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Capítulo 1118

"No estaría aquí si Saeng ya hubiera regresado a casa".
Contestó Hyun casualmente, mientras se recargaba cómodamente sobre su auto, con la sonrisa encantadora que lo distinguía. Ese hombre era la esencia del carisma.

"Saeng ha tenido demasiado trabajo últimamente. Ha estado tan ocupado que seguramente no ha tenido ni tiempo de pensar en su casa y su familia. ¿Ya intentó llamarlo por teléfono?"
Preguntó KyuJong, devolviéndole la sonrisa, mientras cruzaba los brazos y los músculos de sus brazos se expandían. La figura atlética de KyuJong era capaz de hechizar incluso al chico más fuerte; no era de extrañar que tantos chicos estuvieran tan locamente enamorados de él.

"No, aún no. ¡Pero no te preocupes! Será mejor que te vayas a casa. Esperaré un poco más".
Dijo Hyun, mientras levantaba la cabeza, como si tratara de ver al interior de la base militar. Sabía que no debía interrumpir a su esposo cuando estaba trabajando, y llamarlo lo distraería, lo cual podría significar que tuviera que esperar más tiempo. Ser paciente era su propia recompensa.

"¡Está bien! Entonces me voy. Llame a Marco si nota que tarda mucho en salir, para que le recuerde que es hora de ir a casa".
Dijo KyuJong, pues sabía que a veces Saeng se concentraba tanto en su trabajo que olvidaba detenerse. Conocía muy bien a ese chico y sabía que le gustaba trabajar muy duro, a veces demasiado duro.

"Sí, eso haré. Por cierto, cuida bien a kiki".
Dijo Hyun tan pronto como KyuJong se dio la vuelta. No había dicho esas palabras al azar, ni era un cliché para despedirse; solo esperaba que KyuJong se olvidara de Saeng para poder amar a su esposo como se lo merecía.

Cualquiera sentiría pena por HongKi si no fuera feliz en su matrimonio. Por eso se había despedido así, esperando que sus palabras lograran impactarlo.

"¡Claro que lo cuidaré! ¡Adiós!"
Al parecer las palabras de Hyun tuvieron el efecto deseado, pues los músculos de KyuJong se pusieron rígidos, y pasaron unos segundos antes de que pudiera decir algo. En realidad Hyun no tenía que recordarle que lo cuidara, pero en esas palabras iba oculto un mensaje:"Olvídate de Saeng y aprende a amar a tu esposo. Una sonrisa de satisfacción apareció en el rostro de Hyun; sabía que a veces, no valía la pena ser demasiado directo, solo un par de palabras en el momento adecuado podían dar en el clavo.

Los hombres hablaban de esta manera todo el tiempo, y como KyuJong era muy inteligente, entendió de inmediato el significado de la despedida de Hyun. Después de decir adiós, se subió al auto, mientras asentía con la cabeza. Finalmente se alejó a toda velocidad, esbozando una sonrisa amarga.

Mucha gente conocía la habilidad de Hyun para hablar, así como su crueldad, pero sobre todo su inteligencia. De tal forma que le dejó a KyuJong en claro con muy pocas palabras que debía olvidarse de Saeng; solo así podría llegar a amar a su esposo con todo su corazón. Hyun quería a HongKi como un hermano, por lo tanto deseaba verlo feliz. Y como esposo de Saeng no toleraría a ningún rival. Lo mejor para KyuJong era seguir adelante y amar a quien se suponía que debía amar.

La noche caía más temprano en invierno y la ciudad se había convertido en un mar de luces de colores cuando KyuJong llegó al centro. Las luminarias que se encendían o se apagaban de vez en cuando le daban calidez a esa fría noche de invierno.

Si cada luz representara un hogar, KyuJong esperaba que ninguna de esas luces se apagara, pues todas las personas merecían tener un lugar para descansar, vivir y amar. Esas luces eran muy reconfortantes y le indicaban que ya estaba cerca de casa.

Disminuyó la velocidad cuando pasó por una florería; permaneció pensativo por un segundo, luego aceleró nuevamente y continuó su camino. Sabía que sería un detalle muy romántico comprar un ramo de flores para su esposo, y que él podría incluso ser más amoroso después de recibir un regalo como ese, pero no se sentía tan romántico ese día.

"Ya es muy tarde. ¿Por qué todavía no llega Kyu? ¿Siempre llega tan tarde?"
Dijo KyuJin, quien anteriormente ya se había quejado de que su hermano trabajara tanto. Estaba tan ansioso que no podía apartar los ojos del reloj que colgaba en la pared.

"Debe estar muy ocupado. Casi siempre trabaja tiempo extra. ¿Tienes hambre, Jin? La cena ya está lista. No tenemos que esperar a Kyu".
Dijo HongKi con una sonrisa avergonzada. Sin embargo, ya se había acostumbrado a esperarlo, pues sabía que no había mucho que pudieran hacer al respecto y prefería cenar con él. Pero no le parecía justo que KyuJin tuviera que hacerlo también.

"Estoy bien. Prefiero esperar. Por cierto, ¿sucedió algo? No luces tan alegre como siempre".
Dijo KyuJin fijando su mirada en HongKi. Se dio cuenta de que algo andaba mal cuando su cuñado regresó a casa esa tarde, sin embargo prefirió no preguntar y esperar el momento adecuado para hacerlo.

"Estoy bien. Te estás imaginando cosas, Jin. Solo estoy un poco cansado del largo viaje".
Contestó HongKi, evitando mirarlo a los ojos, como siempre lo hacía cuando mentía.

"¿De verdad?"
Dijo KyuJin, no muy convencido, no obstante, trató de no.entrometerse más, pues le había prometido a KyuJong que trataría de llevarse bien con él. Además sabía que la curiosidad mató al gato, y no quería ningún felino muerto, ni mucho menos hacer enojar a su cuñado.

"Claro, por supuesto... De verdad estoy bien. ¡No me pasó nada! Voy por la sopa. Kyu estará aquí en cualquier momento".
Contestó HongKi para poder huir a la cocina, temiendo que sus ojos pudieran traicionarlo.

KyuJin tenía razón; su cuñado no estaba de buen humor, pero tampoco tenía ganas de hablar de eso. Y su actitud esquiva llamó aún más su atención, pues estaba casi seguro de que algo había sucedido.

'¿Qué habrá pasado cuando salió? ¡Este chico es un desastre!', dijo KyuJin para sí, en secreto.

HongKi, por su parte, tardó un minuto en calmarse, antes de encender la estufa. Se sintió aliviado de que KyuJin dejara de interrogarlo, de lo contrario lo habría descubierto.

En realidad no había hecho nada malo, y no había razón para que hubiera mentido. Pero, ¿qué pensaría KyuJin si se enterara de la cita a ciegas que había tenido? Aunque lo habían engañado para que asistiera, eso no lo hacía sentir mejor.

¿Acaso pensaría su cuñado que era un chico malo que engañaba a su hermano? Él y KyuJin ya tenían problemas, y no quería tener aún más.

Tal y como HongKi lo predijo, KyuJong llegó a casa pocos minutos después de que pusiera la mesa y calentara la sopa. Sin embargo, todavía se sentía avergonzado cuando volteaba a ver a su esposo.

"¡Guau! ¡Ahora sí te tomaste tu tiempo para llegar a casa! ¿Sabes cuánto tiempo te hemos estado esperando?"
Dijo KyuJin con desaprobación, mientras miraba a HongKi.

KyuJong había llegado casi cuando su esposo dijo que lo haría; sin duda estaban en sincronía. Ese chico era una criatura de hábitos, como la mayoría de los hombres, por lo que a HongKi le resultaba fácil predecir casi la hora exacta en la que pondría un pie en la casa después del trabajo.

Un verdadero amor 6a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora