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Capítulo 1146

"Eso es personal, no creo que le deba una explicación joven Jang; por supuesto que ya lo entiende".
Hyun sonrió en señal de desaprobación; al fin y al cabo era solo el hijo del Comandante, no tenía por qué recibir sus órdenes. Además, Hyun era un civil, así que menos para importarle quién era él.

"Lo siento, no quise ser entrometido; no hay problema si no quiere hablar de eso".
GeunSuk había inventado su propia versión de la historia sobre la relación. Se imaginó que Hyun era el medio hermano de HongKi. Probablemente compartían la misma madre, algo común en las familias adineradas. Pues los hombres ricos solían casarse varias veces, era algo casi biológico.

"Por favor, dale la laptop al joven GeunSuk, que necesito volver al trabajo He tenido un día muy atareado hoy".
Saeng había querido ocultarle el desagradable asunto al Comandante; por lo cual había fingido que necesitaba hablar con su hijo a solas para que así el chico saliera de la oficina del Comandante y su padre no sospechara nada. Si sabía la verdad, el hombre se sentiría humillado, pues vería la manera en que se comportaba su hijo y lo castigaría severamente. Así que prefirió actuar con cautela para que él no se enterara.

"Ah, la laptop es para el joven, no lo sabía".
Hyun vaciló en entregarle el ordenador portátil, temía que alguien pudiera iniciar un rumor diciendo que Saeng había sobornado a el hijo del Comandante.

Ya Saeng había sido blanco de rumores y había sufrido mucho por eso, lo menos que necesitaba eran más problemas. Como era algo que ya había pasado, está vez tuvo que ser sumamente precavido para evitar que volviera a suceder.

"No es más que un remplazo, de ninguna manera se trata de un regalo".
Saeng no quería hablar de eso frente a GeunSuk.

Como Hyun era muy intuitivo, se dio cuenta de lo que Saeng pensaba al ver la expresión en su rostro, así que no dijo más al respecto. Finalmente, se inclinó, agarró la caja donde estaba la laptop y se la entregó a GeunSuk.

Él no sabía el porqué de todo aquello pero como Saeng no quería hablar del tema, prefirió quedarse callado. Aunque eso no impidió que GeunSuk se sintiera avergonzado, pero había llevado el asunto tan lejos que una nueva computadora era su única opción. No pudo evitar sonrojarse al recibirla.

"Joven GeunSuk, ahora que tiene una nueva laptop, estamos a mano; si presenta algún problema, puede recurrir a la garantía. El fabricante debería responder, su contacto estará en el manual y la factura".
Saeng se quedó viendolo y se sintió mal por su jefe, cuyo hijo era tan esnob, que podía llegar a ser una amenaza para la carrera de su padre.

"Un momento, cariño; pensaba que la computadora era para ti. Por eso le pedí a Lucas que la trajera inmediatamente, sin siquiera pagarla; pero ahora que sé para quién es...".
Hizo una pausa, dándole a Saeng una mirada inquisitiva.
"Les diré que me manden la factura".
Hyun miró a Saeng con expresión de disculpa. Él tenía que haberle dicho para quién era la computadora para que él pudiera hacerse cargo de todo.

"No hay problema, no se preocupe por eso; como es totalmente nueva, no creo que haya inconvenientes".
Hablo GeunSuk en tono adulador. Pero no era a él a quién tenía que apuntar, sino a Saeng. Pues no sabía que Hyun haría todo para hacer feliz a su esposo.

"No, no lo dejaremos así; más tarde te daré la factura".
Le dijo Saeng. Seguidamente, se volvió hacia Hyun y le dijo: "Cariño, muchas gracias por esto; sé que tienes que regresar, nos vemos en la noche".
Saeng rara vez llamaba a Hyun "cariño" en público, pero lo hizo al darse cuenta de que GeunSuk podría estar tramando algo. ¡Él era un verdadero sinvergüenza!

"Está bien, nos vemos esta noche, mi amor".
A Hyun no le importaban los modales, así que hizo lo que quiso sin importar que GeunSuk estuviera allí. Luego de besar suavemente los labios de Saeng, se montó en el auto.

"Mayor Coronel Saeng, ¿por qué no me dijo que el Sr. Kim era su marido?"
Le preguntó GeunSuk tan pronto como Hyun se fue, lleno de envidia.

"¿Por qué tendría que hacerlo?, ahora mismo tengo mucho que hacer, nos vemos".
Saeng no quería seguir perdiendo su tiempo con un hombre tan malo, así que se dio la vuelta y se fue. No tenía tiempo que perder con él.

"¡Oye! ¡No sea tan arrogante! Ni siquiera me interesaría si no fuera el esposo del Sr. Kim".
Murmuró mientras Saeng se dirigía a su oficina. Definitivamente, no tenía que haber sido tan tonto y haber ofendido a Saeng; ahora también lo odiaba.

Mientras tanto, KyuJong acababa de salir de su oficina y estaba en camino a la oficina del Comandante, cuando vio a Saeng, se le acercó. "¿Todo bien?"
Le preguntó. KyuJong sabía que Hyun lo manejaría bien, pues él podía comprar nuevos equipos para toda la base si lo necesitara; pero se sintió mal porque todo había empezado por su culpa.

"Sí, eso creo. Estar casado con un hombre rico tiene sus ventajas. Por cierto, ¿estás seguro de que quieres seguir con el programa Águila Calva? No estás obligado a hacerlo".
Saeng estaba preocupado al respecto, pues sabía que si se unía al programa, no tendría mucho tiempo para estar con HongKi, y eso no era nada bueno para su relación.

"Sabes que si no voy yo, tendrás que hacerlo tú. Y, por lo que entiendo, es bastante complicado; además, la mayoría serán hombres. No creo que la pases bien allí".
KyuJong prefería ir él mismo antes que dejar que Saeng entrenara con esos hombres.

"¿Quieres decir que un hombre es más apto que un doncel?"
Le dijo, mirándolo con la cabeza inclinada y los ojos entrecerrados. Quizás KyuJong tendría que escoger mejor sus palabras la próxima vez.

"Ehm, no es eso lo que quise decir, me refería a que puede que te sientas incómodo en medio de todos esos hombres. Sabes lo mucho que te respeto, y que pienso que los donceles pueden hacer lo que se proponen; tú mismo eres la prueba de ello".
Antes de conocer a Saeng, KyuJong pensaba que los hombres eran mejores que los donceles en todos los aspectos; pero desde que lo conoció, se dio cuenta de lo equivocado que estaba.

Saeng era tan fuerte y capaz como cualquier hombre en el ejército, incluso mejor que la mayoría de ellos.

"¡Mmmm, bueno! Así está mejor. ¿Ya le dijiste a Kikí que tendrás que irte por un tiempo?"
Le preguntó Saeng, sujetando el pasamanos y mirando hacia el campo de entrenamiento. 

Se dio cuenta de que había situaciones en las que un soldado debía elegir sus deberes antes que su familia; y era justo lo que KyuJong acababa de hacer.

"Aún no he podido, estoy esperando el momento adecuado. Por cierto, creo que KimBum ha progresado mucho; el programa Águila Calva podría ser beneficioso para él. ¿Por qué no darle una oportunidad? Incluso podría ser promovido, si lo hace bien".
Sugirió KyuJong mientras lo miraba. Él sabía que ellos dos no se llevaban demasiado bien, y estaba preocupado de que se opusiera a su propuesta.

"Es razonable. Todos cometemos errores, pero eso no quita que no merezcamos una segunda oportunidad; incluso KimBum. ¿Crees que haya aprendido la lección? Al menos no es del todo malvado".
Dijo Saeng con una sonrisa. Lo odiaba por lo que había hecho; él había sido un imbécil pero había pagado por ello. Desde el incidente, se había comportado a la altura. Por su parte, Saeng no estaba interesado en arruinar su carrera solo porque lo detestaba; sabía que él necesitaría demasiado esfuerzo para recuperar su antiguo rango, y sentía pena por él.

"¿Qué tal si redacto una recomendación? Eso es todo lo que puedo hacer, lo demás dependerá del Comandante. ¿Te parece?"
KyuJong no estaba desobedeciendo a nadie, solo hacía lo que creía que era lo correcto. Saeng y él eran los favoritos del Comandante, y pensaba que los demás oficiales merecían una oportunidad también. No solo ellos dos eran el ejército.

"Bueno, quizás deberíamos tomarnos un tiempo para relajarnos y dejar que otros oficiales muestren sus habilidades; así no pensarán que recibimos algún tipo de tratamiento especial, entenderán que el crédito que tenemos lo hemos forjado con trabajo".
Saeng empezó a reflexionar, ciertamente nunca habían dejado de sospechar de ellos dos. No era algo nuevo, pero ni el Comandante ni el resto de la jerarquía hacía algo al respecto.

Siempre les daban las mejores oportunidades a los mejores hombres mientras que aquellos que estaban trabajando duramente para convertirse en uno de los mejores, eran ignorados una y otra vez.

Un verdadero amor 6a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora