Tercer año: Hogsmeade

4.3K 492 890
                                    

Sábado 15  de septiembre de 1972

-Empaca tu capa, James.

-¿Por qué?-

-Nunca se sabe, ¿verdad?-

-Bien, pero dudo que lo deseemos-.

-No olvides que me debes un galeón en esa apuesta que hicimos-.

-No lo he hecho-, respondió James, pacientemente, -Relájate un minuto, ¿quieres?-

-Nunca.- Sirius le devolvió la sonrisa, -¿Te das cuenta de que esta es la mayor emoción que he tenido en meses? Ni siquiera se me permitió ir al Callejón Diagon este verano -.

-Tuviste más cosas que yo-, respondió James, con resentimiento, -Al menos tuviste todo ese drama de compromiso. Mi familia es tan aburrida -.

-Cállate, Potter, tu familia es increíble y lo sabes. Definitivamente tuve el peor verano -.

-Lo pasé muy bien en Francia-. Peter habló, pero nadie le prestó mucha atención.

-¿Qué hay de ti, Moony?- Preguntó James, mientras bajaban las escaleras hacia la sala común. Una pandilla de estudiantes de tercer año emocionados estaba esperando, listos para su primer viaje al pueblo. Los estudiantes mayores los vigilaban con una especie de nostalgia cariñosa.

-¿Que hay de mí?- Preguntó Remus, alejando los flashbacks del verano, el recuerdo de meterse a través de la pequeña ventana del baño y aterrizar de rodillas en la baldosa de abajo.

-¿Como fue tu verano? No nos has dicho nada -.

-Nada que decir.- Dijo Remus. Más aburrido que los dos, sin magia. Solo leí -

-Bueno, todos vendrán a la mía en Navidad-. James dijo alegremente. Comenzaron a salir de la sala común y se dirigieron hacia la entrada principal. -Igual que el año pasado, ¿no? La luna está el diez de diciembre, así que ni siquiera tenemos que preocuparnos por eso -.

Remus se quedó boquiabierto.

-¿Cómo sabes cuándo es?- Ni siquiera había mirado tan lejos todavía.

-Te lo dije, estábamos aburridos el verano-, le dio un codazo Sirius, -Lo buscamos durante los próximos años-

-¡¿Pero por qué?!- Remus se debatió entre sentirse muy conmovido y algo violado. No era para ellos de qué preocuparse. Era su propio problema privado, y siempre lo había sido.

-Es como el quidditch-. James dijo - siempre que algo era importante para él lo comparaba con el quidditch - -Tienes que conocer las debilidades de tu equipo para trabajar con sus puntos fuertes-.

-Si tú lo dices.- Remus respondió con tristeza, no queriendo hablar mucho más de eso. Había esperado que una vez que supieran sobre su condición no habría más investigación a sus espaldas. Que todos podían seguir adelante con las cosas de la forma que él prefería, que era ignorar el problema por completo.

El problema era que nada era privado cuando se trataba de James y Sirius, toda tu vida estaba en juego. Remus todavía no estaba acostumbrado a esto, por mucho que trató de mantenerse al día, solo había algunas cosas que nunca querría compartir. Todo estaría muy bien si fueras James y tuvieras padres abiertos que te hablaran y te escucharan a cambio. O Sirius, que era tan extrovertido y casi completamente desvergonzado.

-Mira quién es-, le dio un codazo a James, señalando una figura oscura que esperaba en la entrada del arco. Lily empujó a los merodeadores y fue a su encuentro. Snape.

-¡¿Por qué son amigos ?!- James se pasó las manos por el pelo distraídamente.

-Crecieron en el mismo pueblo-, dijo Remus, mientras continuaban, mirando a la pareja de delante, hablando animadamente; una pelirroja, uno negro.

All the young dudes (traducida)Where stories live. Discover now