Séptimo año: Legado - Segunda parte

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Aqui estamos...

Con libertad en nuestro sudoroso y codicioso agarre.

Así que recuerden esto, niños y niñas,

Cuando llegue tu libertad ...

No

Pish

en el suministro de agua,

Solo porque ... la escuela terminó durante el verano ...

-Tuvimos suerte con el clima-, comentó Remus, mirando el cielo azul claro. -Hubiera sido una pesadilla sacarlos a todos afuera si estuviera lloviendo-.

No se iba a perder los 'veranos' escoceses.

Christopher y él estaban solos en la lechucería, esperando. Comenzaría en cualquier momento.

-No te burles de mí, ¿de acuerdo?- Christopher susurró, mirando hacia el jardín desde las altas ventanas abiertas, -Pero esto es lo más emocionante que he hecho-.

Remus le sonrió con cariño y le dio un apretón rápido en la mano.

-Apuesto a que esto es solo el comienzo. Vas a hacer tantas cosas emocionantes, lo sé -.

-No lo sé, va a estar tranquilo con todos ustedes fuera-, respondió Chris, mirando hacia el césped debajo de ellos, -Apuesto a que hacen de Regulus el jefe ... ¡ooh! ¡Esa es la señal! -

Una fuente de chispas doradas se disparó desde detrás de los invernaderos, y Remus pudo escuchar el corazón de Christopher comenzar a latir más rápido con la emoción.

-¡Hagámoslo entonces!- Remus le dio un codazo.

Ambos se volvieron para mirar a los búhos, cientos de ellos encaramados en filas alineadas en las paredes de la torre, hasta las vigas. Junto a ellos había una pila de cartas, todas en blanco excepto la dirección. Y todos tenían la misma dirección.

Chris parecía a punto de estallar con la emoción de todo, y Remus dio un paso atrás, dándole la palabra.

-Conoces el hechizo, hazlo-.

-¡¿De Verdad?!-

-Sí-, sonrió Remus, -Un montón de travesuras después de esto ...-

-¡Okay!- Se arremangó y se relamió los labios. Pronunció el encantamiento y movió su varita ampliamente alrededor de la torre. Un grito bajo, un murmullo de plumas, y luego ... un caos total cuando los quinientos búhos de repente saltaron de sus perchas y se abalanzaron hacia los dos niños, quienes se agacharon para cubrirse.

Remus nunca había visto algo tan magnífico; todos los búhos en Hogwarts extendieron sus alas y se elevaron por la ventana, cada uno agarrando una carta con la dirección en blanco al pasar. Debieron de tomar dos minutos completos para que todos lo lograran, y cuando terminó, Remus y Christopher saltaron a la ventana para verlos desaparecer hacia el patio, a través de los arcos y hacia su destino.

-¡Guau!- Chris seguía diciendo, como un perrito ladrador, -¡Guau guau guau!-

Remus solo sonrió y pensó en James y Sirius en otras partes del castillo, esperando esa señal. Y Mary, Marlene y Yaz, listas y preparadas para su parte, y todos los demás en el castillo esperando, esperando lo que habían estado planeando desde Navidad.

-¡Vámonos!- Remus dijo, agarrando el brazo de Chris, -Podemos verlos a todos correr-.

Si quinientas lechuzas que  de repente acudían en masa a las mazmorras no sacaban a todos, entonces Remus confiaba en que los inodoros explosivos patentados de James y Sirius harían el trabajo.

All the young dudes (traducida)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu