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Capítulo 1009

ʺEstá bien, acepto con gusto tu investigaciónʺ.
Dijo KyuJong de broma. Era raro ver a HongKi deshacerse de ese comportamiento serio, el cual no iba nada bien con su personalidad. Se sentía muy feliz de volver a ser él mismo, y no el hombre racional que sentía que tenía que ser cuando estaba con su esposo.

ʺEstá bien, eso haré. Pero no te vayas a retractarʺ.
Dijo HongKi, deseando que el tiempo se congelara, y que pudiera quedarse con KyuJong, así para siempre. Su esposo solo le pertenecía a él.

ʺClaro, lo prometoʺ.
Contestó él, con total convicción. No obstante, no se podía saber a ciencia cierta si solo estaba bromeando o si realmente lo decía en serio; la expresión de su rostro hacía suponer que no se trataba de una broma.

ʺ¡Ya estuvo bien, chicos! Ha sido demasiado por hoy. Me están provocando náuseas. ¿Nos vamos o no?"
Dijo KyuJin, lanzándoles una mirada severa. Después de salir con su cuñado, pudo darse cuenta de que no era tan desagradable como lo había pensado, sin embargo le resultaba muy difícil cambiar su actitud repentinamente. Lo cierto era que ya no lo odiaba tanto como antes.

ʺ¿Ya están llenos, chicos? ¡Han probado casi toda la comida!ʺ
Dijo KyuJong torciendo la boca, pues nunca se imaginó que esos dos muchachitos fueran tan glotones. Probablemente comían más que los soldados del ejército.

ʺ¡Por supuesto que aún no estamos llenos! Y nos queda mucho por explorar. ¿Acaso no te diste cuenta de que solo comíamos pequeños bocados de cada platillo que comprábamos? ¡En realidad no comimos mucho! Además, ¿alguna vez has visto a un chico actuar indiferente ante comida tan deliciosa?ʺ
Le dijo KyuJin a su hermano, mirándolo con recelo. Dado que KyuJong se la pasaba trabajando todo el día en la base militar, rara vez tenía la oportunidad de salir con chicos y no teníani idea de cómo se comportaban. Pues para nadie era un secreto que los donceles amaban la comida.

ʺ¿No les da miedo subir de peso?ʺ
Preguntó KyuJong, quien pudo darse cuenta de que salir con su hermano y su esposo había sido más agotador que correr cinco kilómetros.

ʺ¡Claro que me preocupa subir de peso! Pero no puedo resistir la tentaciónʺ.
Dijo HongKi con voz suave. Esa sin duda era una preocupación que todos los chicos compartían y él no podía ser la excepción. Afortunadamente, nunca recuperó los kilos que había perdido cuando era más joven, logrando mantener una figura esbelta.

ʺ¡Está bien, ustedes ganan! Continúen comiendoʺ.
Dijo KyuJong, sacudiendo la cabeza, impotente. Sabía que no había nada que pudiera hacer, pues se trataba de su querido hermano y de su precioso esposo. No tenía más remedio que acompañarlos como el caballero que era.

"Kyu, fingiste estar mareado, ¿verdad? Lo sabíaʺ.
Dijo KyuJin con una sonrisa perversa, pues nunca se imaginó que un Mayor General, tan sensato como él, pudiera fingir que estaba enfermo.

ʺSí, confieso que lo inventé todo. Pero si no dejan de comer y regresamos a casa, créeme que si me enfermaré y tendrán que llamar a una ambulanciaʺ.
Dijo KyuJong poniendo los ojos en blanco, como si fuera a desmayarse. Llevaban dos horas ahí y se habían detenido en casi todos los puestos. Además había tanta gente que tenían que hacer largas filas para poder comprar.

"Jin, tal vez podamos terminar de visitar los demás puestos en otra ocasión. Aún tenemos algunos asuntos pendientes por atenderʺ.
Dijo HongKi, quien sabía que su esposo tenía razón, pues efectivamente ya habían estado en ese lugar demasiado tiempo y era hora de volver a casa. Después de tener la oportunidad de conocer a KyuJin mejor, se dio cuenta de que no era mala persona. Ese también había sido su caso, sin embargo él había pasado por una difícil situación en su infancia la cual lo obligó a madurar muy rápido.

ʺEstá bien, de todos modos ya estoy lleno. Es solo que toda esta comida está deliciosaʺ.
Contestó KyuJin. Así eran la mayoría de los chicos; no les importaba si el lugar era lujoso o no, mientras la comida estuviera rica. KyuJin era un chico elegante, sin embargo no podía resistirse a las delicias de los puestos ambulantes.

KyuJong no cabía de la alegría cuando escuchó que regresarían a casa. Se hubiera desmayado si le hubieran pedido que siguieran caminando, y si lo hubieran obligado a seguir probando más comida.

Unavez que los tres estuvieron arriba del auto, suspiró aliviado, pues sabía que lo mejor era mantener a su hermano y a su esposo alejados de ese lugar.

HongKi, por su parte, estaba de buen humor ya que la tensión entre KyuJin y él había disminuido, e incluso se sentía emocionado.

ʺ¡Oh, estás sonriendo! ¿Por qué estás tan contento? ¿Encontraste dinero en la calle?ʺ
Dijo KyuJong en tono de broma, pues estaba feliz de ver esa radiante sonrisa en el rostro de su esposo.

ʺ¡Así es! Y también me encontré a un chico guapoʺ.
Contestó HongKi. KyuJong era un hombre único; aunque no era tan guapo como Hyun ni tan formal como SunMin, era muy encantador a su manera. Y eso fue lo que le atrajo tanto a HongKi, al grado de querer casarse con él desde que lo conoció.

ʺ¿Y dónde está ese chico guapo? ¿Te refieres a mi hermano?ʺ
Preguntó KyuJin, quien ya no podía soportar sus coqueteos y prometió en silencio no volver a salir con ellos. Odiaba ver a HongKi y a su hermano comportarse tan afectuosamente en frente de él.

ʺ¡Nunca dije eso! ¡Oh, discúlpenme! Alguien me está llamando por teléfonoʺ.
Dijo HongKi mientras sacaba su celular del bolsillo. Se preguntaba quién lo estaba llamando; sin embargo, cuando vio la pantalla y pudo verificar de quién se trataba, sonrió emocionado.

ʺ¡Hola, SunMin! ¿Me has extrañado?ʺ
Dijo HongKi, quien se transformaba en un encantador chiquillo cuando hablaba con su hermano.

ʺ¿Por qué habría de extrañarte? Solo quería asegurarme que llegaron bien a la capitalʺ.
Dijo SunMin, sintiéndose molesto, pues su hermano le había prometido que lo llamaría cuando llegara a casa de sus suegros.

Había estado esperando toda la noche esa llamada, pero su teléfono nunca sonó. Pensó que habían llegado de madrugada y que lo llamaría por la mañana, sin embargo ya era mediodía y no había recibido noticias de HongKi. Estaba tan preocupado que decidió llamarlo él mismo para saber cómo se encontraba, ya que estaba nervioso, puesto que sabía que su amado hermano había ido a conocer a sus suegros.

ʺSí, llegamos a la capital ayer por la tarde. Lo siento, olvidé avisarte. No lo hice a propósito. ¿Estás enojado conmigo?ʺ
Dijo HongKi con una sonrisa tímida, pues había olvidado por completo que había prometido llamarle su hermano.

ʺ¿Tú qué crees? Hemos estado muy preocupando por ti desde que te fuiste. Y si llamaras a Shang ahora mismo, apuesto a que también estaría molesto contigoʺ.
Dijo SunMin mientras se recostaba en el sofá. La expresión de su rostro era fría, pero su mirada suave. Aunque HongKi ya era un hombre casado, él siempre lo consideraría su amado hermanito.

ʺ¡Oh, no! ¿Cómo se me pudo olvidar llamarlos? ¿Me puedes disculpar? ¡Y por favor dile a Shang que lo siento mucho!ʺ
Dijo HongKi haciendo un puchero.

Mientras hablaba con SunMin se comportó como el hijo menor de la familia Lee, en lugar de el yerno maduro y serio de la familia Kim.

ʺNo, no lo haré. Llámalo tú y dale una explicación. ¡Y que no se te olvide! De lo contrario, tendrás que atenerte a las consecuencias, porque nadie podrá salvarteʺ.
Dijo SunMin, sacudiendo la cabeza impotente. Shang había estado muy preocupado pues temía que HongKi no le fuera a caer bien a los padres de KyuJong, y lo trataran mal. Sin duda lo quería y cuidaba como si fuera su propio hijo.

ʺEstá bien, lo llamaré más tarde. SunMin, siento que ya no te preocupas por mí como antes. ¡Ya ni siquiera quieres ayudarme!ʺ
Exclamó HongKi, mientras su dulce sonrisa era reemplazada por un ceño triste, pues sabía que su cuñado tenía mal genio y que no era fácil de tratar. De tal forma que tenía miedo de enfrentarse a su ira.

Un verdadero amor 6a parte.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ