ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

capitulo 108 - La noticia

Capítulo 108

Augusto

“La noticia”

                El último mensaje recibido, tras dejar el dinero en el contenedor de basura, fue que tuviera paciencia. La respuesta provenía de Joaquín, el gordo que retiró la bolsa. Esa informalidad me dio mala espina,  por lo que me ensañé con Ricardo por hacerme creer que esta negociación era confiable.

                De seguro ese maldito gordo está preparando diversas estrategias para seguir lucrándose de mi fortuna, y sabiendo que pagué por matar a un hombre, intentara sobornarme con esa jugosa información. Sin embargo, Ricardo esta escéptico, según él, mejores ofertas tiene El Infierno en Europa. También asegura que el sicario se rehúsa a entrar en Venezuela, porque su némesis está en ese país.

                Ahora que lo observo bien, Ricardo se mezcla con peor basura que yo.

                Dos meses después, la noticia, en la sección de internacionales, me confirma que el encargo fue realizado con éxito…

                “El millonario, empresario vinícola, Mauro Benedetti, y su esposa Laura Vitale, murieron durante la explosión del avión donde se trasladaban de Milán a Madrid, sin que se determine aun si la causa del desperfecto fue por error humano o una falla en el sistema. Las autoridades están consternadas, y la alta sociedad italiana clama por justicia ante esta terrible y penosa pérdida…”

                Mi esposa reconoce el nombre, allí a mi lado, en la habitación, viendo conmigo la noticia en la televisión, y de repente siento sus ojos posados en mí.

                “Le sobrevive su único hico, Marco Benedetti, como nuevo líder de las empresas y garante de los bienes familiares.”

                Es la primera vez que lo veo, un joven de dieciocho años apenas, con un parecido a su padre extraordinario. Esos ojos azules traspasan la pantalla y me taladran el cerebro. No escucho sus declaraciones porque Brenda toma el control de la escena y con una movida magistral se posa frente a la pantalla a escarbar mis gestos con toda malicia.

—Dime que no tuviste nada que ver…

                Sería mentirte — ¿Por qué piensas en eso? Era mi amigo —Respondo afectado.

—Porque tu amigo, y sus amigos, te llevaron a medianoche a no sé dónde.

—No te inventes telenovelas.

— ¿En que estaba involucrado el italiano?

—Hasta donde tengo entendido, era un hombre digno, alguien en quien se podía confiar.

                De quien no debe fiarse nadie es de mí. El que se mete con Augusto Corona, la paga.