All the young dudes (traducida)

La guerra: Triage

Policía y ladrones en las calles (oh sí)

Asustar a la nación con sus armas y municiones,

Policía y ladrones en la calle (oh sí)

Luchando contra la nación con sus armas y municiones.

De la génesis a la revelación,

La próxima generación será, escúchame

De la génesis a la revelación,

La próxima generación será, escúchame,

Y toda la multitud entra, día a día

Y nadie lo detiene de todos modos

Todo el pacificador, se vuelve oficial de guerra

Escuche lo que digo.

Mientras Mary y Remus estaban sentados en el acogedor sofá del pequeño apartamento del Soho, las cortinas corridas sobre las ventanas oscuras, la chimenea crepitando, Sirius, Lily y James estaban en peligro de muerte.

Esto pasó por una noche normal de viernes, en esos días. A estas alturas todo el mundo había desarrollado una actitud fatalista ante la vida y una especie de humor patético. -Nos vemos, más tarde-, diría Sirius, saliendo de la casa, -si lo consigo-.

-Nos vemos en casa-, le decía James a Lily, -¡si todavía está allí!-

Ayudó a todos a superarlo, en ese momento; después de todo, si dijiste lo peor en voz alta, no podría doler tanto, ¿verdad? El pensamiento torturó a Remus durante mucho tiempo después de que terminó la guerra.

Se suponía que solo debían estar en una patrulla de rutina, en el Callejón Diagon, lo que hizo que Remus se sintiera mejor porque estaba tan cerca. Eran tres, y estarían registrándose con un miembro senior de la Orden al principio y al final, por lo que debería haber sido como de costumbre. De hecho, Mary estaba a punto de dejar a Remus e irse a casa a pasar la noche, cuando alguien golpeó la puerta.

Ambos saltaron y Mary dejó escapar un extraño chillido de terror. Entonces la puerta comenzó a abrirse, y ambos se pusieron de pie, varitas levantadas, Remus cubriendo tanto de Mary como pudo.

-¡Ayuda!- Se oyó una voz ahogada, y Sirius y Lily se abrieron paso hacia el piso, la forma flácida de James se hundió entre ellos, un brazo sobre cada uno de sus hombros.

-¡Cristo!- Remus se adelantó para ayudar, y entre todos lo colocaron en el sofá. -¡¿Que pasó?!-

-Remus,- se atragantó Mary, su varita aún levantada, la mano temblando, -Las preguntas ...-

-Bien, joder, ok, um ...- Su mente estaba corriendo, no podía dejar de mirar el rostro de James, pálido y ceroso, reluciente de sudor. Miró a Lily, -¿Qué hizo ... um ... Quién ...?-

-Lily, ¿quién fue tu primer beso?- Mary intervino rápidamente.

-Dirk Cresswell-. Lily dijo, rápidamente. Sirius y Remus le dieron una mirada divertida, pero no hubo tiempo para armar un escándalo.

-Sirius-, dijo Mary, redirigiendo su varita, -La misma pregunta-.

-¡No lo sé!- Sirius dijo, exasperado, quitando la túnica de James  no había sangre, pero los ojos de James estaban cerrados, los párpados de un color morado oscuro, -¡Uno de ustedes ve a buscar a McKinnon!-

-¡¿Qué quieres decir con que no lo sabes ?!- Mary se volvió hacia él, -¡Responde la maldita pregunta, Black!-

-¡No puedo, realmente no lo sé! ¡Era una chica muggle en un cine! Moony, ¡díselo!