nadie, sólo digo que la dejes en paz. Vamos a estar en este grupo toda la excursión y es mejor que vosotras dos os llevéis bien o nos amargaréis las dos semanas que vamos a estar aquí a los demás.

-Nos llevamos perfectamente bien -Dijo Kate y, de repente, me estrechó, pasando su brazo por mis hombros. Su contacto me molestaba, ¿por qué hacía eso? Hacía un momento que ella estaba prácticamente diciendo que era un estorbo. 

-Suéltame -Dije, y después de zafarme de su brazo, me aparté de ellos.

¿Zack lo había hecho a posta? No hacía más que juntarme con Kate en todo. Me preguntaba si podría convencerle para que me cambiara de grupo. Realmente no quería estar aquí, en absoluto. No debería haber venido a esta estúpida excursión.

Aunque tampoco es que tuviera otra opción, pensé. 

-Chicos, escuchadme –Pidió Zack mientras se acercaba desde el grupo de las dos rayas. Él se estaba pasando por cada grupo para, supongo, explicar qué haríamos a partir de ahora.

Menuda mierda. Si no fuera suficiente con tener a Kate en mi grupo, también tenía a Calum. Qué bien, ¡un pack doble! Calum no me agradaba, aunque tampoco me desagradaba, pero cuando él estaba junto a Kate todo en mí se crispaba y, la simple vista de Kate con él, me parecía irritante. Sabía que Calum era mucho mejor que Kate en todos los sentidos. Si tuviera que imaginarme a cualquiera de sus amigos allí, en Sydney, Kate sería la última clase de persona en la que pensaría, aunque apenas le conociese. Kate no era su tipo. Tan sofisticada, tan repipi, tan… Imposiblemente perfecta que te ponía de mal humor.

En ese momento me encontré a mí misma queriendo saber qué pensaba Calum sobre Kate. ¿Cuáles fueron sus primeros pensamientos sobre ella? Estaba segura de que cuando él entró a clase, fue la primera en la que se fijó. Ella, su pelo largo, laceo y rubio platino. Sus facciones perfectas. Su brillo de labios, sus pestañas cubiertas de rímel, las cuales enmarcaban unos preciosos y profundos ojos azules, barra, grises, barra, lo que sea. Todo en Kate estaba bien, ella era lo más parecido a la perfección que había conocido nunca. Y me pregunté si Calum había pensado igual que yo. ¿Qué pensaba ahora de ella? Era probable que Kate le hubiera contado de todo sobre ella misma sin dejarle hablar a él en absoluto. ¿Pensaría que ella era encantadora, intelectual, sociable y simpática? O… ¿Y si pensaba como yo pero no se atreviera a decirlo, como yo? ¿Pensaría que ella era manipuladora, mentirosa y controladora sobre todo? Nunca lo sabría.

-Chloe, eso también va por ti –Bramó Zack, mirándome desde el corro que todos habían hecho. No me había inmutado siquiera de que todos se habían movido alrededor de él. A veces mis estados de zombie pensante daban bastante miedo. Me sentía como si no hubiera estado viva los últimos minutos de mi vida, como si nada hubiese pasado en absoluto. No conseguía recordar nada de este corto tiempo, ahora perdido de mi vida, nada excepto Calum.

Let's be Unpredictable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora