IMPERMANENCIA I WUCHANGJIE

Capitulo 53

Cuando Zong Ziheng regresó a la residencia de invitados, vio a Huang Hong y Huang Wu custodiando la puerta. Les lanzó una mirada inquisitiva.

"Su Alteza", dijo Huang Wu. Su novena alteza está encerrado en la habitación y se niega a salir.

Zong Ziheng miró la puerta bien cerrada y suspiró. Era cierto que sus palabras anteriores eran fuertes, pero cuanto más viejo se hacía Zong Zixiao, más tenía sus propias opiniones. Si no le enseñaron a entender lo que está bien y lo que está mal y las compensaciones entre ganancias y pérdidas en momentos críticos, sería aún más difícil corregirlos en el futuro.

"Su Alteza, ¿Le gustaría entrar y mirar?"

Zong Ziheng vaciló por un momento y luego negó con la cabeza. "Llévalo de regreso a Daming."

Huang Hong sonrió amargamente. "La Novena Alteza no vendrá con nosotros."

"Entonces mantén un ojo sobre él, y nos iremos a casa cuando termine aquí."

"Sí, Gonshuju ..."

"No lo vuelvas a mencionar", dijo Zong Ziheng con expresión seria.

Los dos hermanos se miraron.

"..... Sí."

Zong Ziheng planeaba encontrar a Xu Zhinan y Cheng Yanzhi.

Los discípulos de la Secta Chunyang estaban haciendo guardia fuera de su casa de huéspedes día y noche por turnos. Todos parecían apáticos. Al ver a Zong Ziheng, varios de ellos se inclinaron. "Saludos, Su Alteza."

"¿Dónde está tu Da Shixiong? Quiero verlo."

"Da Shixiong está con Cheng Shixiong."

"¿Cheng Zhenren se despertó?"

"No", dijo el discípulo con tristeza.

"Iré a ver."

"Ah, Su Alteza", dijeron avergonzados, "Da Shixiong dijo que nadie puede ... molestar."

Zong Ziheng dijo: "Estoy preocupado por su salud. Quería persuadirlo de que no trabajara demasiado." Después de decir eso, pasó junto a varias personas directamente hacia el patio.

Esos discípulos no se atrevieron a detenerlo; solo podían mirarse el uno al otro.

Zong Ziheng caminó hasta la habitación de Cheng Yanzhi y llamó a la puerta suavemente. "Xu Dage, soy yo."

No se oía ningún sonido dentro de la habitación, pero a través de la puerta, podía oler el fuerte olor a hierbas del interior.

"¿Xu Dage?" Zong Ziheng esperó un momento y luego volvió a llamar a la puerta.

Hubo un golpe repentino desde el interior, como el sonido de una persona cayendo al suelo.

Zong Ziheng empujó apresuradamente la puerta para abrirla. "Xu ..." Estaba aturdido por la vista frente a él.

En el suelo, en el orden de las siete estrellas de Beidou Qixing [1]había siete candeleros de cobre viejos. Cada uno tenía una vela blanca, más gruesa que la muñeca de un adulto, ardiendo con una llama incandescente.

Xu Zhinan, que se había derrumbado en el suelo, dijo débilmente con voz muda: "Cierra ... Cierra la puerta rápidamente."

Zong Ziheng volvió a sus sentidos y rápidamente cerró la puerta detrás de él, aislándolos de los discípulos de la Secta Chunyang que habían venido de escuchar el sonido. Quería correr para ayudar a Xu Zhinan, pero tan pronto como levantó los pies, cayó al suelo suavemente, por temor a que su túnica levantara un poco de viento; ya había adivinado lo que tenía frente a él.