Cuarto año: enero

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Miércoles 8 de enero de 1975

Dumbledore tenía toda la razón: el asesinato de la familia Fraser fue noticia de primera plana el  boxing day, seguido de una serie de artículos y artículos sobre la guerra creciente, que dominó el resto de las vacaciones de Navidad.

Era la primera vez que Remus, o cualquiera de ellos, veía la marca oscura, y entonces no tenían idea de que era un símbolo que temerían por el resto de sus vidas. Una gran calavera negra con la boca abierta y una serpiente alargada que se retuerce. Era claramente al estilo de Slytherin, y tan pronto como regresaron a Hogwarts, Sirius eliminó la piel de serpientes restantes de su baúl.

-Cuidado, amigo-, dijo James, mientras el humo del hechizo de Sirius llenaba la habitación, -Podrías estar arruinando una reliquia familiar allí-.

-Me importa una mierda-. Sirius respondió, disparando su varita a la madera ennegrecida una vez más, por si acaso, -Es mío, y no quiero que nada mío tenga esa marca rubicunda-.

Era inútil intentar razonar con él. Desde la visita de Dumbledore a los Potter, el odio de Sirius por cualquier cosa remotamente Slytherin se había multiplicado por diez. Había estado usando hechizos para defender a los estudiantes más jóvenes de los Slytherins todo el año, pero ahora parecía estar buscando activamente problemas.

-La guerra no está sucediendo aquí -. Remus intentó decirle una vez, después de su tercera detención en otros tantos días, -Dumbledore nos dijo que estuviéramos atentos, que no empezáramos peleas-.

-La guerra está en todas partes-. Sirius respondió y James asintió con la cabeza. -De todos modos, puedes hablar, ¿qué hay de ti y Snape?-

-Eso-, respondió Remus, piadosamente, -era personal-.

Eso era cierto; no odiaba a Snape porque fuera un mago oscuro, o un Slytherin, o algo por el estilo. A Remus no le agradaba Snape porque era un entrometido entrometido, eso, y a nadie realmente le gustaba Snape, excepto Lily.

En realidad, pensó Remus para sí mismo, mientras miraba a través de la sala común a Lily, sentada junto a Marlene trabajando en algún tipo de hechizo de transformaciónes en un par de zapatos, incluso Lily no había estado mucho con Severus estos días. Quizás se habían peleado. La pelirroja miró hacia arriba y lo miró a los ojos, sonriendo alegremente. Él le devolvió la sonrisa. James, sentado a su lado, la saludó y Lily puso los ojos en blanco y volvió al hechizo en el que estaba trabajando.

-¿No sabe ella cuánto he madurado?- James suspiró, pesadamente, hojeando las páginas de su libro de texto con brusquedad.

-No sé si besarse con una muggle en la parte trasera del cine realmente cuenta como madurar-. Remus respondió, rescatando el maltratado libro y alisando las esquinas que James había doblado.

-No quise decir eso -, sonrió James, -Al igual que ... en general. No lo entiendo, me llevo bien con Marlene -.

-Estás en el equipo de quidditch con Marlene-, dijo Peter, -tienes cosas en común con ella-.

(Peter se había vuelto muy sabio desde que consiguió una novia).

-Entonces, qué-, dijo James, lentamente, -¿Crees que debería intentar que Lily se uniera al equipo de quidditch?-

Peter gruñó, lastimosamente,

-¿Por qué no averiguan algo que ambos tienen en común? Como que a mí y a Desdemona nos gusta el ajedrez, los sándwiches de queso y ...

-No tenemos nada en común-, respondió James, soñadoramente, -Por eso me gusta-.

-Nunca va a pasar, entonces.- Peter resopló, con aire de firmeza. James parecía abatido.

All the young dudes (traducida)Where stories live. Discover now