Capítulo 31.

1.1K 46 2
                                    

La cita era a las siete y media y yo había llegado a las 19:28. Dos minutos antes y no había ni rastro de nadie. Habíamos quedado en la puerta del Tommy Mel's, un restaurante que habían abierto hacía poco en el barrio inspirado en los años cincuenta. Había ido un par de veces y debía admitir que la comida era francamente deliciosa. Sobretodo los batidos, los batidos eran definitivamente lo mejor. 

Saqué el móvil para asegurarme de que ese anónimo no había cancelado la cita o la había retrasado cuando dieron las ocho menos veinticinco. Posiblemente me estaba poniendo histérica pero era normal, había quedado con alguien sin saber quién era siquiera. Lo que me hizo pensar...

''¿Cómo sabré quién eres?' Pd: Llegas tarde'' terminé de teclear y lo envié. A lo pocos segundos recibí su contstación.

Número desconocido: ''Soy increíblemente guapo -A x''

Sonreí ante su respuesta y lo egocéntrico que había sonado, aunque de alguna forma sabía que era tan sólo una broma. Miré a mi alrededor, buscando a alguien ''increíblemente guapo''. 

-Y no, no llego tarde -Dijo alguien a mi espalda. 

Me giré sobresaltada al reconocer su voz. 

-¿Bratt? -Dije aguantándome la risa - ¿Eres Ánonimo?

-El mismísimo -Respondió sonriendo. Su risa era amplia, brillante y tranquilizadora. Me reí en voz alta y él frunció el ceño - ¿Qué pasa?

-¿''Soy increíblemente guapo''? -Cité sus palabras.

-No intentes negármelo -Dijo sonriendo. Y yo meneé la cabeza de un lado a otra mientras sonreía -, ¿entramos?

-¿Todo esto de la cita es en serio? 

-Claro que sí.

-¿Qué quieres de mí?

-Sólo pretendo pasar una velada entretenida contigo, Chloe Sherman, ¿es eso algo que un violador diría?

Reí y él rió conmigo. Después entramos al restaurante

Fue una buena cita aunque un tanto extraña para mí. Los dos decidimos tomar una hamburguesa y charlamos de temas triviales. Parecía más bien una reunión de amigos que una cita y se me hizo extremadamente raro estar hablando de una forma tan amena con él. Había estado tanto tiempo observándole en secreto cuando no miraba y pensando en él en mis ratos libres que se me hacía raro que todo eso estuviese pasando en la realidad.

El hecho de que fuera el ex novio de Kate me asustaba, me asustaba que Kate, al saber que él y yo habíamos tenido una cita o lo que fuera eso, se enfadara y lo pagara conmigo. Aunque había sido ella la que había roto con él, así que... Ya no le debía importar con quién salía o dejaba de salir. 

Durante la noche hablamos sobre él y su pasión por el baloncesto, su relación con Kate, sus aficciones... Yo sabía muchas cosas de él antes de aquel día pero él no sabía nada sobre mí. Eso se sintió como una ventaja para mí de alguna manera. Le conté sobre mi pasión por la pintura y todo el tema de llos caramelos. Le expliqué de dónde había sacado los caramelos de frutos del bosque, cosa que le interesó bastante, y por qué me había vuelto tan adicta a ellos. Él admitió que le habían vuelto loco cuando se comió los que yo le di. Me sentí orgullosa de haberle hecho adicto cuando me aseguró que iría a comprar una caja el día siguiente.

Cuando terminamos la cena salimos a dar un paseo mientras nuestra charla se alargaba más y más. Me sentía a gusto hablando con él y no había sido tan incómodo como pensaba que iba a ser, teniendo en cuenta que antes me gustaba. Tal vez eso confirmaba el hecho de que él ya no me gustaba como algo más que amigo. O tal vez confirmaba justamente lo contrario. Estaba hecha un lío y que el nombre de Calum frotara en mi mente la mayor parte del tiempo no ayudaba en absoluto.

Let's be Unpredictable.Where stories live. Discover now