Capítulo 19- Mejor

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Capítulo 19

Elena

"MEJOR"

El todopoderoso, Augusto Corona, es un desastre consumado frente a mí y, lejos de molestarme la situación, me agrada al extremo...

Sus ojos se pasean de un lado a otro, y sus manos sudorosas son incapaces de mantenerse en contacto con las mías. Cada palabra que arroja por la boca tiene sabor a verdad, y estoy segura, no planificó ninguna frase en su cabeza. De hecho, a veces pienso que se muerde la lengua cada vez que se cita a sí mismo.

La comida japonesa no es parte de sus preferencias, y detesta el protocolo de los restaurantes costosos, así como evita las galerías y los espectáculos clásicos, pero, gracias a mí, encuentra la fortaleza para superar sus aversiones e interactuar en este medio tan belicoso para su gusto.

No me rio de él, me rio con él...

A ratos pierde el hilo de la conversación, entonces se me queda viendo sin pestañear y hago conexión con sus pensamientos...Ese beso...seguramente él lo recuerda tanto como yo...

—Dime ¿Cuál fue el auto ganador?— Me exige, mientras pienso en lo hermoso de estar juntos.

—El Mini— Expreso sin detenerme a considerar las características de los otros autos.

— ¡Elena!— Exclama al verme distraída – Ya lo hablamos, ese auto es caro en todos los sentidos —Él está enfocado en su papel de abogado y asesor. Yo estoy sobre una nube a miles de metros sobre el suelo.

—Escoge uno, el que se asemeje a mi persona— Él es hombre, sabrá que es lo mejor.

—El Volkswagen blanco. Elegante, practico y singular – Lo describe tan bonito que apruebo su propuesta— El precio también es una maravilla – Complementa.

Jugueteamos con los palillos, y pedimos otra ronda de saque. Le interesa todo lo referente a mis cuadros, a mi baile, no me cuenta mucho de su vida, a excepción de la molestia que se ha vuelto defender lo indefendible. Ese tema le hace fruncir el ceño.

— ¿No estas feliz con lo que haces?— Mi comentario cala hondo.

—Puedo hacer mejores cosas. Puedo ser mejor— Lo dice con un profundo compromiso interno— Estoy cansado de ser el hombre de los milagros – Un suspiro se escapa y su vista se fija en el vacío.

—Nada te obliga a estar donde no quieres— Eso es lo que yo creo, pero una extraña mueca hace que lo dude.

—Nada me retendrá en contra de mi voluntad— Reformula el planteamiento y llama al camarero— La cuenta, por favor.

"¿Te están obligando?", pienso al verlo tan inmerso en sus ideas.

De nuevo forza una sonrisa y se obliga a regresar de donde sea que haya ido— La siguiente vez será mucho mejor— Yo lo imito.

—La próxima vez será tú decisión— Lo digo sin doble sentido, y reflexiono en la forma en que se interpreta... "Tu escogerás que haremos juntos"...

Esta cita de trabajo se ha transformado en una extraña sección con el psicólogo.

———

Me doy cuenta rápidamente que Augusto lucha con sus sentimientos. Me evade. La jornada culmina con una despedida sin beso de ningún tipo. Una parte de mí se contrae de la rabia, otra le admira.

Es un hombre leal...

Entro a mi dominio personal, en el solitario departamento que alquilé por cortos seis meses, y pienso en las raíces que no tengo, en la familia que no he formada y la lealtad con la que no cuento... "Puedo hacer mejores cosas. Puedo ser mejor", recuerdo las palabras de Augusto Corona y su encomiable labor en alcanzar ese objetivo a corto plazo.

Agarro la tarjeta que me entregó uno de los compradores de arte, durante la primera subasta. Es una organización, formada en Colombia, que hace soluciones habitacionales de bajo costo. En ella hay un número y un nombre, entonces decido llamar...

—Yo también puedo ser mejor persona – Digo en voz alta, y marco.

Al otro lado de la línea una voz masculina, bastante agradable, me recibe con educación. Se presenta asimismo, simplemente, como Eddy...

ENTRE LA ESPADA Y LA PAREDWhere stories live. Discover now