Bleach: Comenzando Como Vasto Lorde

Capítulo 178

Capítulo 178: La Culpa

Está es una traduccion sacada de Webnovel, todos los derechos reservados a su autor original GloriousMilfHunter, si ahí algún error en la traducción háganmelo saber y trataré de corregirlo.
-----------------------------------------------------------------

Izumi se despertó sobresaltada, su corazón latía con fuerza en su pecho mientras miraba al techo. "La energía espiritual de Otouto..."

Aunque los Quincy no eran conocidos por sus agudos sentidos espirituales en comparación con los Shinigami, Izumi tenía un reconocimiento profundo, casi instintivo, del Reiatsu de Kazuya. Ella nunca confundiría su Reiatsu con el de otra persona.

'Él está luchando contra algo. ¿Un Hollow o un Shinigami?' Ella reflexionó, frunciendo el ceño. Al final poco importaba el rival. El sueño de revivir la raza Quincy podría haberse escapado de sus dedos, pero no dudaría en empuñar su arco Quincy para protegerlo.

Dejó a un lado la manta y se puso un cárdigan sobre su sencillo camisón.

'Espera, Otouto-kun. Ya voy'.

Al llegara la puerta, Izumi se detuvo y notó que Lisa, la criada titular, se ponía los zapatos apresuradamente. Al igual que ella, Lisa había salido apresuradamente de su habitación con una camisa y una falda informales.

Sintiendo la presencia de Izumi, Lisa se giró, con un atisbo de sorpresa brillando en sus ojos. Había esperado, con bastante optimismo, que las intensas firmas de Reiatsu que abarrotaban la ciudad de Karakura no despertaran a Izumi. Ver a Kazuya con su traje de Shinigami destruiría todo su arduo trabajo.

"Izumi-sama, tú... no, no puedes acudir a él."

El ceño de Izumi se frunció en confusión. "¿Por qué no?"

"Porque..." Lisa vaciló por un momento, sus ojos bajaron a sus zapatos. "El está peleando contra un oponente fuerte. Le empeorarás las cosas en tu condición actual".

El ceño de Izumi se hizo más profundo. "He luchado contra Hollows durante años. No me subestimen sólo porque experimenté algunas semanas difíciles".

"No te estoy subestimando." Lisa se arregló los cordones de los zapatos y se puso de pie antes de juntar sus zapatos. "Estás subestimando a tu hombre. Es el Quincy más fuerte que yo sepa. Simplemente estar cerca de su Reiatsu nos matará. No podrás mostrar tu afecto si mueres".

Inventó excusas que parecían convincentes desde su perspectiva.

"P-Pero... quiero verlo, abrazarlo... quiero sentir su calidez".

La mirada de Lisa se suavizó al ver el lado necesitado de Izumi. "Lo traeré de regreso tan pronto como derribe a su enemigo. Por favor, puedes dormir sin preocupaciones".

"Está bien... gracias, Lisa. Aprecio tu preocupación por mí".

Lisa asintió y salió corriendo por la puerta. Sus pasos se detuvieron cuando vio a Shinji apoyado contra la pared con los brazos cruzados y los ojos cerrados.

"¿Te estás haciendo pasar por un narcotraficante hoy?"

Shinji soltó una risita irónica. "Lisa, ya nos echaron de su mundo. Lo que les pase a ellos no es nuestro problema".

Lisa puso los ojos en blanco. Apenas convenció a Izumi para que se quedara en casa, y ahora Shinji quería convencerla de que se quedara atrás. "Sólo quiero ver qué Arrancar está causando estragos en mi ciudad".

Se guardó sus sospechas más profundas para sí misma, sospechando que en medio del Reiatsu del Shinigami, acechaba una presencia familiar. Tenía que comprobar si estaba alucinando bajo la Zanpakutō de Aizen o si la pequeña niña a la que le leia cuentos estaba presente en la ciudad.

Shinji, sin embargo, bloqueó su camino, con expresión seria. "Son los subordinados de Aizen. ¿Entiendes las implicaciones de eso?"

"Ah. ¿Kazuya tenía razón, entonces?"

"Exactamente. No me quedaré quieto viendo cómo arriesgas tu vida tontamente",

"No voy a morir antes de conocer a mi príncipe azul y corromperlo hasta convertirlo en DEMONIO". Lisa caminó y miró por encima del hombro, mostrando una sonrisa descarada. "Aunque aprecio el aviso".

"Tonto", gimió Shinji, frotándose la nuca. Agarró la katana cubierta que estaba junto a la pared y se la arrojó a Lisa. "Toma esto entonces".

Lisa atrapó la espada sin darse la vuelta y rompió las capas que cubrían la espada. "Gracias, Shinji."

...

Al mismo tiempo, la mansión de Kazuya.

Apacci sintió una oleada en sus venas, una reacción al pico en el Reiatsu de Kazuya. Estaba sentada en la mesa del comedor con Harribel y Cirucci, quienes no parecían inmutarse por el alboroto. Cirucci estaba alimentando tiernamente con biberón a los gatitos, con sus instintos maternos a la vista, mientras Harribel la observaba con una sonrisa gentil, casi melancólica, que reflejaba su propia naturaleza innata y protectora.

"Tier, está luchando contra un Arrancar. ¿Puedes dejar de ignorarlo?"

Aunque todos estaban al tanto de la excursión de Kazuya, la repentina aparición de numerosos Arrancar fue inesperada. Apacci habría tomado gustosamente su lugar en la batalla si no fuera por su actual apariencia de Shinigami, lo que complicaba su capacidad de intervenir.

Harribel se volvió hacia Apacci, con su sonrisa todavía en su lugar pero sus ojos serios. "¿Ese Reiatsu no te recuerda al de Kazuya cuando se convirtió por primera vez en un Arrancar?"

"Ahora que lo mencionas... sí, tiene cierto parecido. ¿Está peleando con su hermano?"

Harribel negó con la cabeza. "No puede ser su hermano... ustedes dos quédense aquí. Iré a ver si necesita ayuda".

"Yo también quiero ir", refunfuñó Apacci. "PERO él dijo que no puedo involucrarme".

Cirucci sonrió, sosteniendo a los gatitos envueltos en una toalla suave. "Lady Apacci, hay una buena razón detrás de su cautela".

"Lo sé, joder. Podría hacer algo irracional para exponerlo. Tier, tú también. No hagas nada que pueda arruinarlo todo".

Harribel reconoció las palabras de Apacci con un movimiento de cabeza y se levantó de su asiento. Se puso una sudadera negra sobre la camisa, se subió la cremallera hasta el pecho y se puso la capucha sobre la cabeza. La cubierta de la noche afuera le brindó una oportunidad perfecta para ocultar sus rasgos distintivos mientras se preparaba para aventurarse en la oscuridad incierta.

...

Sociedad de Almas.

La bulliciosa sede del 12° Escuadrón de alta tecnología, el Instituto de Investigación y Desarrollo Shinigami, estaba inundada de una energía repentina y frenética. Los operadores corrían de un lado a otro en un estado cercano al pánico. El motivo de su angustia: sus dispositivos acababan de detectar múltiples Arrancars de alto nivel convergiendo en el mismo lugar que un grupo de sus estudiantes.

Sus dispositivos precisos fallaron en alguna parte y pasaron por alto las distorsiones espaciales de Garganta. En una división donde los pequeños errores pueden significar un desastre, tal descuido podría tener consecuencias nefastas e incluso alterar la vida.

Akon, sin embargo, no parecía preocupado en absoluto por las consecuencias. "Envíe una transmisión al Capitán Comandante. Él debe saber esto lo antes posible".

Entendió lo que estaba en juego: la presencia de poderosos Arrancars muy cerca de sus estudiantes era una amenaza del más alto nivel, una que exigía acción inmediata y la participación de los niveles más altos de la Sociedad de Almas.

El Gotei 13 tuvo que movilizar refuerzos para brindar apoyo lo antes humanamente posible.