La Forma Correcta De Dar Una Bofetada En La Cara.

8.9

Desde que el gran hombre tonto obtuvo la aprobación del padre de Mei, se ha arraigado por completo en la familia Mei.

El padre Mei fue muy indulgente con él, y había un respeto indescriptible en esa indulgencia, lo que hizo que Gu Yunxi sospechara, pensando que el padre Mei conocía la identidad del gran hombre tonto. Pensando en el disgusto no disimulado de Mei Zhipeng hacia los señores de la guerra, suprimió esta sospecha.

Gu Yunxi había dicho antes que el gran hombre tonto es una persona que es muy buena para hurgar en las debilidades de las personas y aprovecharlas. Confiando en el estado de su hermano mayor, insistió en acostarse con Gu Yunxi todas las noches. Dijo que solo tomando la mano del joven puede dormir tranquilo.

No es tan inútil en la familia Mei como piensa el mundo exterior. Como un hombre que solía ser todopoderoso, el gran hombre tonto está muy alerta. Parece que una bestia está aprisionada en su cuerpo. Mientras haya personas sin escrúpulos que se atrevieran a acercarse a Gu Yunxi a medio paso, serían destrozados por él ferozmente.

Esto hizo que Mei Zhipeng se alegrara de ver al gran hombre tonto aferrado a Gu Yunxi.

Como único hijo de la familia Mei, Gu Yunxi tiene muchas personas que pretenden amenazar a Mei Zhipeng a través de él, y nunca hay menos de cinco guardias a su lado entre semana. Ahora que un gran tonto puede hacer frente a diez, el padre Mei está naturalmente feliz.

"Xiao Fei, ¿Estás cansado?" El gran hombre tonto limpió el sudor de la frente de Gu Yunxi con una cara angustiada y siguió gritando: "No quiero que practiques más".

En un abrir y cerrar de ojos, era un verano insoportablemente caluroso. A pesar de que el sitio de práctica había sido trasladado al interior y la familia Mei había transportado una cantidad considerable de cubitos de hielo para refrescarse, aún no podía soportar el calor sofocante que es exclusivo del verano y, con la intensa práctica diaria, todos los adolescentes sudaban profusamente.

El sudor salado pronto volvió a salir, nublando los ojos de Gu Yunxi, frunció el ceño ligeramente, sacudió su cabello, levantó la cabeza y le dijo al gran tonto: "Ve y quédate a un lado, o el Maestro vendrá y te regañará más tarde otra vez."

No es un día o dos que el Viejo Zhuang no puede acostumbrarse al gran hombre tonto. No es de extrañar que siempre le pidiera a Gu Yunxi que dejara de aprender Ópera.

¿Quién en todo el Jardín de Ciruelas no sabía que Gu Yunxi era el tesoro del anciano Zhuang, el discípulo más prometedor, que solo esperaba pasarle el manto? Pero este gran hombre tonto siguió hablando de pedirle a Gu Yunxi que se rindiera y el viejo Zhuang no sabía cuánto tiempo pasó antes de que comenzara a golpearlo.

El gran hombre tonto no está dispuesto a irse, murmurando en su boca: "No aprenderé, no aprenderé más". Seguía limpiando el sudor del joven con las manos todo el tiempo.

"Joven maestro Mei, por favor, ve y grita en otra parte. Tengo que enseñar a mis discípulos." El viejo Zhuang se acercó con un largo látigo en la mano y lo regañó en la cara nuevamente: "Si está inactivo y no tienes nada que hacer, ve a ver la obra, bebe té, haz algo que el joven maestro debería hacer, ¡no vengas aquí a molestar a la gente!"

"Xiao Fei, ¿Has oído eso? ¡El viejo dijo que deberíamos ir a tomar el té!" Al gran tonto se le iluminaron los ojos, tiró de Gu Yunxi y se dispuso a marcharse.

Esto hizo que el anciano Zhuang se enojara tanto que lo pateó.

El gran tonto es inteligente, sabe cómo esconderse

El viejo Zhuang puso los ojos en blanco, ¡Sabía que este chico fingía para él! Hay cosas que escucha y tiene que tergiversar el significado para ti. Algunas palabras, simplemente las tomó y las escuchó. ¡En el futuro, quien le diga que es un estúpido, estará en problemas!