Let's be Unpredictable.

Capítulo 18.

-Con el nuevo me refiero a Calum, sólo por si no quedaba claro -Aclaró Sam.

Me había quedado sin palabras.

Por esta clase de cosas, exactamente por esto, no me gustaba jugar a juegos de este tipo. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Todos esperaban que aceptara y me adentrara con Calum en el bosque y que nos besáramos durante diez minutos? ¿Era eso a lo que se refería Sam con ''hacer lo que quieras con él''?

Ha dicho que hagas lo que quieras con él, me dijo mi subconsciente, sólo haz lo que quieras.

-¿A qué esperas? -Dijo alguien.

-Todos sabemos que no lo va a hacer -Soltó Kate, mirándome con desdén -, pasemos al siguiente.

-Está bien -Dije por fin -, lo haré.

Entonces miré a Calum. Nadie le había preguntado qué le parecía la prueba a él y yo había aceptado dando por hecho que a él también le parecía bien, estaba segura de que estaba tan en desacuerdo con esto como yo. Cuando le miré, su expresión era indiferente, lo que hizo que me decepcionara un poco.

¿Por qué? Me daba igual si Calum quería o no estar a solas conmigo en el bosque.

Me levanté de mi sitio, con las miradas de Calum y May Belle pegadas en mí y observé cómo Calum se levantaba, dubitativo, de su lugar junto a Kate. Ella me miraba desafiante, sus ojos decían ''no te atrevas a hacer nada de lo que te arrepientas''.

Eso no será un problema, pensé.

 Entonces miré a Calum y en cómo parecía que todo lo que estaba pasando le daba igual. Todo esto era deprimente.

Cuando nos alejamos del grupo, en silencio, y caminamos hacia las entrañas del bosque, observando con cierta nostalgia la forma en la que la luz de la luna se proyectaba del mismo modo en que lo había hecho la noche anterior, todo parecía estar bien de nuevo. Cuando el resto de gente desaparecía, todo parecía estar bien.

Esto probaba mi teoría: Cuando te alejas de los problemas, parece que no existen.

-¿Qué quieres hacer conmigo? -Preguntó Calum en un susurro cuando nos quedamos quietos. Estábamos perdidos en mitad de la nada mientras yo le miraba con la duda esparciéndose poco a poco a través de todo mi cuerpo.

Pero de alguna forma no me sentía como si estuviera perdida. Me sentía como si acabara de encontrarme.

Y eso hacía que todo fuera más confuso.

-¿Qué quieres que haga? -Volví a preguntar, en un tono de voz más bajo que el que él estaba usando, notando cómo el aire se volvía denso y pesado.

-No creo que lo que yo quiero que hagas sea lo mismo que tú quieres hacer -Dijo él, sonriendo pero sin sonreír.

-Prueba.

-Antes de todo... ¿Puedo hacerte una pregunta? Es probable que no quieras contestarla -Dijo, observándome.

Ninguna de las preguntas que Calum me había hecho directamente habían sido contestadas, tal vez debía empezar a confiar un poco.

O mejor no, susurró mi subconsciente de nuevo.

-Está bien, dispara.

-¿Cuál es la respuesta a la pregunta que te han hecho? -Preguntó y mi boca se entreabrió para contestar, pero volví a pensarlo de nuevo.

Calum me estaba preguntando si había perdido mi virginidad ya o no, pero... Era obvio que no, ¿por qué preguntarlo si él sabía que no era así? Sólo quería escucharme ponerme en ridículo una vez más. Todas las chicas de mi curso lo habían hecho ya y yo, junto con, probablemente, Bel, era la única que nunca había tenido sexo con nadie. La única que no había tenido un noviazgo serio y la única a la que nunca habían besado.