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Capítulo 1161

"¿Cómo dices? ¿Que quieres saber quiénes son? ¿Acaso todavía no me tienes miedo?"
Seguidamente, el hijo del alcalde se acercó y miró a KyuJong con una mirada altiva, tratando de adivinar un atisbo de miedo en sus ojos.

"¡No puedes andar aterrorizando a la gente, por mucho que tu padre sea el alcalde!"
KyuJong frunció el ceño al ver que HongKi estaba temblando, y se dispuso a abrir puerta del auto para sacarle su abrigo del ejército, pero se dio cuenta de que KyuJin ya lo había tomado y se lo estaba poniendo a HongKi en los hombros.

"HongKi, ponte esto o te vas a resfriar".
KyuJin había permanecido dentro del auto, hasta que vio que su cuñado estaba temblando; seguidamente, agarró el abrigo que estaba en el asiento de KyuJong y salió para dárselo. Le preocupaba que se enfermara con el frío que estaba haciendo afuera.

"Muchas gracias, Jin".
Dijo HongKi acomodándose el abrigo y sintiéndose cálido tanto física como emocionalmente. Se sentía conmovido por el gesto de KyuJin, sin importar lo que había hecho antes; ciertamente, no era rencoroso.

"Tú... ¿Eres un Mayor General?"
Preguntó el descarado hijo del alcalde al ver las distinciones en el abrigo que ahora tenía puesto HongKi. Después de todo, él era el hijo del alcalde, por lo que sabía lo que significaban esas distinciones.

"¿Acaso importa?"
Le respondió KyuJong con su frialdad habitual. Realmente odiaba a esos mocosos inútiles, quienes todavía dependían de sus padres y aun así no dejaban de causar líos en la ciudad.

KyuJong también era el hijo de un funcionario de alto rango, pero no por ello se apoyó en el nombre de su familia para llegar a donde estaba, todo lo que había logrado lo alcanzó con su propio esfuerzo.

"Claro que importa, si me lo hubiera dicho antes, no lo hubiésemos molestado".
Dijo el hombre, con un tono de voz mucho más bajo y menos arrogante; pues sabía lo influyente que podía ser un Mayor General.

"Escucha, no importa que no nos hubieses molestado, deberías pensar en si te perdonaré o no. ¿Que tú padre es el alcalde? ¿Y qué con eso? ¿Crees que puedes salirte con la tuya solo porque eres el hijo de un político?"

"Mayor General, no sabía que este hombre era su esposo. Nos encargaremos de los gastos de reparación del automóvil, y en cuanto al teléfono móvil, le compraremos otro. Pero, por favor, no le diga nada a mi padre. ¡Se lo suplico!"
Le rogó el hijo del alcalde. Por primera vez se había topado con alguien que lo enfrentara y fuera una amenaza para él. Anteriormente, apenas decía que era el hijo del alcalde, la gente se asustaba y le daba todo lo que él les pedía; pero hoy, tuvo la suerte de encontrarse con un Mayor General. Lo menos que esperaba es que ese chico rico con su auto lujoso estuviera casado con un soldado.

"Si yo fuera un ciudadano común, ¿dirías eso?"
KyuJong preguntó con desprecio, sonriendo sardónicamente.

"Claro que sí, señor. Solo amenazamos a la gente que tiene autos lujosos; la gente común no se puede permitir comprar un auto lujoso o darnos lo que le pidamos".
Dijo el hijo del alcalde inclinando la cabeza. Mientras él hacía todo eso, su padre no tenía ni idea de sus fechorías; si llegaba a enterarse, sería su final. Para ese entonces, solo podía rogarle a KyuJong que lo perdonara.

A diferencia de las personas a las que molestaba, KyuJong era un militar y podía contactar al alcalde fácilmente.

"Dime algo, ¿cuántas veces has hecho esto?"
La expresión de KyuJong era severa, en su hermoso rostro no había ni un indicio de sonrisa.

"No muchas veces, lo hacemos ahora porque hemos estado gastando mucho dinero y no podemos obtenerlo en nuestras casas".
Respondió con honestidad el muchacho mientras se agarraba las manos.

"¡Si! Tan solo nos enfocamos en los ciudadanos adinerados, no en el resto de la gente. Mayor General, por favor no les diga nada a nuestros padres, le prometo que nunca volveremos a hacer algo así".

Le suplicó otro de los jóvenes y luego pensó: 'Si mi familia se entera de que hago esto, nunca me lo perdonarán'.

"¿Entonces se creen con el derecho de chantajear a la gente rica?"
Seguidamente, KyuJong les propinó una mirada gélida que los hizo temblar.

"No, no quisimos decir eso".
Respondieron los jóvenes al unísono. Hasta ahora habían estado confiados porque nunca les había salido mal el truco, pero esta vez, habían hecho enojar a un Mayor General. Los muchachos no pudieron evitar temblar, asustados ante su mirada.

"Pero eso no es lo que me dijeron antes, ¡me dijeron que querían darme una buena lección!"
Dijo HongKi, furioso.

'Todavía me duele la espalda', pensó, '¡no quiero que KyuJong los deje ir tan fácilmente! ¿Qué pasa si molestan a otros en el futuro? Obviamente son capaces de hacer lo que sea'.

"Solo estábamos bromeando, señor; no lo decíamos en serio".
Antes habían sido arrogantes, pero ahora estaban con la cabeza gacha, refutando lo que él les dijo.

"¿Que no lo decían en serio? Lo siento, pero yo si hablo en serio. ¿Acaso no me obligaron a darles dinero? ¡Vamos! ¿Cuánto quieren, cobardes?"
Los enfrentó HongKi.

'¡Antes estaban tan arrogantes, creyéndose la gran cosa! ¿Por qué ahora se ven tan acobardados? No son más que unos gamberros, no los dejaré salirse con la suya. De lo contrario, realmente pensarán que pueden hacer lo que quieran en esta ciudad', pensó.

"Si lo desea, podemos comprarle un nuevo automóvil, ¿cómo osaríamos pedirle dinero?"
Trató de convencerlo el hijo del alcalde; seguidamente, le dirigió una sonrisa insinuante y pensó: 'Soy tan estúpido, ¿cómo pude hacer enojar al esposo de un Mayor General?'.

"Exacto, por favor, tiene que perdonarnos. No pretendíamos golpearlo".
Susurró otro de los muchachos. HongKi ni siquiera había mencionado ese hecho, él mismo había tomado la iniciativa de confesar que lo habían golpeado. ¡Sí que era un tonto!

"¡Cómo dices! ¿Golpearon a mi esposo? ¿Quién lo hizo?"
Hasta ese momento, KyuJong no pretendía hacerles nada serio, tan solo había pensado en contarle a sus padres, pero solo para que no volvieran a hacer algo así de nuevo. Pero ahora que sabía que le habían hecho daño a HongKi, cambió de parecer inmediatamente.

"Ehm... fui yo, pero no quería hacerlo".
Dijo uno de los jóvenes, retrocediendo mientras hablaba. En ese momento, KyuJong estaba hecho un energúmeno, daba tanto miedo que el muchacho temía estar cerca de él. No tardó en escucharse un chasquido seguido de un grito; KyuJong había agarrado al muchacho por la mano y se la fracturó. Todo fue tan rápido que nadie vio cómo sucedió.

"Solo te estoy dando una lección, los hombres de verdad no pegan a los donceles ni mujeres. No me importa quiénes sean tus padres o cuán importantes sean; si te molesta lo que acabo de hacerte, puedes decírmelo ahora mismo".
Dijo KyuJong en voz grave. Lucía tan amenazante que nadie se atrevió a acercarse a él, incluso HongKi le tuvo miedo.

Él no esperaba que un hombre tan amable se volviera alguien tan aterrador. Por su parte, el muchacho con la mano fracturada siguió chillando de dolor, sin atreverse a verlo a los ojos.

Estaba impactado por su audacia, ni siquiera supo en qué momento le fracturó la mano. Lo único que escuchó fue un sonido y luego sintió un dolor inconmensurable, para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde como para detener al Mayor General.

"Kyu".
Le advirtió HongKi, mirando a su esposo con preocupación y temiendo que eso pudiera afectar su carrera. La burocracia podría ser quisquillosa e impredecible en un caso como ese.

Un verdadero amor 6a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora