La Forma Correcta De Dar Una Bofetada En La Cara.

6.8

El soldado quedó atónito durante varios minutos, mirando a Gu Yunxi con un poco de obsesión. Los espléndidos ojos del joven parecían brillar con una luz dorada, tan deslumbrantes contra el telón de fondo del sol primaveral.

"Esto es lo más lejos que puedo llevarte". Se encargaba de la seguridad en el exterior de la mansión y por regla general, no se le permitía entrar en ella. Una vez dentro de la mansión, alguien ocuparía su lugar y seguiría guiando al joven. El soldado sonrió con tristeza al pensar que este pequeño recorrido podría convertirse en una de las experiencias más memorables de su vida.

"Nos vemos la próxima vez", Gu Yunxi agitó la mano, le sonrió con una sonrisa amistosa y entró lentamente.

El soldado se quedó allí, mirando la figura del joven que se alejaba gradualmente, hasta que Gu Yunxi desapareció detrás de la puerta, luego se dio la vuelta y se fue de mala gana.

Cuando estaba fuera de la mansión, Gu Yunxi vio la decadencia actual de la mansión del ex-mariscal, pero no esperaba que la soledad en el interior no fuera tanta. No había nadie en la sala de estar vacía, una fina capa de polvo había caído sobre el sofá marrón oscuro, probablemente alguien habia limpiando, pero no con mucha frecuencia.

Sin embargo, para su sorpresa, los rincones de la casa estaban llenos de flores en plena floración, que contrastaban irónicamente con la interminable desolación de la casa.

"¿Eres Gu Yunxi?" Una voz vieja llegó desde el piso de arriba, seguida de un anciano con esmoquin que bajó las escaleras y se acercó a Gu Yunxi, entrecerrando los ojos y examinándolo detenidamente.

Gu Yunxi asintió, como respuesta al anciano, y dejó que lo mirara con calma.

Después de casi diez minutos, el anciano retiró por fin su mirada, hizo dos muecas, señaló una habitación al final del primer piso y dijo con voz apagada: "El viejo mariscal está allí, así que acércate y echa un vistazo. No hagas mucho más y no hagas demasiadas preguntas. Ocúpate de tus asuntos mientras estés aquí".

Gu Yunxi no sabía quién era ese hombre, pero el tono de mando de su voz le resultaba muy ofensivo. Dirigió al anciano una mirada inexpresiva y decidió dejarlo solo por el momento, luego dejaría que esta persona entendiera quién es el maestro.

Entró a grandes zancadas en la habitación donde estaba el ex-mariscal Eggersig y a primera vista vio el único elemento de la sala: una capsula médica transparente en el centro, en la que yacía un hombre viejo y canoso. No había heridas visibles en el cuerpo del hombre, y su pecho aún temblaba ligeramente.

Gu Yunxi frunció el ceño mientras rodeaba la cápsula médica y suspiró, no necesitaba ayuda de JingTian para saber que este ex-mariscal no era su amante. Porque sólo podía sentir una completa extrañeza en este hombre, y no podía sentir ni siquiera una pizca de familiaridad.

La persona que tenía más probabilidades de ser su amante estaba fuera, y se puede imaginar la decepción en su corazón. Gu Yunxi curvó la boca infelizmente, y luego salió sin dudarlo.

Como no es su amante, es demasiado perezoso para tener algo que ver con este "esposo", y no desperdiciará la energía del mundo para salvar a una persona irrelevante.

"Tu habitación está allí, alguien te traerá comida todos los días, no salgas a otras horas y no corras por ahí". El anciano que acababa de aparecer frente a Gu Yunxi volvió a explicar. Miró al joven como si estuviera mirando algo muerto, sin ninguna emoción y había un desprecio indescriptible en sus ojos.

Gu Yunxi no estaba de buen humor en ese momento y no quería perder más tiempo hablando con él, así que utilizó su poder de interferencia mental, que no había utilizado en varios mundos, para hacer que el anciano que tenía delante le adorara como su maestro.