Bleach: Comenzando Como Vasto Lorde

Capítulo 117: Misericordia

Está es una traduccion sacada de Webnovel, todos los derechos reservados a su autor original GloriousMilfHunter, si ahí algún error en la traducción háganmelo saber y trataré de corregirlo.
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N/A: Sé que Tsubasa no es agradable. Ella nunca estuvo destinada a ser agradable. Una nota más, ella no es una tsundere. Se supone que los espíritus Zanpakutō son excéntricos ya que toda su razón de existencia se basa en los deseos internos de un Shinigami. Asi que sí, mi pieza ha terminado. Disfruta el capítulo y dame piedras :)

...

Aunque Kazuya deseaba humillar al altivo Espíritu Zanpakutō, sabía que no debía desperdiciar sus energias en ataques inútiles contra su escudo. Hizo una pausa, entrecerrando los ojos para estudiar las llamas casi celestiales que rodeaban a Tsubasa y su escudo guardián. Estos fuegos luminosos e incandescentes contrastaban marcadamente con las siniestras llamas carmín de Nami. Era como si Tsubasa hubiera sido creada para ser el polo opuesto de Nami, la luz radiante en la oscuridad de Nami, su antítesis.

'Ella podria haber heredado la propiedad vital de las llamas de Phoenix'.

Una conclusión fue irrefutable de su primer enfrentamiento: sus llamas no lo hirieron, ni siquiera superficialmente. ¿Y por qué lo harían? Todos ellos se originaron en su alma.

Apoyando suavemente su palma contra su máscara adornada, Tsubasa inclinó su cabeza con una rigidez maníaca. "Aunque no tengo ninguna objeción a permanecer aquí mientras usted se maravilla de mi gracia perfecta, el reloj no perdona, Maestro. Cada momento que desperdicie en este mundo interior pasará factura a su conciencia".

"Dime, ¿puedo golpearte por cualquier medio necesario?"

Lo últimno que quería era que ella invalidara su victoria ganada con tanto esfuerzo mediante una táctica solapada; ella podría hacer eso sólo para cabrearlo aún más.

"Tu único objetivo es liberar a Nami de mi alcance. Los medios son intrascendentes siempre que se logre tu objetivo". Hizo una pausa y sus labios se curvaron en una sonrisa maliciosa. "Cualquier intento de usar tu habilidad de Opresión a distancia sería en vano ya que poseemos el mismo nivel de Reiatsu en este reino. Es casi una lástima, de verdad. Tienes la determinación, la voluntad inquebrantable de protección. Lo que te falta es la capacidad de eludir mi defensa invencible."

Sus burlas, ya fueran provocaciones premeditadas o un genuino exceso de confianza, sólo avivaron el fuego de su determinación de ponerla en su lugar.

Enfrentada a su silencio hirviente, Tsubasa se lamió generosamente los labios. "Concediendo-"

Desafiando sus calculadas predicciones, Kazuya se transformó en su forma de Alma, conjurando su Zanpakutō con un movimiento de su mano. La katana se materializó sin esfuerzo, y una cruda comprensión lo invadió: Tsubasa había manipulado metódicamente su mundo interior, transformándolo en su campo de batalla personal. Ahora tenía sentido por qué había pasado tres meses enteros convocándolo a este juicio; ella no sólo estaba creciendo, sino conspirando para este preciso momento.

Aun así, no tenía ningún deseo de perder contra un alma de tres meses, y mucho menos la manifestación de sus propios deseos.

"Sabes que esa espada no tiene ningún poder especial", dijo, señalando la katana en su mano. "Es una espada que nunca podrá atravesar mi escudo".

"Una espada es tan fuerte como quien la empuña."

Abruptamente, él desapareció, reapareciendo ante ella en una deslumbrante racha de Hirenkyaku. Su escudo surgió para llenar el aire entre ellos. Se abalanzó, su katana buscando los minúsculos huecos en su aparentemente invencible escudo, sólo para ser repelido por una fuerza invisible. Al parecer, el escudo fisico no era más que una ilusión: la verdadera protección era una barrera que protegia a su dueño.