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Capítulo 1182

"¡Qué gusto verte aquí!"
Dijo Ana, visiblemente feliz en cuanto vio a HongKi llegar, después extendió los brazos y le dio un caluroso abrazo.

"¡A mí también me da mucho gusto verte! Me enteré de que tienes novio. ¡Felicidades!"
Dijo HongKi, con una gran sonrisa.

En realidad, se sorprendió mucho cuando se enteró con quién estaba saliendo Ana, pues nunca se imaginó que pudiera ser novia de Isaí.

"Muchas gracias, Kikí. Por cierto, necesito que me ayudes a tranquilizar a mi jefe; hoy ha estado de tan mal humor que incluso ha regañado a varios altos ejecutivos. Las cosas se están poniendo muy difíciles aquí".
Dijo Ana, quien sabía lo mucho que Hyun apreciaba a HongKi y esperaba con todo su corazón que su visita lograra calmarlo un poco. Al verlo llegar unos momentos antes, sintió mucho alivio pues sabía que la podría ayudar.

"¿Qué pasó? ¿Por qué está así? ¿Acaso Saeng lo hizo pasar un mal rato otra vez?"
Preguntó HongKi, frunciendo el ceño ligeramente, pues sabía que la única persona que podía hacer enfadar a Hyun de esa manera era su querido esposo.

"Sinceramente no estoy muy seguro. Lo único que te puedo decir es que ha estado de muy mal humor desde esta mañana. No sé qué está pasando con él".
Contestó Ana, quien no podía sacar una conclusión ya que no sabía la razón exacta por la que Hyun estaba tan enojado, y hubiera sido un error hacer una suposición sin fundamentos.

"¡No te preocupes por eso! Déjamelo a mí".
Dijo HongKi, con una sonrisa, mientras caminaba hacia la oficina del CEO, a donde regularmente entraba sin tocar. Siempre fue audaz, y con Hyun no le importaba olvidar sus modales.

Sin embargo, ese día fue diferente; tocó a la puerta, la cual se encontraba cerrada. Esbozó una pequeña sonrisa cuando se le ocurrió una fantástica idea.

"Adelante".
Dijo una voz masculina desde adentro.

HongKi percibió la irritación e impaciencia de inmediato; de hecho confirmó lo que Ana le acababa de decir. No obstante, eso solo causó que sonriera aún más, y deliberadamente volvió a tocar la puerta sin entrar; esperando la reacción de su querido amigo.

"¿Estás sordo? ¡Te dije que entraras! ¡Si no entiendes las instrucciones, quizás debas ser despedido!"
Dijo Hyun a gritos, empujado por las audaces ocurrencias de HongKi.

El corazón de Ana se aceleró cuando escuchó lo enojado que estaba su jefe, y pensó: '¿Dios, qué le pasa a Kikí? ¿Por qué lo está haciendo enojar más? Solo le está echando más leña a la hoguera'.

Como si pudiera leer la mente de Ana, HongKi volteó a verla y le sonrió con una mirada divertida y traviesa.

Pero a ella le preocupaba que su jefe saliera furioso de la oficina si HongKi seguía molestándolo.

Mientras tanto, los ojos de Hyun brillaban con ira, ya que no podía creer lo que estaba sucediendo; alguien se había atrevido a picarle la cresta en un mal momento. Estaba esperando impaciente a que la persona que estaba tocando entrara; sin embargo, ya había pasado casi un minuto y la puerta continuaba cerrada.

De pronto se dio cuenta de que alguien le estaba jugando una broma y eso lo puso más furioso aún. No estaba dispuesto a seguir soportando esa falta de respeto, así que se levantó rápidamente de su escritorio, caminó hacia la puerta y la abrió con fuerza; un delicado cuerpo cayó en sus brazos. Su mundo se detuvo por unos segundos, pues no sabía qué estaba sucediendo.

"¡Ay, Hyun! ¿No puedes abrir la puerta con más cuidado?"
Dijo HongKi, mientras se sobaba la nariz, ya que había caído de cara, justo en su pecho. Cuando estaba a punto de abrir la puerta, la abrió rápidamente, y él perdió el equilibrio, impactándose de frente contra él.

"¡Kikí, eres tú! ¿Estás bien? ¿Te lastimé?"
Preguntó Hyun, visiblemente angustiado. Toda su ira desapareció al darse cuenta de quién había estado tocando la puerta, y no pudo evitar preocuparse al ver la expresión de dolor en el rostro de HongKi.

Con mucho cuidado, lo ayudó a incorporarse, y se inclinó para revisar si no le estaba sangrando la nariz. Afortunadamente no se había caído al suelo, de tal forma que no fue nada serio.

Sin embargo, seguía preocupado al verlo con el ceño aún fruncido, ya que debido al golpe la nariz se le había puesto muy roja.

"¡Casi me rompes la nariz! ¡Mira, está toda roja!"
Dijo HongKi mientras se frotaba la nariz con una mano, y le lanzaba a Hyun una mirada fría. De haber sabido que eso iba a suceder, nunca le hubiera jugado esa broma.

Después suspiró en silencio y pensó: '¡Fue tu culpa, Kikí! ¡Felicidades por lastimarte!'.

Le preocupaba que su bonita nariz se le hubiera enchuecado, ya que siempre había estado muy orgulloso de ella.

"Déjame ver. Parece que está bien. Pero si de verdad se rompió, creo que deberíamos reemplazarlo por un hueso de cerdito allí. ¿Qué te parece?"
Dijo Hyun, esbozando una pequeña sonrisa, mientras le quitaba con cuidado la mano de la nariz y lo revisaba de nuevo.

Afortunadamente ya no estaba de mal humor, pues la visita de HongKi le había alegrado el día. Estaba muy contento de verlo, ya que nadie podía resistir el encanto de un chico tan adorable como él.

"¿Un hueso de cerdito? ¿Estás insinuando que tengo nariz de cerdo? ¿Qué te pasa, Hyun? ¡Estás lastimando mis sentimientos! ¡Mejor me voy a casa!"
Dijo HongKi con los labios fruncidos, después se dio la media vuelta para retirarse.

Sin embargo, Hyun alcanzó a atraparlo del brazo y lo detuvo, mientras le decía con una gran sonrisa: "¡Espera, todavía no hemos terminado! ¿Por qué estuviste tocando la puerta y no entraste?"
Estaba intrigado ya que HongKi era un jovencito muy ocurrente y lleno de ideas interesantes.

Le divertían mucho sus bromas y se preguntaba qué truco se traía entre manos en esa ocasión.

Un verdadero amor 6a parte.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ