Bleach: Comenzando Como Vasto Lorde

Capítulo 18: El Fin de la Desesperación

Está es una traduccion sacada de Webnovel, todos los derechos reservados a su autor original GloriousMilfHumter, si ahí algún error en la traducción háganmelo saber y trataré de corregirlo.
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Kazuya observó a Cirucci con una mirada de admiración. Al alterar su forma fisica sin desactivar su Resurrección, Cirucci había dañado permanentemente su Zanpakuto. Nunca más podría blandir sus alas y garras y, lo que es más importante, nunca volvería a asumir su forma humana anterior. Los esfuerzos que hizo para derrotarlo fueron impactantes y admirables.

Su inquebrantable orgullo como Espada se negó a decepcionarla, independientemente del desafio.

"Cirucci, no importa lo perra que seas", dijo. "No puedo evitar admirarte."

"No necesito tu compasión ni tu respeto", escupió Cirucci mientras bajaba la mirada, su salvaje melena plateada proyectaba una sombra sobre su rostro empapado de sudor. "Soy un soldado. Un guerrero. Te derrotaré y te arrastraré a Baraggan, incluso si eso me mata".

La vida de Cirucci siempre había sido un torbellino de momentos robados y tiempo prestado. Una vez había vagado por los paisajes desolados de Hueco Mundo, una Adjuchas sin rumbo que se arrancó la máscara en un intento inútil de escapar de su desesperación. Pero ella sobrevivió, e incluso evolucionó hasta convertirse en un Arrancar. Fue el mayor error de su vida cuando Baraggan se enteró de su poder y la obligó a someterse como uno de sus Espada.

Ella estaba encadenada a su cruel reinado, una marioneta que bailaba según todos sus caprichos.

La alternativa era convertirse en la cáscara de un alma dentro del laboratorio de un loco.

"Te liberaré de la opresión de Baraggan", dijo Kazuya, su voz teñida de empatía y convicción. "–Con la muerte."

Por mucho que él simpatizara con su impotencia, estaban en extremos opuestos de los caminos como enemigos. No podía permitirse el lujo de mostrarle misericordia.

La risa de Cirucci resonó, áspera y desafiante, cuando se volvió hacia Dordoni. "Dordoni, maneja al otro Vasto Lorde de allí. No me quedará mucha energía después de lidiar con este tipo. Ese también es fuerte".

Era raro que ella dejara de lado su orgullo y buscara ayuda, incluso de compañeros soldados bajo el misımo gobernante. Sin embargo, hoy hizo una excepción, creyendo que su batalla con Kazuya bien podría ser la última. Estaba decidida a cumplir con su deber como Espada hasta el amargo final, sólo para evitar el mismo destino que los otros subordinados de Barragán que le fallaron.

Dordoni asintió ante su petición. "¡Puedo hacer eso, Cirucci!"

"Centraré mi Reiryoku en un solo ataque".

Cirucci no paró ni un segundo en desesperarse. Todavía tenía esperanzas de destruir a Kazuya: la cola amenazadora que se alzaba detrás de ella finalmente podría usar el Reiryoku que había canalizado previamente para mantener el control sobre sus alas.

Su cola erguida proyectaba un enorme abanico rosa en su extremo. Un gran fanático del Reiatsu que podía atravesar asuntos fisicos con facilidad.

"Entonces tampoco me contendré".

Kazuya cerró los ojos y sintió cada fibra de Reishi formando su cuerpo Hollow. Canalizando su Aspecto de la Muerte, deslizó mechones de su Reiatsu dentro de su Reishi, haciendo que se integrara y se entremezclara con su cuerpo. Una técnica que había perfeccionado sin cesar durante el último mes para aumentar la densidad de sus músculos, lo que le conducía a una mayor potencia explosiva y durabilidad a costa de una menor movilidad.