Let's be Unpredictable.

Capítulo 24.

Observé por un tiempo a Calum con un escalofrío recorriendo mi cuerpo. Había tantos sentimientos contradictorios... Lo primero que se me vino a la cabeza eran imágenes seguidas de mi pesadilla... Yo le miraba desde el suelo, como en mi pesadilla. Él me miraba de pie, como en mi pesadilla. Sentía un dolor fuerte en el pecho... Como en mi pesadilla. Por un momento pude notar el impacto de una patada en mis costillas, pero simplemente fueron juegos psicológicos en el momento menos oportuno. Intenté no reflejar en mi rostro lo que estaba pensando y lo mal que mi cabeza me estaba haciendo sentir, pero no pude evitar fruncir el ceño levemente al recordar. No quería seguir sintiéndome así. 

Después pensé en la noche anterior, el beso...

Tenía que borrar ese recuerdo. Tenía que hacerlo si no quería que todo esto acabara en un maldito desastre. Yo saldría mal, él también lo haría, ¿qué había de bueno en todo esto? No era suficiente para Calum, no era la chica que él pensaba, no podía darle tanto como Kate podría hacerlo... Pero no era simplemente eso. Yo no era lo mejor para Calum pero él tampoco era lo mejor para mí. Si yo había soñado eso... significaba que él acabaría haciéndome daño. En realidad, ¿quién sabía?

Yo no tenía ninguna certeza de que Calum fuera el chico que parecía ser, no sabía nada sobre su pasado, su vida en Sydney... Tal vez era de esos gilipollas que van por la vida rompiendo corazones. O tal vez no. O sí.  No sabía qué pensar y me irritaba no saberlo, me irritaba no tener bajo control ciertas cosas. 

-¿Qué quieres? -Contesté cuando me di cuenta de que llevaba bastante tiempo esperando una respuesta por mi parte. No quería hablar con él sobre nada, sólo quería estar sola o al menos lejos de él por un tiempo. 

-Nada en especial -Respondió encogiéndose de hombros. Entonces hice algo que no debería haber hecho: Miré sus labios. Sus ojos, su nariz y, por último, sus labios... 

Mierda. Aparté la mirada de golpe.

-Sólo me preguntaba si estabas bien -Añadió.

-Oh -Respondí -. Sí.

-Me gustaría... -Empezó a decir, agachándose para estar a mi altura y bajando su tono de voz. Pero entonces fue interrumpido por una de las voces más irritantes que había escuchado en mi vida.

-¡Chloe! -Gritó Kate desde detrás suya. Dirigí mi mirada hacia ella y pude verla corriendo desde una de las pequeñas piscinas naturales, con el pelo, camiseta y pantalón mojados, hacia Calum. Una punzada de miedo recorrió mi cuerpo y me preparé para una Kate furiosa que descargaría, una vez más, toda su rabia contra mí.

-Kate -Respondí, mirando de reojo a Zack, que estaba sentado al pie de un árbol unos metros separado de mí -, yo...

-¿Qué hacéis? -Preguntó cuando llegó con una sonrisa en la cara. ¿Kate estaba sonriéndome? ¿Por qué... razón?

-Calum estaba preguntándome qué hora era -Expliqué sin mirarle -. Pero no tengo reloj así que, bueno...

-¿Qué más da la hora? -Preguntó Kate a Calum después de reírse. Él me miró como si intentara entender por qué había mentido y después de menear la cabeza, volvió la mirada a Kate y contestó.

-Sólo... me gusta saber qué hora es. Es una manía -Y sonrió. Aparté la mirada de él cuando sus comisuras comenzaban a curvarse.

Céntrate, Chloe, pensé. 

-Kate -Dijo la voz de Zack desde el mismo sitio en el que estaba hacía diez minutos -. Diles a todos que salgan, todavía tengo que enseñaros mi sorpresa.

-Está bien -Dijo Kate sonriendo al monitor y después le cogió la mano a Calum y tiró de él soltando una estúpida risa -. Ven y ayúdame, vago.