💚1128💚

29 12 2
                                    

Capítulo 1128

"Kiki, deja de tratar de persuadirme. ¡Necesito tiempo! Tal vez te olvide pronto, o tal vez me lleve toda la vida superarte; pero en este momento, no me pidas que deje de quererte".
Dijo Gerard con voz triste, mientras intentaba seguir sonriendo. Se había imaginado que algo así sucedería, pero nunca pensó que fuera tan decisivo.

"Confía en mí, Gerard; el amor no correspondido es muy triste y agotador. ¿Te has puesto a pensar en eso?"
Dijo HongKi mirándolo fijamente a los ojos. Pues conocía muy bien el sabor amargo de un amor así; de hecho, ese era el recuerdo más triste de su vida, y sabía cuánto dolía.

"¡Lo sé! Pero prefiero que sea un amor unilateral para permanecer fiel a mis sentimientos".
Le respondió Gerard sonriendo y encogiéndose de hombros.

Para mucha gente que lo conocía, él era el típico joven francés nacido en una familia rica, que estaba acostumbrado a una vida de fiestas. Sin embargo, lo que Gerard en realidad buscaba era pasar el resto de su vida con alguien especial.

"¡Como tú lo prefieras! No puedo obligarte a hacer lo contrario. Solo espero que puedas ser feliz".
Dijo HongKi con voz débil. No importaba lo que sucediera, ese chico seguía siendo su amigo y lo único que podía desearle era felicidad.

"Si no te hubiera abandonado, ¿crees que ya serías mi esposo?"
Preguntó Gerard, aferrándose a la última pizca de esperanza. Había un dicho que rezaba: "Amar no es sinónimo de poseer"  y él sabía que era cierto.

"No, porque no somos el uno para el otro".
Le contestó, después bebió un sorbo de su copa de vino, mientras fijaba su mirada en la puerta, para evitar verlo a los ojos. De pronto, algo lo sorprendió.

Saeng y KyuJong iban entrando al hotel tomados de la mano, vistiendo ropa casual. Saeng se rio de algo que KyuJong le dijo. Lucían tan bien juntos que atrajeron la atención de la gente. Parecían una pareja real.

Sin que HongKi se lo imaginara, el plan del ejército estaba en acción; los delincuentes se estaban hospedando en ese hotel, y la pareja habían ido ahí para familiarizarse con el lugar y para asegurarse de que todo saldría de acuerdo al plan. Se sentaron cerca de un grupo de hombres extranjeros; las personas a su alrededor no podían notar que estaban alertas al más mínimo ruido. Se comportaban íntimamente como si fueran una pareja normal; platicaban y se reían juntos, mientras se tocaban casualmente.

HongKi se encontraba en estado de shock, mirándolos sin parpadear; no podía creer lo que estaba sucediendo. Podía dudar del amor de KyuJong, pero jamás podría hacerlo de lo mucho que Saeng amaba a Hyun.

"¿Kikí, qué te pasa? ¿Por qué de pronto te pusiste tan nervioso?"
Gerard estaba confundido.

"¡Oh! No es nada. ¡Disfruta tu comida!"
Contestó HongKi con voz temblorosa. La expresión de su rostro era peor que cuando lloraba. Sabía que no debía pensar mucho en lo que estaba viendo, sin embargo esa escena era demasiado cruda para ignorarla.

Afortunadamente para él, se había sentado en una esquina del restaurante, de tal forma que ellos no podían verlo. Además, su atención estaba centrada en los objetivos que se encontraban sentados a su lado.

"Hay demasiada gente aquí para que podamos actuar, quizás debamos esperar a que entren a su habitación".
Susurró Saeng, mientras se acercaba a KyuJong. Desde lejos, parecía que estaban coqueteando; y al ver eso, HongKi casi se desmaya.

"Estoy de acuerdo. Si fuera uno contra uno, no habría problema. ¿Pero dos contra cinco? Es demasiado peligroso. No podemos poner en riesgo a personas inocentes, ya que pueden ser tomadas como rehenes".
Contestó KyuJong, quien no deseaba comenzar una pelea con los delincuentes en un lugar tan concurrido. Lo primero que tenían que hacer era reunir la mayor cantidad de información posible, y por eso se habían sentado cerca de ellos.

"Mmm. Si no me equivoco, uno de ellos es un veterano retirado de las fuerzas especiales; de tal forma que tendremos que ser más cautelosos".
Añadió Saeng. Mientras conversaban acerca de ese tema tan serio, se miraban con ternura, haciendo todo lo posible por parecer una pareja real.

"De acuerdo. Entonces tendremos que acabar con ellos antes de que entren a su habitación; en caso de que tengan bombas u otras armas de destrucción masiva almacenadas ahí dentro".
Dijo KyuJong, frunciendo el ceño. Sabía que las armas normales no podían causar mucho daño, pero si esos tipos tuvieran armas de alto calibre, eso podría convertirse rápidamente en un desastre.

Se inclinaron el uno hacia el otro y continuaron hablando de cerca, sin darse cuenta de que un par de ojos extremadamente tristes los observaba; la mirada de HongKi estaba clavada en ellos.

"¿Kikí, qué tanto ves?"
Preguntó Gerard, siguiendo su mirada. No vio nada sospechoso; solo una pareja de enamorados disfrutando de su cena.

"Nada. ¡Brindemos!"
Exclamó, mientras se servía más vino. Alzó su copa y la chocó contra la de Gerard, diciéndose a sí mismo que todo estaba bien. Pero por más que lo intentó, no pudo calmarse.

"¡Por supuesto! Gracias por tu hospitalidad".
Respondió Gerard cortésmente, mientras miraba cómo HongKi bebía todo su vino de un solo trago. Lo había tomado tan rápido que no pudo evitar toser un poco.

"¡Tranquilo!"
Exclamó Gerard con preocupación, al darse cuenta de que algo andaba mal.

"Lo siento. Olvidé mis modales".
Respondió, con los ojos rojos. Había estado tratando de encontrar excusas para justificar el comportamiento de Saeng y KyuJong, pero cuando vio lo cerca que estaban, simplemente no podía creer que no hubiera nada entre ellos.

'KyuJong me mintió; todavía está enamorado de Saeng, pensó aturdido.

"Tranquilo. Toma un poco de agua. Te hará sentir mejor".
Dijo Gerard con dulzura, mientras le servía un vaso de agua, quien le había dicho que era muy feliz, pero por lo que podía ver, no lo parecía en lo absoluto. Sus ojos no podían mentir; la tristeza que lo embargaba era evidente.

"Gracias, Gerard".
Dijo, con verdadero agradecimiento e incrédulo ante tal ironía; solo unos minutos antes había tratado de convencer a Gerard para que saliera de su vida, y de pronto se sentía contento de que estuviera cuidándolo.

"Kikí, no eres tan feliz como me dijiste, ¿verdad?"
Preguntó Gerard con una expresión comprensiva. Nunca había visto tanta tristeza en los ojos de Kikí. Frialdad, sí, pero nunca tanto dolor.

"¡Por favor! ¿De qué estás hablando? ¿Alguna vez has visto a alguien más feliz que yo?"
Contestó HongKi, después se echó a reír, fingiendo no estar triste. En el fondo su corazón estaba sufriendo, pero no quería que Gerard lo supiera.

"¿No siempre dices que tratar de engañarnos a nosotros mismos es terrible? Tu mirada te ha delatado".
Respondió Gerard, quien amaba los ojos de HongKi, ya que eran puros e inocentes y reflejaban sus verdaderos sentimientos. Nunca había visto tanta belleza en nadie más; ninguna de sus otros amigos era como él. Gerard se dio cuenta una vez más de que había sido demasiado estúpido al no haberlo sabido apreciar, unos meses antes.

"Los ojos también pueden engañar. Nunca juzgues a alguien por su mirada, Gerard".
Dijo HongKi, después bebió un sorbo de agua. Estaba molesto, pero no quería ahogar sus penas en alcohol, pues su situación aún no era tan patética. Además, como le acababa decir a Gerard; los ojos también podían engañar.

'Si Saeng y KyuJong se están comportando así en público, entonces deben estar trabajando en una misión secreta', pensó.

De tal forma que decidió no acercarse a preguntarles qué estaba sucediendo, sin importar cuán confundido se sintiera, ya que podría arruinar su trabajo, si los interrumpiera.

Un verdadero amor 6a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora