La Forma Correcta De Dar Una Bofetada En La Cara.

3.11

"A los guerreros mongoles no les tiene que importar". Xia Mingxuan se rió a carcajadas, sintiéndose un poco engreído en su corazón. Bai Jinhuan es realmente hermoso, pero esa belleza le pertenece. Incluso si está abandonado en el harén, los demás solo pueden mirarlo desde la distancia y no jugar con él.

Varios funcionarios importantes sentados en la parte inferior sacudieron la cabeza en secreto cuando escucharon sus palabras y no pudieron evitar sentirse aún más decepcionados por lo que había hecho Xia Mingxuan.

El banquete organizado por Bai Chenxiao fue mediocre y en el mejor de los casos, bastante satisfactorio. En su última vida, solo fue la esposa de un suboficial de cuarto rango, y nunca tuvo la oportunidad de ver cómo era un banquete en el palacio verdaderamente lujoso. Si no fuera por la ayuda de la colección de libros en el mar del conocimiento, probablemente solo tendría prisa y arruinaría el banquete estatal.

En el jardín imperial, los funcionarios disfrutaron tranquilamente del canto y el baile, y los generales bebieron y comieron carne. El banquete se escalonó, el vino estaba a más de la mitad y los ojos de la mayoría de las personas comenzaron a nublarse.

"Escuché que el Emperador Xia tiene una Concubina que es tan hermosa como un melocotón y una ciruela, y de gran talento, ella debe ser la emperatriz". Zazabal se enamoró de Gu Yunxi a primera vista, sostuvo su copa de vino y se la bebió toda de un trago, miró a Gu Yunxi y lo felicitó.

Xia Mingxuan se rió un par de veces y dijo: "El tercer príncipe está equivocado. Esa persona en el mundo es mi amada Concubina Suave".

Bai Chenxiao se levantó lentamente, saludó a Zazabal y a los demás con una sonrisa en su rostro, sostuvo el vaso con sus dedos delgados y dijo: "He visto al tercer príncipe". Miró a Gu Yunxi con orgullo y se rió en su corazón. ¿Qué pasa con la apariencia de una belleza? Al final, no era más que huesos marchitos, con la cara roja, pero Bai Chenxiao tenía tanto talento que no solo era famoso en el Reino Xia, sino también en el pueblo mongol.

Zazabal se quedó atónito por un momento, luego sonrió, "Ya veo. El Emperador Xia tiene mucha suerte." Después de que terminó de hablar, no miró a Bai Chenxiao, sus ojos todavía estaban pegados al cuerpo de Gu Yunxi.

"Su Majestad, la Concubina también quiere mostrar la amistad como anfitrión a los guerreros mongoles en nombre del Reino Xia, le pído permiso al Emperador". Bai Chenxiao miró a Gu Yunxi, que estaba bebiendo en silencio, cubrió la penumbra en sus ojos, y le dijo a Xia Mingxuan con gracia.

Gu Yunxi hizo la vista gorda ante los ojos provocativos de Bai Chenxiao. Bebía vino de una manera muy aburrida, y de vez en cuando inclinaba la cabeza para mirar a Xia HouJing, que estaba a su lado. Un par de hermosos ojos de flor de durazno estaban ligeramente brillantes con agua, y el color era como una flor de primavera extremadamente hermosa.

"¿Oh? Es raro que una concubina tenga corazón", Xia Mingxuan lo miró y vio la sonrisa confiada en la boca de Bai Chenxiao, asintió y dijo: "Está bien, esperaré y veré ".

Bai Chenxiao se levantó de su asiento e hizo una reverencia a los funcionarios de la corte y el pueblo mongol, "He hecho un poema en respuesta a la escena de hoy, y voy a hacer el ridículo".

"Diez mil copas de buen vino llenan mi corazón, emborracharse y charlar con locura adolescente.

El viento a menudo se lo lleva el viento, estoy solo para intimidar al señor supremo.

Pisa el Templo Lingluo de los Nueve Cielos, ¿Por qué doblar el arco y dispararle al lobo en el cielo?

Hoy invito el vino a la luna brillante, hay un poema en el océano."