Bleach: Comenzando Como Vasto Lorde

Capítulo 75: Primera Conquista (II)

Está es una traduccion sacada de Webnovel, todos los derechos reservados a su autor original GloriousMilfHumter, si ahí algún error en la traducción háganmelo saber y trataré de corregirlo.
-----------------------------------------------------------------

Apacci lo acercó más, su rostro enterrado aún más en el calor de su pecho. "Toma esto como una recompensa por ser un ganso tonto".

Después de un par de momentos de ser mimado, él se liberó de su abrazo y besó sus labios. "Voy a quitarte los pantalones y luego te follaré tontamente".

Trabajando en su cinturón, le bajó los pantalones por las piernas y se los arrojó con indiferencia. Una mancha de humedad apenas visible en su ropa interior negra le hizo sonreír. Le dio un suave beso antes de despojarla de la barrera final entre ellos.

La marimacho se quedó con la camisa medio desabrochada, mostrando su coño mojado y ansioso por ser penetrado. Tenía que decir que parecía la mujer más sexy del planeta. Pero no podia apresurarse ya que era su primera vez.

Tomando el asunto en sus propias manos, arrojó su camisa al suelo. "¡No dejaré que juegues conmigo en todo el día!"

Ella no era la que seguía ofendiéndose. Apartándolo de ella, lo empujó sobre la cama y arrastró su ropa interior hasta los tobillos. Ella se quedó sin palabras cuando su miembro completamente erecto salió de su ropa interior. Su aliento acarició la sensible piel de su miembro.

Levantó su cuerpo y la encontró completamente absorta en la vista que tenía ante ella. Durante casi un minuto, ella se limitó a mirar su polla, observando cada vena gruesa y absorbiendo su aroma. Su entusiasmo anterior casi se había desvanecido después de encontrarse cara a cara con el monstruo escondido dentro de su ropa interior.

No pudo evitar sonreír. "¿Te gusta?"

Un escalofrío recorrió la columna vertebral del Arrancar mientras ella rápidamente inclinaba la cabeza. "Es... Es más grande de lo que imaginaba... ¡Eres una bestia!"

Suavemente, acarició su cuerno y bajó su cabeza, acercándola a su ansiosa polla. "¿Sabes qué hacer ahora?"

Ella envolvió sus dedos alrededor de su circunferencia venosa, sus cinco dedos apenas cubrían la longitud de su eje. "¿Necesito chuparlo...?"

Fue una sugerencia incierta que surgió de la nada, pero el pensamiento se había alojado en su mente. Mientras se metía el pelo detrás de las orejas, bajó la cabeza con cautela y sacó la lengua para saborearlo. Una ceja levantada y un par de lamidas lentas y exploratorias señalaron su inesperado disfrute del sabor de su polla.

Ella se volvió más atrevida, su lengua girando alrededor de la parte superior de su polla antes de sellar el acto con un beso descaradamente lujurioso sobre su bulbosa corona.

Sus ojos revolotearon para encontrarse con él mientras comenzaba a deslizar sus labios a lo largo de su eje. "¿Como esto?"

Él gimió ligeramente ante su beso. "Uhhmm. Lo estás haciendo bien."

Sus elogios fueron el estímulo que necesitaba para hacer todo lo posible. Sus mejillas succionaron de manera lasciva mientras su lengua jugueteaba continuamente con su sensible miembro. Su movimiento de cabeza se volvió más deliberado, manteniendo un ritmo que se centraba en la mitad superior de su magnífica polla. Inconscientemente, su mano encontró su cuerno, apretando su agarre y usándolo para guiar sus acciones. Una idea salvaje de que ella tuviera dos manillares pasó por su mente antes de que el placer cada vez mayor la alejara.

Tuvo que hacer una pausa para recuperar el aliento y contener el orgasmo que se acercaba rápidamente. Era su primer intento pero de alguna manera parecía mejor que su amante anterior.

'¿Experiencia de vida anterior?'

Apenas tuvo la oportunidad de reflexionar antes de que el placer nublara sus pensamientos.

"Apacci", la llamó por su nombre con voz ronca. "Estoy cerca..."

Ella solo parpadeó ante su advertencia y retiró la mano de alrededor de su miembro. Sin disminuir el ritmo ni darle un momento de respiro, ella continuó moviendo la cabeza por su miembro. Esta vez, ella no se detuvo a medio camino y deslizó sus labios por su polla cubierto de saliva, deteniéndose sólo cuando él golpeó la parte posterior de su garganta. Su lengua trabajó en su sensible punta, su mirada todavía fija en él incluso mientras el rubor calentaba sus mejillas.

Fue la imagen de su amor, combinada con sus devotos esfuerzos, lo que le quitó el control.

Un gemido salió de su garganta mientras la sujetaba en su lugar con su cuerno y dejaba escapar una enorme carga de semen. Sus ojos se abrieron cuando el miembro tembloroso llenó su boca con fluidos viscosos. Ella se separó de su polla con un pop y tosió, el semen blanco goteaba por sus labios.

"L-Lo siento. Eso fue demasiado."

Se tomó un momento, un respiro, para recomponerse antes de encorvarse y sonreírle, extendiendo una mano para acariciarle suavemente el cabello. "Está bien. Lo hiciste muy bien".

Inflando su pecho, se limpió la boca y rápidamente acortó la distancia entre ellos para abrazarlo. Sus pechos se apretaron contra su pecho bajo la amplia fuerza, y sus pezones erectos le hicieron cosquillas.

A pesar de su excitación y de sus impulsos sexuales apenas satisfechos, encontró un contenido genuino en sus brazos.

"Mira. Soy mejor de lo que Mila Rose jamás podría ser..." sus palabras se quedaron cortas cuando sintió que él se endurecía de nuevo, empujando su cintura. Por alguna razón, ella tenía la idea errónea de que su miembro flácido señalaba el final de su acto sexual.

Como se dio cuenta, su suposición no podría estar más lejos de la verdad.

Agarrando su culo redondo y firme, la levantó y luego ella se encontró cayendo de nuevo sobre la cama. Una ráfaga de déjà vu la invadió, recuerdos de los momentos en que él había jugado tan burlonamente con sus turgentes senos: ella estaba de nuevo en la misma posición.

El proceso se hizo eco de los mismos momentos: un rastro de besos apasionados que comenzaban desde su cuello, migrabarn hasta el valle de su pecho y luego hacían un viaje sensual por su tonificado estómago. Evitando hábilmente su agujero hueco, llegó a su entrepierna y le plantó un beso electrizante justo en su clítoris hinchado.

"Me pregunto por qué estás tan mojada."