Bleach: Comenzando Como Vasto Lorde

Capítulo 141: ¿Ser su Dios?

Está es una traduccion sacada de Webnovel, todos los derechos reservados a su autor original GloriousMilfHunter, si ahí algún error en la traducción háganmelo saber y trataré de corregirlo.
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"¿Qué carajo, Skull? ¿Por qué hiciste eso?"

El aire estaba cargado de tensión cuando Mila Rose dirigió su mirada penetrante hacia Kazuya, su rostro velado por un ceño inusual. Su delito fue recortar su majestuoso cabello plateado. El nuevo peinado hacia atrás añadió un toque de profesionalismo a su apariencia general. La persona que lo vio en Hueco Mundo como Hollow lo habría identificado fácilmente por su llamativo peinado. Tuvo que mezclar las cosas.

(N/A: Imagina el peinado de Archer jajaja.)

Su nuevo peinado inesperadamente hizo que Mila Rose se asustara, dejándolo un poco desconcertado.

Apacci puso los ojos en blanco y dejó escapar un resoplido desdeñoso. "¿Por qué haces un berrinche? Se ve mucho mejor, como si pudiera ver su rostro sin que su cabello se interponga en mi camino".

Mila Rose solía ser asertiva y valiente. En este momento ella parecía nerviosa. Sus labios se abrieron como para replicar, pero lo único que logró fue un susurro. "Se veía mejor antes".

Sung-Sun se acercó, con los ojos brillando ante la oportunidad de burlarse de Mila Rose. "Oh, creo que lo entiendo", ronroneó. "El peinado anterior de mi marido se parecía a la melena de un león, y todos sabemos que Rose es una leona de principio a fin".

"Sí, me encantaba su pelo anterior", confesó Mila Rose. "Porque se veía infinitamente mejor".

"Es sólo pelo" Kazuya extendió la mano y acarició la melena negra de Mila Rose. "Volvera a crecer".

La tierna caricia y la sutil sonrisa en sus ojos tuvieron el efecto deseado. Sus mejillas adquirieron un sutil tono rosado. "Prométeme que no lo volverás a cortar sin decírmelo".

Dejó que sus dedos permanecieran un momento más en su cuero cabelludo antes de retirar la mano. "Ahora eres dueño de los derechos de mi cabello. ¿Feliz?"

Riendo suavemente, lo acercó a ella en el lujoso sofá. "Le has dado a Apacci suficiente tiempo. Ahora es mi turno".

Sung-Sun se acercó silenciosamente y se acurrucó junto a él, poniendo su cabeza en su regazo. "Él puede malcriarnos a ambas. Le ahorra el tiempo que puede pasar con nuestra Reina Harribel".

"Funciona para mi."

El acosador y el acosado resolvían sus problemas cuando tenían que estar cerca de él. No podría estar más emocionado por su vínculo.

Apacci observó la alegre sonrisa de Kazuya mientras estaba rodeado de sus amigos. Una calidez indescriptible la invadió. "Entonces iré a buscar la comida. Kazuya, ¿quieres algo?"

Kazuya no pasó por alto la fugaz pero tierna expresión que cruzó brevemente el rostro de Apacci. Esta vez, ella realmente sintió felicidad por él, en lugar de envidia.

"Un poco de dango dulce", pidió, y la sola mención de la golosina hizo que sus ojos se iluminaran con anticipación. "Y mucho sake".

"¿Quieres beber alcohol?"

"Si".

Los labios de Apacci se curvaron en una tierna sonrisa mientras giraba las llaves alrededor de su dedo, girando con gracia sobre su talón. "Lo tengo."

{Beberemos esta noche, ¿verdad? ¿Quién es la afortunada que te acompañará?}

'¿Qué hay de todas?'

{Hooo, una orgía. Entonces lo veré desde el margen.}

'Cobarde.'

{La Emperatriz Demonio no es una cobarde, sino una tímida doncella enamorada}, dijo Nami con una risita. {Tengo una idea para complacer el Aspecto de la Muerte de Apacci. ¡Haz que se vista de monja! Deja que ella te adore a ti y a la tierra por la que caminas. Juego de roles como su dios.}

'Eso es demasiado. No voy a degradar su existencia sólo para aumentar su poder'.

Por mucho que le encantara el cosplay de monja, nunca obligaría a Apacci a hacer nada en contra de sus deseos. Luchó por su propia libertad y creía que sus amantes merecen nada menos que lo mismo.

{Entonces puedes convertirla en tu sirvienta. ¡Enséñale los caminos de una doncella devota!}

'Ya veré.'

Le dio un codazo a Sung-Sun. "No veo a Tier por ninguna parte".

"Llevó al niño afuera con Lisa", intervino Mila Rose con una sonrisa traviesa. "Fuiste reemplazado por una niña pequeña. Si quieres llorar con todo tu corazón, siéntete libre de tomar prestado mi hombro".

"¿Puedo tomar prestado tu cofre?"

"Eh, no veo ningún problema con eso", se rió. "Solo debes saber que Harribel-sama nunca te reemplazará. Ella te ama demasiado".

Sung-Sun guió sus manos para apretarle los pechos. "Aún no te has casado con ella. Puedes usar mi par real para sanar tu corazón roto".

"No me hagas caso."

Los ojos de Mila Rose se entrecerraron mientras observaba a Kazuya jugueteando juguetonamente con los pechos de Sung-Sun. Aunque encontró que Kazuya era el epítome de todos los rasgos que admiraba (fuerza, protección y coraje), había una fuerza intangible que la detenía, impidiéndole rendirse por completo a su pasión. Todo lo que podía oír era el persistente susurro de sus instintos, advirtiéndole que las cosas nunca funcionarían con Kazuya.

De repente detuvo sus travesuras juguetonas y dirigió su atención hacia ella. "Rose, como te dije antes, no tienes que reprimir tus problemas y ansiedades. Estamos aquí para escuchar".

"No es nada", desvió, evadiendo el peso de sus propios sentimientos mientras jugueteaba con el control remoto. "¿Qué quieres ver?

"Cualquier cosa que sugiera."

Mila Rose buscó entre los canales, esperando encontrar algo cautivador, pero lo único que encontró fue un mar de mediocridad. "Todo es aburrido".

"Esposo, ven a mi habitación. Leeremos mi picante manga de mujeres mayores que me prestó Lisa".

Lisa la había conducido por la madriguera del conejo, y ahora Sung-Sun quería arrastrarlo a él también. Desafortunadamente para ellos, él ya era un degenerado más grande que ambos juntos.

{No pueden competir con los Señores de la Degeneración.}

Mila Rose miró a Sung-Sun. "¡¿Por qué estás tan cachonda todo el tiempo?!"

"¡Tú eres la extraña que no se pone cachonda con su marido!" Sung-Sun replicó con una risa descarada. "Esposo, hagamos algunos recuerdos conmovedores en mi morada".

"No, él se quedará aquí".

La Serpiente y la Leona comenzaron a tirar de sus brazos en un literal tira y afloja. Se encontró tirado de un lado a otro, ambos gruñéndose el uno al otro mientras peleaban por él como si fuera un juguete.

"Chicas", ordenó, bajando la voz a un tono escalofriante que atraveso su acalorada batalla. "Detén esta mierda ahora mismo".

Sung-Sun cedió con un suspiro. "Lo admito. Las serpientes no están hechas para ganarle a los gorilas con fuerza bruta".

Mila Rose abrazó su brazo como un trofeo y sacó la lengua, su expresión era el epítome del regodeo infantil. "Perdedor~"

Sung-Sun se inclinó y sus labios rozaron ligeramente su mejilla mientras susurraba su próximo movimiento. "Esposo, tu objetivo ahora es hacer que ella te acepte como su compañero. Tendrás éxito o ningún trío".

"Desafío aceptado."

Perder el placer de un trío, especialımente con el erótico Sung-Sun, ni siquiera era una opción. Después del evento anterior en Hueco Mundo, tenía plena confianza para lograr que Mila Rose lo aceptara.

{Esté a la altura de las circunstancias, oh Príncipe de los Huecos.}