Capítulo 79.

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PDV CALUM

Cogí aire y lo solté. Repetí la operación varias veces y, antes de que me diera cuenta, tenía la mano llena de cerveza.

-Tío, ¿qué te pasa? -me dijo Mike- Si no querías beber podrías habérmela dado.

Estampé el vaso de plástico roto contra su pecho de mala manera y volví a la cocina, con el único propósito de encontrar algo que subiera más rápido que la cerveza. Hallé una botella de ron y llené un vaso hasta más de la mitad, añadí Coca-Cola y me lo terminé de un trago. Volví a rellenarlo con la misma mezcla y salí de nuevo al salón. Chloe y el rubio seguían bailando, más pegados aún.

No me gustaba. Ella no era así. Aunque, claro, yo nunca me había enamorado de alguien como ella.

Me obligué a relajarme, haciendo estúpidos ejercicios de respiración, pero las manos del gilipollas seguían bajando peligrosamente por la cadera de Chloe. Me mordí el labio hasta que sentí un leve sabor a sangre. Bebí lo que me quedaba de un trago y le quité la copa una chica que estaba muy ocupada quedándose en pelotas como para reclamármelo. Di un trago. Era vodka.

Cerveza, ron y vodka. Sabía que mezclar no era bueno, pero, ¿acaso me importaba? No mucho mientras veía que mi chica estaba siendo manoseada por un idiota.

-Vamos a tomar un poco el aire -Mike apareció de la nada, me agarró del brazo y me arrastró fuera de la casa.

Nos sentamos en el suelo, donde varias parejas practicaban sexo vestidos, mientras que unas chicas bailaban sin ritmo, copa en una mano y tacones en la otra.

-Creo que deberíamos irnos -susurró mi amigo.

-¿Les has visto? -exclamé ignorando por completo su comentario- ¡Joder! -añadí frustrado.

Acabé con la bebida y tiré el vaso con fuerza, dando sin querer a una de las chicas, que se cayó entre risas.

Mike me pasó el brazo por encima de los hombros y habló lenta y quedamente, como si le diera miedo alterarme.

-Lo que te voy a decir va a doler -suspiró-, pero tú has provocado esto. No tendrías que haber salido detrás de Kate. Sabías que le iba a doler.

Giré la cara para mirarle, incrédulo.

-¿Y eso es excusa para comerse las babas de ese gilipollas? -grité- Le ha faltado tiempo para ir corriendo a sus brazos.

Me levanté y gesticulé con los brazos, enfatizando mis palabras. Pude ver en la cara de Michael que elegía con cuidado las palabras, formando frases y desechándolas. Intentaba no cabrearme más de lo que ya estaba.

-Las cosas no son así, Hood -mi amigo también se levantó y se posicionó intentando tranquilizarme-. No sois nada, por lo que no le puedes reclamar nada.

Esa era la verdad, por mucho que doliera aceptarlo.

-¡Cállate! -grité y volví a entrar en la casa.

Necesitaba más alcohol. Suficiente como para que ver a Chloe con otro chico no doliera. Suficiente como para poder callar la verdad que amenazaba con romperme el cráneo.

Hacía tiempo que no veía al rubito y eso no sería un problema si no fuera porque Chloe también había desaparecido. Y todo apuntaba a que estaban juntos.

Comencé a andar en cualquier dirección, paseando la vista por todo el lugar, buscandoles. Una chica se chocó conmigo y empezó a sobarse contra mi cuerpo, haciéndome parar en seco. Yo me limité a empujarla a un lado, lo que hizo que se desestabilizara en sus tacones.

Let's be Unpredictable.Where stories live. Discover now