Capítulo 68.

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-¿Has tenido suficiente? -Dijo con una pequeña sonrisa en su cara.

Cogí el aire que las carcajadas no me habían permitido coger.

-¿Por qué... te empeñas... en... torturarme? -Pregunté con la respiración agitada, recordando las cosquillas de antes mientras cogía aire conforme hablaba.

-Porque eres fácil de torturar -Contestó, encogiéndose de hombros. Coloqué mis manos sobre su pecho para empujarle levemente y así hacer que los dos quedáramos sentados sobre el sofá.

-Algún día encontraré tu punto débil y lo usaré en tu contra. Entonces sabrás cómo se siente.

-Yo no tengo un punto débil, preciosa.

-Ya se verá -Dije, levantando las cejas y sonriendo.

Me tumbé, con la cabeza sobre su regazo y los pies en el reposabrazos del sillón y le miré desde abajo. Él empezó a enredar con un mechón de mi pelo mientras me devolvía la mirada. Me gustaba eso. Me gustaba estar así con Calum y no sentir que había algo que estaba haciendo mal, no tener la sensación de estar cometiendo un error. Y no quería que terminara, así que me mantuve callada, al igual que él. Pasamos mucho, mucho tiempo así; él acariciándome, yo notando sus caricias; yo mirándole, él devolviéndome la mirada; él atravesándome por completo con los ojos, yo incapaz de descifrar una sola palabra que flotaba por su mente.

Como siempre.

Como debía ser.

Como, en el fondo, me gustaba que fuese.

-¿Por qué hemos venido aquí? -Pregunté en un susurro casi inaudible. Parecía increíble el hecho de que la habitación hubiese sido invadida por All Time Low a todo volumen hacía un rato. Ahora todo estaba en silencio. Pero, de alguna forma, era un silencio que decía más de nosotros que nuestras palabras.

-Me gusta estar aquí -Dijo sin dejar de mirarme, ni de juguetear con mi cabello, ni de sonreír, ni de susurrar -. Es el único lugar en el que me siento yo mismo, ¿sabes?

Paseó su mirada por el lugar mientras yo paseaba la mía por su rostro.

El primer día que vi a Calum me había parecido guapo, pero ahora era diferente. No le veía simplemente ‘’guapo’’. Veía mucho más. Y era extraño ver algo que ni siquiera era capaz de describir con palabras.

There ain't a word in this world that describes you.

-¿Por qué? –Pregunté, haciendo que su mirada volviese a centrarse en mí.

-No lo sé, es… -Intentó explicar, fracasando. Sonreí débilmente mientras observaba cómo su rostro pasaba de estar tranquilo a pensativo, con una chispa de frustración en sus ojos – Es como que cuando estoy aquí parece que nada más existe aparte de… esto.

-Como si no hubiese un mundo totalmente decepcionante ahí fuera –Añadí sonriendo. Conocía ese sentimiento.

Era exactamente como me sentía cuando estaba en mi buhardilla; era mi lugar secreto, mi método de evasión, el sitio en el que refugiarme cuando las cosas se torcían. Y me alegré de que Calum también tuviese un sitio así, porque todo el mundo merecía tener un lugar en el que ser como no puede ser en cualquier otro sitio.

-Una vía de escape –Dijimos al mismo tiempo.

Después sonreímos  en el mismo instante.

-Así que pensé que te gustaría –Siguió hablando él, acariciando mi mejilla esta vez. Me incliné hacia delante y sentí el calor de sus labios sobre los míos mientras su mano se trasladaba al lado derecho de mi cuello desde mi mejilla.

Let's be Unpredictable.Where stories live. Discover now