Capítulo 51.

919 50 6
                                    

¿Qué significaba aquello?

¿Por qué te acercas a ella siquiera?

¿Por qué te acercas a ella siquiera?

¿Por qué te acercas a ella siquiera?

¿Desde cuando había empezado Calum también con eso?

Ah, me dije a mí misma cuando lo pensé, está claro.

Primero pensé que me había hecho caso y había ido a preguntarle a Kate sobre lo que, supuestamente, le hice para que ella dijera lo de mi padre delante de todo el mundo. Pensé que tal vez ella se había inventado la cosa más despreciable que podía inventarse sobre mí y él había decidido que no quería volver a acercarse a mí.

Pero...

Si era así, ¿por qué iba a haber querido ayudarme minutos atrás, cuando todo el mundo se burlaba de mí? Su mirada sólo decía que quería ayudarme, pero su voz al pronunciar esas palabras sólo decía que quería alejarse de mí.

Eso no tenía sentido.

Kate rió y se acercó a Calum para cogerle del brazo y, juntos, entraron de nuevo en la cafetería.

¿Qué mierdas?

Sabía que esto iba a pasar tarde o temprano, pero no podía evitar sentir un fuerte dolor en el estómago, como un golpe seco que no paraba de repetirse una y otra vez. Me dolía, pero no podía pararlo de ninguna forma.

Llevé las manos a mi tripa y me incliné sobre mí misma.

¿Qué me pasa?

Las lágrimas contenidas quemaban mi garganta. Pero no volvería a llorar. No por Kate. No por Calum.

¿Por qué tenía que ser todo tan difícil? ¿Por qué tenía que serlo aún más para mí? Me sentía como una mierda y lo único que podía hacer al respecto era... nada. Sentirlo. Nada más y nada menos. Todo por culpa de Calum.

Todo era su culpa.

Y la mía.

Si Calum no hubiese aparecido, todo seguiría igual que antes.

Si Calum no hubiese aparecido, Kate no me odiaría tanto.

Si Calum no hubiese aparecido, yo no estaría sintiéndome vacía en ese momento, no estaría intentando pensar una razón para que pronunciara esas últimas palabras, no estaría recordando las veces en las que me había dicho ciertas cosas y las veces en las que yo me creí todo.

Si Calum no hubiese aparecido, no estaría sintiendo tanto dolor.

Pero si no hubiese aparecido, no habría dado mi primer beso. No habría visto que sólo sé huir de mis problemas. Si no hubiese aparecido, me habría ahogado en el lago, nunca habría montado a caballo por primera vez, nunca habría descubierto que mi apellido podía sonar tan bien en boca de alguien, nunca habría sentido de nuevo ese coquilleo en la tripa después de reírme durante mucho tiempo.

Si él no hubiese aparecido, nunca habría descubierto que era posible ser feliz en éste caos.

Ni siquiera sabía cómo sentirme. Siempre había estado acostumbrada a tener todo bajo control, ¿por qué ahora no? ¿Qué tenía Calum que me hacía ser así? Todo se me estaba yendo de las manos.

No, pensándolo mejor, todo se me había ido de las manos.

Deseaba ser de esas personas a las que nada les importaba. Pero no lo era.

Era de esa clase de gente que piensa demasiado, en demasiadas cosas, demasiado a menudo.

Cuando salí del instituto maldije interiormente al recordar que aún no había acabado; tenía que darle clases a Calum. ¿Iba a venir siquiera? ¿Quería que yo siguiera siendo su profesora particular? ¿Le pediría al profesor de física que intentara que algún otro le ayudara en su asignatura?

Let's be Unpredictable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora