Capítulo 82 - Incertidumbre

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Capítulo 82

Augusto

INCERTIDUMBRE

El primer contacto siempre es con Rocco. No hay un canal directo que se salte al gigante mal encarado de voz gruesa. La burocracia que se origina por el simple hecho de llegar al empresario italiano me pone en mi lugar dentro del tablero. No somos amigos, somos piezas precisas para un fin determinado.

-Déjeme entenderlo – Emite el hermano de Pedro Pica piedras, al otro lado de la línea - ¿Usted piensa que mi jefe es Dios? Porque si el político corrupto se escapó, es asunto de la policía.

-No pido que lo encuentre, pido protección. Confío más en ustedes que en los funcionarios de la ley de mi país – Lo digo con humildad. Estoy cerca de humillarme por conseguir un poco de paz.

Entre la sonora respiración del italiano sale un atisbo leve de esperanzas – Haremos lo posible porque su familia este bien. A mi jefe le gusta que sus colaboradores se sientan atendidos.

Al culminar la conversación, por demás corta, vuelvo a revivir viejos temores de antes. A mi cabeza vienen las palabras del delincuente que puso una pistola a milímetros de mi sien. Le pido a Ricardo que entre y que cierre la puerta. No puedo tener a un hombre de confianza si no lo pongo al día con el pasado.

-La venganza es un plato que se come frio... - Ricardo lo asume con calma – Sí me lo preguntas, diría que el golpe que vas a recibir viene de donde no lo esperas ¿A quién no le hemos avisado?

Hago repaso mental y solo recuerdo a Elena como un blanco predecible si estuviese en la ciudad, en mi círculo de amistades. Es imposible que tema por ella.

-Con el único que no tengo contacto es Edgardo, mi hermano. Está viviendo lejos de la capital, pero cambió de número y no se ha dignado a dármelo – Decirlo me molesta. Ricardo lo nota.

-¿No se llevan bien?

-No lo sé. Ya no me habla. Puede que le haya hecho daño sin saberlo. Les diré a mis padres que se comuniquen con él...

Por supuesto que mi padre lo intenta. Pero es vano el intento de hablar con el rebelde Eddy. Solo queda la incertidumbre de esperar por donde viene la bala...

"La venganza es un plato que se come frió", repito en mi cerebro.         

ENTRE LA ESPADA Y LA PAREDWhere stories live. Discover now