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Capítulo 1158

"Es bueno escuchar eso, no pienses demasiado en ello; Kikí y su familia son buenas personas y son amables con todo el mundo".
Consolaba a su hermano, y luego se dijo a sí mismo, 'menos conmigo', pensando en la hostilidad de los hermanos de HongKi hacia él.

"Lo sé, hermano; tan solo estoy tratando de asimilarlo".
Le respondió KyuJin mientras miraba los anuncios de neón de varios locales que pasaron a toda velocidad.

La vida nocturna allí era mucho más animada que en la capital, allá, él conocía todos los locales, pero aquí le hubiese tomado una eternidad recorrerlos.

Mientras tanto, HongKi los seguía, conduciendo su auto detrás de ellos la mayoría del tiempo; pero lo perdieron al pasar un semáforo. Ciertamente, HongKi no era demasiado osado, por lo que frenó cuando la luz cambió a amarillo y esperó pacientemente a que volviera a ponerse en verde.

Su mente no estaba enfocada en el camino, sino en Bella, quien iba a visitarlo, y desde que lo supo, el chico tuvo un mal presentimiento al respecto, aunque no sabía con exactitud por qué. Estaba tan ensimismado que no se dio cuenta cuando la luz cambió a verde; fue el claxon del conductor que iba detrás de él lo que lo sacó de su ensueño y lo trajo de vuelta a la realidad.

Pero justo cuando estaba por acelerar, el impaciente conductor que estaba detrás de él aceleró y chocó con su auto. Afortunadamente el auto no iba a toda velocidad, pero aun así, su cabeza se dio contra el volante. Quedó aturdido y le empezó a doler.

Antes de que pudiera reaccionar, ya alguien estaba golpeando su ventana. Seguidamente, le habló una voz áspera y abusiva: "¡Joder! ¿Acaso no sabes cómo manejar?"

HongKi levantó la cabeza, apartando el dolor y miró fuera de la ventana. Había un par de jóvenes parados junto a su auto, lucían ropa ordinaria, de estilo urbano; tenían cadenas brillantes, tenis y camisetas pasadas de moda.

Entre ellos destacaba una figura siniestra, era un hombre que llevaba chaqueta de cuero y lucía molesto. Con todo y su mal aspecto, HongKi debía abrir la puerta del auto y salir, pues debía lidiar con el accidente. Lo importante no era determinar culpables sino evitar bloquear el tráfico.

"¡Lo siento! No me di cuenta de la luz verde, me disculpo por eso".
Dijo HongKi, no era nada conflictivo y quería evitar a toda costa un problema mayor, por eso se disculpó primero.

Pero a los chicos no les importó; al ver a HongKi, quien era lindo y muy atractivo, pensaron inmediatamente que debía ser un niño rico. Tan solo con ver su auto y la manera en que iba vestido, confirmaron lo que creían. ¿Cómo iban a desaprovechar esa oportunidad de oro?

"¡Jovencito, destrozaste nuestro auto! ¡Tan solo míralo! ¡El parachoques quedó hecho nada! ¿Y bien? ¡Di algo! ¿Quién va a pagar por eso?"
Dijo uno de los jóvenes, mirandolo con los ojos brillantes. Masticaba chicle, y de vez en cuando hacía una burbuja y la explotaba ruidosamente. Casi estaba sorprendido de su buena suerte, justo frente a ellos tenían a un hombre rico y bien parecido; nada mal, considerando que chocaron su auto deliberadamente para echarle la culpa.

"¿Yo debería pagar por eso? ¿Por qué? Si ustedes chocaron mi auto, no al revés. ¡Si alguien tiene que pagar eres tú! Es mejor que dejemos que esto lo resuelva la aseguradora".
Dijo HongKi, sonriendo con arrogancia. Si los jóvenes eran razonables él lo dejaría pasar, pues, al fin y al cabo, él tuvo algo de culpa por no notar la luz en verde y no arrancar.

Ciertamente había bloqueado el paso, pero si osaban extorsionarlo por eso, no iba a dejarse perjudicar. Odiaba que lo amenazaran.

"¿Yo debería pagarte a ti? ¡Ja! ¿Quieres decir que no harás responsable por mi parachoques? Apuesto que un cuerpo como el tuyo me hará ganar mucho dinero, ¡en un burdel!"
Al decirlo, todos empezaron a reír estruendosamente.

"¿Es en serio? ¿Van a chantajearme? Peor, ¿a prostituirme? Creo que han estado viendo demasiadas películas de acción, espero que se rían también cuando tengan que lidiar con la aseguradora".
Arguyó HongKi, levantando el mentón y mirándolos con arrogancia. A pesar de que los matones lo superaban en número,  no se intimidaba; apenas estaba calentando. Para comenzar, él ni siquiera había hecho algo malo; y, en segundo lugar, odiaba a los matones como ellos que procuraban aprovecharse de las demás personas para quitarles el dinero que trabajaron con esfuerzo.

"¡Jajaja! ¡Excelente estrategia! Es usted demasiado valiente o demasiado estúpido, ¿lo sabe, no?"
Dijo uno de los chicos, quien tenía el pelo teñido de amarillo.

"Deberías ser más respetuoso y actuar como un niño bueno, no sabes de lo que somos capaces de hacer si no lo haces. Tienes una cara tan bonita que sería una pena arruinarla....".
Seguidamente, extendió su mano, le tocó el rostro a HongKi, y le dijo con una sonrisa:

"mmm".
La insinuación sexual era obvia.

"¿Qué es lo que quieres? Deberían pensarlo dos veces antes de hacer nada, ¡a la policía no le agradan demasiado las personas como ustedes!"
Ahora, HongKi estaba asustado, así que dio un paso hacia atrás. Ellos lo superaban en número y tenía miedo de que pudieran intentar hacerle algo.

"¡Los policías, ja!, los policías no nos harán nada. ¡Ellos nos tienen miedo! Vamos, paga de una vez... ¡o verás!"
Ciertamente, no iban a intentar hacerle nada allí; a la intemperie, cualquiera podría verlos y enfrentarlos. Pero en un callejón, sin tanta gente alrededor... Siendo tan hermoso, no dejarían pasar lo que le harían.

Un verdadero amor 6a parte.Where stories live. Discover now