Crisálida~ [parte 3]

CH 464: 12.72

"Disculpe, pero ¿le importaría liberarme ahora mismo? Han pasado más de dos minutos desde que estamos en esta posición. Se verá inapropiado, especialmente cuando hay un niño aquí".

"A-Ah, sí, lo siento ..." Huang Shu soltó a regañadientes al hombre del hanfu azul.

"¿Cómo pudiste saltar de repente así de todos modos? Puedo manejarlo bien", dijo Yunyu.

"Yo ... te seguí antes porque eres uh ... uhm ... eres demasiado hermosa para que la dejen sin vigilancia por la ciudad", dijo Huang Shu con sinceridad.

"¿Demasiado hermosa? ¿Yo?" El hombre de hanfu azul parpadeó un par de veces como si no creyera lo que dijo Huang Shu.

"Sí…"

"Eso es muy atrevido, pero supongo que todavía tengo que agradecerte por ayudarme", dijo el hombre de hanfu azul. Avanzó un paso más cerca, a punto de cerrar la brecha entre él y Huang Shu.

Pero Huang Shu se distanció un poco, pensando que este tipo podría haber estado disgustado por su disfraz en este momento. Ya que su rostro estaba cubierto de cenizas y suciedad, también con ropas polvorientas y andrajosas.

De alguna manera, Huang Shu lamentó no usar su túnica principesca en este momento como el Séptimo Príncipe. Esta fue la primera vez que sintió que la túnica principesca realmente lo ayudaría, en lugar de burlarse de ser una familia real remilgada y privilegiada por los susurros en la ciudad capital.

Huang Shu finalmente entendió lo bajo que podía sentirse un esclavo o un sirviente cuando se enfrentaba a alguien por encima de ellos.

"Yo ... lo siento, joven maestro, yo ..."

"¿Joven maestro?" El hombre de hanfu azul arqueó la ceja con una leve sonrisa en el borde de los labios. "No soy un Joven Maestro. Solo soy un hijo comerciante. Mi nombre es Bai Yunyu".

"Bai ... Yunyu ..."

Huang Shu sintió un cosquilleo en su corazón cuando dijo ese nombre, algo simplemente hizo clic dentro de su corazón, como una cerradura sin llave, y sintió que se estaba tragando la llave cuando volvió a llamar ese nombre, "Bai ... Yunyu ..."

Hacer clic.

Y la cerradura dentro de su corazón se había abierto tan fácilmente.

"Bai ... Yunyu ..."

Incluso su nombre me sabe tan dulce en la boca. No me cansaré de llamarlo por su nombre una y otra vez… '.

Bai Yunyu se rió entre dientes, "Oye, oye, ¿por qué me llamas por mi nombre tres veces? ¿Qué crees que soy? ¿Un fantasma?"

"A-Ah, se siente bien decirlo", dijo humildemente Huang Shu. Tenía un tinte rojo en la mejilla, pero estaba cubierto de polvo, por lo que no era visible para Yunyu.

"Hmm ~ Bueno, Sr. Protector, ¿le importaría decirme su nombre?" Preguntó Bai Yunyu.

"¿Yo? Pero solo soy un campesino… sucio también…". Dijo Huang Shu.

"¿Crees que no lo soy? También soy un campesino," Yunyu se encogió de hombros. "Es solo que me vestí mejor. Deberías ser un hombre guapo si te vistes y te lavas la cara".

Huang Shu asintió y luego bajó la cabeza avergonzado.

"M-Mi nombre es ..."

Espera, no puedo dar mi nombre completo. Podría haberme reconocido como el Séptimo Príncipe. Definitivamente escondería su verdadera naturaleza por el bien de inclinarse ante la familia real ... '.

"Uhm ... soy Shu ..." murmuró en voz baja Huang Shu.

"¿Shu? ¿Solo Shu?" Bai Yunyu inclinó la cabeza. "¿No es un poco inapropiado que usted dé su nombre corto en una introducción?"

Huang Shu casi se atragantó con su propia saliva cuando escuchó eso. Este hombre era obviamente más joven que él, pero ya tenía muy buenos modales y hablaba bien. Bien podría haber sido un erudito de treinta años, y Huang Shu lo admitiría.

"Shu… Shu…" dijo Huang Shu.

"¿Shu Shu? Ese es un nombre extraño", comentó Yunyu. Con una sonrisa en su rostro, continuó, "Pero me gusta mucho. Te llamaré Shushu, ¿de acuerdo?"

'Shushu ... ¿no es esta una especie de ... llamada entrañable? D— ¿Ya pensaba en mí como su amigo íntimo? No, tal vez incluso mejor, ¿un interés romántico?

La mente de Huang Shu ya viajó lejos y sintió que podría haber volado al cielo en este momento.

"Bueno, ya que soy Bai Yunyu, entonces puedes llamarme Yunyu", dijo Yunyu.

¿Puedo llamarte esposa en su lugar? Huang Shu dijo en su corazón, pero no se atrevió a pronunciarlo.

Bai Yunyu vio el cadáver en el suelo y frunció el ceño, "Vamos. No quiero que Meilan vea este tipo de cosas por mucho tiempo".

Bai Yunyu agarró la mano de la niña y caminaron hacia el otro lado del callejón oscuro, con Huang Shu siguiéndolo por detrás.

Yunyu miró por encima del hombro y le preguntó a Huang Shu: "Shushu, ¿tienes hambre? Siempre puedo llevarte a comer algo con Meilan".

"… Sí."

"Bien, solo sígueme", dijo Bai Yunyu.

Fueron al puesto de comida más cercano y pidieron tres tazones de fideos.

"Yunyu, ¿quiénes son estas personas?" Preguntó el vendedor mientras servía los fideos.

"Son mis amigos", dijo Yunyu a la ligera mientras les daba los fideos a Huang Shu y Meilan. Él le dijo específicamente a Meilan: "Puedes comer más si quieres, ¿de acuerdo? Puedes comer tanto como quieras".

Huang Shu comió fideos comunes una o dos veces y sabían bien. Sin embargo, la comida en el Palacio Imperial aún sabía mucho mejor. Vio que Yunyu se comía sus fideos sin preocuparse, por lo que ya demostraba que era solo un campesino, aunque hermoso.

Huang Shu se comió los fideos mientras miraba a Yunyu unas cuantas veces. De alguna manera, los fideos sabían mucho mejor de lo que esperaba.

Después de comer, Huang Shu siguió a Yunyu y se detuvieron frente a una joyería. Un anciano estaba puliendo una piedra de jade verde en el frente, y en realidad era una tienda bastante grande que Huang Shu conocía.

Dado que a su madre y algunas otras concubinas les gustaba pedir joyas en esta tienda.

Bai Yunyu se dio la vuelta y extendió suavemente la mano de Huang Shu. Huang Shu sintió que su cuerpo se electrificó por todas partes cuando sus manos se tocaron, y pudo sentir la suavidad de la palma de Yunyu.

"Aquí hay una recompensa para ti. Gracias por ayudarme. Adiós, Shushu," Bai Yunyu sonrió y entró en la tienda con la niña.

….

Huang Shu sostuvo la bolsa de monedas con cuidado mientras seguía mirando la tienda, a pesar de que Yunyu ya había desaparecido dentro de la tienda.

'Ah ... qué hacer. Me he enamorado…'

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(Capítulo cuatrocientos sesenta y cuatro ^^)