Capítulo 77.

444 58 7
                                    

-¡Oh, sí! –gritó un chico cuyo rostro me resultaba increíblemente familiar- ¡Luke Hemmings, señoras y señores!

Luke rió en alto y se acercó, andando de esa forma en la que andan los tíos delante de sus amigos, para estrecharle la mano al chico que le había gritado y darse un ligero choque de hombros.

-¿Qué hay? –dijo Luke antes de mirarme, cogerme la mano y tirar de mí hacia él para unirme al grupo.

Era un grupo de chicos no muy grande, pero al fin y al cabo un grupo de chicos. Chicos. Chloe y chicos no eran compatibles. En absoluto.

-H-Hola –saludé, un poco nerviosa.

Esa presión en el pecho y los pensamientos negativos de ‘’todo va a salir mal, todo va a salir mal, todo va a salir mal’’ volvían a invadirme y me sentía agobiada. Había demasiada gente, demasiada poca luz, demasiado humo y demasiado olor a alcohol y hormonas. Olía a todo tipo de cosas mezcladas y era desagradable.

-Caballeros, les presento a Chloe Sherman –bromeó Luke, moviendo sus brazos en mi dirección.

Fijé mi mirada en un pelirrojo que estaba justo en frente de mí; me acordaba de él. No recordaba su nombre, pero al ver los piercings (uno en la oreja y otro en la ceja) y su gran cantidad de pecas, por no hablar de su pelo, supe que le había conocido antes.

-Yo te conozco –dijo un chico que estaba a su lado. Su pelo era negro y muy rizado, sus ojos grandes, aunque no era capaz de saber de qué color. Pero sí, le conocía-. Estuviste en la fiesta de la playa.

Luke rió.

-¡Eso es! Sabía que te conocía de algo –dijo el pelirrojo.

-¡Ah! Sí –hablé yo sonriendo-, no sabía por qué me parecían tan familiares vuestras caras. Bueno, encantada de veros de nuevo.

Y de verdad lo estaba. Me alegraba conocer a alguien más aquí a parte de a Luke, ver caras medianamente conocidas de alguna forma me aliviaba y conseguía tranquilizarme un poco.

-Igualmente –dijo el moreno.

-Estás más guapa que la primera vez que te vi –soltó el pelirrojo.

No sabía si tomármelo como algo bueno o malo, pero me reí simplemente porque no sabía qué otra cosa decir.

-Luke –le llamé cuando cada uno empezó a ir a su rollo. Él se inclinó hacia mí hasta que mi boca quedó junto a su oído-, ¿cómo se llamaban?

-¿Quién? –preguntó mirando a sus amigos distraídamente.

-Esos chicos, los de la fiesta de la playa.

-Eh… Sí –contestó.

Le miré con el ceño fruncido y él, cuando se dio cuenta de que estaba mirándole fijamente, fijó sus ojos por fin en mí y me miró con las cejas levantadas.

-¿Qué? –habló con la voz un poco más aguda.

Iba a gritarle que era un estúpido cuando una voz dulce sonó detrás de mí.

-¡Eres tú! –me giré justo a tiempo para ver un cuerpo salir de entre dos muchachos y ese pelo violeta tan familiar fue lo único que mis ojos podían mirar; resaltaba a la vista. Era Rose.

-¡Rose! –sonreí.

Se acercó a mí y me dio un gran abrazo, estrechándome por completo. Seguía oliendo a lilas, aunque también pude notar un leve olor a cerveza.

-¿Qué haces aquí? Había escuchado que ahora salías por ahí con Luke, pero no pensaba que vendrías hoy –la sonrisa permanecía inmóvil de su rostro y sus ojos brillaban aun estando en una habitación tan poco iluminada. Desde el primer momento, Rose me había parecido muy guapa, y seguía manteniendo esa opinión sobre ella.

Let's be Unpredictable.Onde histórias criam vida. Descubra agora