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Capítulo 1154

"Quítate, SunMin; apártate de mí camino, tengo que subir a cambiarme. Ya la cena está lista, debería ir a la cocina a ayudar".
Anunció ShangGuan. Seguidamente, se zafó del agarre de su marido y corrió apresuradamente como si lo estuvieran persiguiendo.

"¿Cariño, estás seguro de que lo que quieres es ayudar en la cocina y no incendiarla junto con el resto de la casa?"
Le dijo SunMin, a la ya desvanecida figura de su esposo.

Al escuchar sus palabras, ShangGuan casi se resbala de las escaleras; luego de recuperar la compostura, se dio la vuelta para mirarlo con el ceño fruncido.

'La verdad es que no miente, pero, ¿por qué no puede fingir cortesía siquiera?', pensó ShangGuan, furioso.

SunMin parpadeó hacia él y forzó una sonrisa, sin hacerle caso a la expresión colérica en los ojos de su esposo.

Luego de haberse casado, empezó a comprender cómo debía lidiar con su chico; a estas alturas ya sabía cómo calmar su ira y apaciguarlo. No creía que asuntos tan triviales como ese pudieran influir negativamente en su matrimonio.

KyuJong llegó tarde a pesar de haber salido temprano de su trabajo. No pudo evitar sentirse mal por su retraso al encontrarse con la familia entera esperándolo en la mesa del comedor. Cuando vio a KyuJin frunció el ceño, preguntándose si había causado algún problema.

"Hola a todos, lamento mucho mi demora".
Se disculpó. Lucía un tanto humilde aunque intimidante en su uniforme, a la vez también respetable.

"No te preocupes por eso, el deber es lo primero. Bueno, ya que Kyu finalmente ha llegado, deberíamos empezar la cena".
Dijo Manuel alegremente. A él siempre le había agradado, y lo consideraba el mejor esposo que podía pedir para su hijo.

"Así es, deberíamos empezar ya. Kyu, estamos en familia; así que siéntete como en casa. Anda a lavarte las manos y toma asiento con nosotros".
Por su parte, Shang también sentía un gran cariño por él; así que se aseguró de que no se sintiera incómodo ante toda la familia.

"Gracias, Shang".
Le contestó, dándole una cálida sonrisa. El semblante de su rostro se suavizó.

Mientras tanto, el frío y distante SunMin no se mostraba tan entusiasmado, al contrario, estaba indiferente. Una sonrisa inexpresiva se dibujó en su rostro al sentarse en la mesa, sin la mínima intención de unirse a la conversación.

"Ven, te acompaño a lavarte las manos".
Le dijo HongKi, quien sabía que KyuJong no estaba familiarizado con la casa y, por lo tanto, no conocía dónde estaba el baño. Lo que KyuJong no le había dicho es que llegó a visitar una vez a su familia cuando él estaba en Francia.

"Está bien".
Dijo KyuJong, aceptando el ofrecimiento. En realidad quería preguntarle a su esposo si KyuJin se había metido en algún problema.

"¿Entrenaste hoy?"
Le preguntó mientras caminaban; luego de examinar a su esposo y notar la suciedad en sus pantalones.

"No, no es eso, es que acabo de practicar lucha con Saeng. Por cierto, ¿cómo se ha comportado Jin?"
Le dijo a su esposo mirándolo mientras se inclinaba para lavarse las manos. Se preguntó si a HongKi le había molestado que mencionara a Saeng.

"La verdad es que Jin ha estado muy tranquilo".
HongKi estaba confundido, pues había vivido con KyuJin por un tiempo.

'¿Cómo es que el animado KyuJin se había vuelto tan callado de un día para otro?', se preguntó, sin darse cuenta de que su esposo había mencionado a Saeng.

"Qué bueno entonces, ¿pero por qué lo trajiste hasta aquí?"
Preguntó con notable curiosidad. Seguidamente, sus cejas se fruncieron y tomó una toalla para secarse las manos.

"Ehm... ¿Por qué lo preguntas? Jin es mi cuñado, por lo tanto, también es parte de mi familia. ¿Por qué no puedo invitarlo a la cena familiar? ¿No es eso lo que hacen las familias?"
Le respondió, sin poder evitar reírse. Ciertamente no esperaba que KyuJong pensara de esa manera.

"Tienes razón, pero es que me preocupa que meta la pata ante tu familia; sabes cómo es de conflictivo".
Si bien KyuJong amaba a su hermano, sabía que en el fondo seguía guardando rencor por HongKi y, a pesar de que su comportamiento había cambiado últimamente, le seguía preocupando la idea. Estaban por cenar con toda la familia de HongKi, el mínimo conflicto en la mesa podría desencadenar un desastre.

"No te preocupes, Jin no va a hacer nada; al fin y al cabo ya está grande, y sabe cómo comportarse. Mejor salgamos de aquí y unámonos a la cena, que nos están esperando".
Seguidamente, le acomodó la cadena a su esposo, pues se había mojado. Ahora parecía realmente un esposo, muy distinto del travieso chico que era ante su familia.

"Bueno, no los hagamos esperar más".
KyuJong tomó sus manos y descubrió que estaban heladas; por lo que anotó mentalmente tratar de mantenerlo siempre abrigada. La manos de HongKi siempre estaban frías sin importar cuán cálida fuera su ropa.

"¡Kyu! ¿Mi hijo se comportó cuando visitó a tus padres?"
Le preguntó Manuel, un poco avergonzado, a penas los vio regresar. La verdad era que casi nunca se preocupaba por esas cosas; pero, en este caso, se trataba de la felicidad de su hijo.

"Papá, tenga por seguro que HongKi es sumamente inteligente y educado. Mis padres lo adoran".
Dijo KyuJong, sintiéndose algo culpable al recordar que a su padre aún no le agradaba.

"Qué bueno saberlo entonces. Kikí es demasiado joven todavía, por favor, dispénsenlo si hace algo inapropiado".
Dijo Manuel con un suspiro. Como HongKi había perdido a su madre cuando era un niño, Manuel sentía cierto resentimiento por la ausencia de una figura materna en su vida. Temía que él no aprendiera las cualidades de un buen esposo, pues no había tenido a alguien que lo enseñara.

"Papá, Kikí es un chico muy sensato y reflexivo; no te preocupes por él. Mejor procedamos a comer".
Dijo ShangGuan. Si bien HongKi lo había engañado en el pasado, sabía que tenía un corazón generoso; así que no dudó en defenderlo. Además, si no hubiese metido la pata aquella vez, ShangGuan y SunMin no se habrían casado ni se amarían tan apasionadamente como lo hacían; probablemente hubieran terminado siendo extraños.

Nerviosamente HongKi le echó un vistazo a KyuJong y a KyuJin. Obviamente, KyuJong había mentido por él. La verdad era que no solo había causado problemas en la casa de sus suegros sino que había actuado impulsivamente; para ese entonces, era todo menos un esposo ejemplar.

"Kyu, come un poco más, debes estar exhausto luego de tanto trabajo en la base militar. Aprovecha de comer bien ahora que estás en casa".
Lo animó Manuel, sirviendo algo de comida en el cuenco de su yerno. A pesar de que  había tratado de comer todo lo más rápido posible, ahora su cuenco estaba lleno de nuevo.

"Papá, Kyu puede cenar solo; come tranquilo y déjalo en paz".
HongKi tomó una bocanada de aire al ver el plato de KyuJong lleno otra vez; se sentía afortunado de que no fuese su plato el que su padre hubiese llenado de nuevo. De lo contrario, saldría de allí con unos cuantos kilos de más.

"No protestes o te va a tocar a ti".
Mientras tanto, SunMin rio al ver a KyuJong siendo tratado de esa manera. Ni siquiera tuvo que hacer nada, pues alguien ya estaba haciéndole la cena difícil.

"Hermano, debes estar tan deleitado".
HongKi entrecerró sus ojos hacia su hermano en señal de molestia. Sabía que en cuanto a venganza, SunMin podría llegar a ser incluso más irrazonable que un doncel celoso.

HongKi se sintió abrumado al notar que su hermano seguía resentido por el hecho de que se hubiese casado sin avisarle primero. Sabía lo mezquino y rencoroso que podía llegar a ser; a pesar de todo el tiempo que había pasado, él seguía molesto por lo de su matrimonio.

"Ehm... ¿tú qué crees?"
SunMin no se molestó en ocultar sus sentimientos; se volvió hacia KyuJong preguntándose cómo había logrado ganarse el corazón de su padre y de su hermano; dos de las personas más importantes de su vida.

"Siempre tan infantil, ¿No crees que estás demasiado viejo para ser tan obstinado y testarudo? ¡Debería darte vergüenza!"
Le dijo HongKi con desdén, apretando los labios. No le parecía que animar a KyuJong a comer más y ganar algo de peso fuese algún castigo para él. Además, era un soldado y entrenaba casi todos los días, así que era casi imposible para él llegar a tener sobrepeso. Las pretensiones de SunMin eran en vano.

Un verdadero amor 6a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora