Capítulo 44.

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La sirena sonó por todo el aula, interrumpiendo nuestra discusión. Volví a sentarme bien en mi silla y rompí el contacto visual con Calum. Pero él seguía con sus ojos clavados en mi nuca. Ya me había acostumbrado a aquello.

Ugh.

Salí de clase después de recoger todas mis cosas y Calum me esperaba, apoyado en la pared de en frente de la puerta, con su mochila colgando de un solo asa.

-¿Qué? –Dije bruscamente cuando le vi ahí, mirándome.

-Tenemos que hablar –Contestó.

-No.

Giré hacia la derecha y me dispuse a andar por el pasillo antes de que él agarrara mi hombro y me detuviese.

-¿Qué hay del beso? –Preguntó en voz demasiado alta.

Una punzada de intranquilidad recorrió mi cuerpo y miré a ambos lados míos, no había nadie. Por suerte nadie lo había escuchado.

-¿No vamos a hablar sobre eso? –Insistió.

-No hay nada que hablar –Dije, aún mirando al frente, dándole la espalda a Calum -. Fue un error. Olvídalo. No más besos.

-Claro –Susurró mientras me alejaba de él por el pasillo.

Últimamente sentía que lo único que hacía era alejarme. Me alejaba de mis padres, de Calum, de May Belle, de Bratt, de mis sueños, de mí misma… Y es que todo parecía estar más lejos que nunca, como si todo lo que quería que mi vida fuera estuviese al final de un túnel oscuro, en el que lo único visible era un leve punto luminoso en la lejanía.

Estaba lejos de ser lo que quería ser y eso me disgustaba más de lo que pensaba. Sólo quería poder tener las cosas bajo control de nuevo, como las había tenido hace casi dos meses.

Puse la música a todo volumen en mis cascos mientras me dirigía a casa e intenté pensar simplemente en los pasos que daba y las respiraciones que tomaba. Esas cosas nunca me habían servido para despejar mi mente, pero seguía haciéndolo de todas formas.

De repente una de mis canciones favoritas empezó a sonar y sonreí al notar esa sensación. Ese cosquilleo que se sentía en el estómago cuando escuchabas tu canción favorita y las ganas inmensas de ponerte a cantar, estés donde estés.

Tell me what you want to hear,

Something that’ll light those ears,

I’m sick of all the insincere,

So I’m gonna give all my secrets away.

This time,

Don’t need another perfect lie,

Don’t care if critics ever jump in line,

I’m gonna give all my secrets away.

Cuando me pude dar cuenta de que alguien caminaba en mi dirección, ya estaba chocando contra alguien y pidiendo perdón casi automáticamente. Me aparté corriendo y miré en silencio a la persona.

-Chloe –Dijo Kate sonriendo. Acto seguido me empujo contra la valla que rodeaba una de las casas del barrio. Me puso el brazo en el cuello y me inmovilizó.

Impresionante.

No estaba asustada, y mucho menos al ver ese recordatorio en su labio de lo que podía llegar a hacer. Puede que no fuera tan grave como lo que yo tenía en la cara, pero lo había hecho yo y estaba segura de que nunca nadie lo había hecho antes.

Let's be Unpredictable.Where stories live. Discover now