Capítulo 14.

1.4K 60 6
                                    

-Chloe –Dijo Calum después de un largo pero cómodo silencio. Yo moví mi cabeza hacia él -, ¿se puede saber por qué te dijo Kate todo eso?

-¿Qué? –Pregunté.

No me esperaba la pregunta y sólo necesitaba un poco más de tiempo para pensar mi respuesta. No pensaba, ni de coña, contárselo a Calum. No todavía. ¿Por qué preguntaba? No le importaba ni siquiera, seguramente fuera sólo por curiosear. Todo estaba tan mal. No quería hablar de Kate, lo único que quería era seguir recostada encima de él en silencio imaginando que mataba a Kate de cien maneras diferentes.

-Me has oído –Dijo él, esbozando una media sonrisa. Sentía que no podía ocultar nada de Calum, él siempre acababa por saber exactamente lo que estaba pensando y mis intenciones y eso me molestaba más de lo que podía llegar a admitir.

-No lo sé –Acabé por responder. Luego añadí: -, tal vez me lo merezco.

-No estoy de acuerdo.

-¿Por qué crees tú que lo ha hecho entonces? Ella es tu amiguita, a lo mejor lo sabes mejor que yo –Dije, poniendo los ojos en blanco.

-Creo que estaba enfadada y lo ha pagado con la primera persona que ha visto… -Dijo un poco más para sí mismo que para mí. Él sólo intentaba excusar a Kate porque era su amiga y no quería pensar que lo que había hecho era cruel y despiadado, algo propio de la zorra que era. Solté una risa amarga.

-¿Puedo hacerte una pregunta? –Pregunté.

-Claro.

-¿Por qué eres amigo de Kate? –Pregunté, mirándole a los ojos.

De verdad quería saberlo. Estaba segura de que, ahora, yo era la única persona a la que ella trataba del modo en el que me trataba, pero… ¿Cómo se comportaba con el resto de las personas? ¿Tal vez me odiaba tanto que canalizaba todo lo malo que tenía dentro en hacerme daño a mí? Sólo quería, por un momento, recordar cómo era la Kate de hace tres años. Hacía tanto tiempo de eso… Ni siquiera podía recordar la última vez que Kate me dijo algo agradable.

-¿Por qué no lo eres tú?

Un recuerdo fugaz cruzó mi mente de repente, y aunque traté con todas mis fuerzas de hacer que desapareciera, era demasiado tarde. La voz de Kate volvía a inundar todos mis pensamientos.

Seremos amigas para siempre.

Esa frase retumbaba en mi cabeza y empezaba a doler tanto como las patadas y los golpes contra las paredes. Estaba segura de que el simple recuerdo de esas palabras me estaban haciendo más daño de lo que me habían hecho las previas palabras de Kate.

Inútil, inútil, inútil.

Seremos amigas para siempre.

Eres patética.

No vamos a separarnos nunca, ¿vale?

No eres nada.

Todos los momentos, las palabras y el tiempo que había pasado se juntaban en mi mente y se enlazaban y luchaban por buscar un sitio en mi cerebro, quedándose en un intento y, entonces, cayendo hasta mi garganta, formando allí un nudo que me indicaba que las lágrimas (si es que quedaba alguna) empezarían a inundar mis ojos en poco tiempo.

-Eh –Dijo Calum, posando su mano en mi brazo, sacándome de mi cabeza y haciendo que las lágrimas que intentaba con todas mis fuerzas contener se escurrieran por mis mejillas despacio.

-Me siento estúpida –Me sorprendí al escucharme a mí misma pronunciando las palabras que había pretendido que sólo existieran en mi mente. Cuando estaba con Calum soltaba lo primero que se me venía a la cabeza y no era capaz de pensar antes si debía o no hacerlo. Él hacía que me descontrolara y que mis pensamientos dejaran de ser sólo míos.

Let's be Unpredictable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora