Capítulo 74. Vol. 2 - Zhu Yan

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Se estremeció violentamente y pronunció incoherencias: "¿El Gran... Gran Maestro?"

¡El que apareció en este lugar para terminar con todas las cosas en este momento fue en realidad el Gran Maestro de Kongsang!

Este hombre fue el Iluminador del Maestro Shi Ying, y también es el título de Gran Maestro de las Artes Mágicas de Yunhuang hoy, entonces, ¿por qué de repente vino aquí con Chongming? ¿Él... sabía que esto iba a suceder y quería darse prisa para detenerlo, pero después de todo era un paso demasiado tarde?

Al ver a Shi Ying tirado en un charco de sangre, el rostro pálido del Gran Maestro se contrajo levemente y al instante se inclinó para lanzar un hechizo rápido en un intento de redimir al recién caído.

En ese momento, los ojos de Zhu Yan se iluminaron y su corazón muerto dio un vuelco. ¡Sí, el Gran Maestro estaba aquí! ¡Si este anciano pudiera intervenir, podría salvar al Maestro!

 Esperó con la respiración contenida, sintiendo que nunca ha habido un momento más largo en su vida que este

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Esperó con la respiración contenida, sintiendo que nunca ha habido un momento más largo en su vida que este. Sin embargo, después de que pasó más de media hora, el Gran Maestro finalmente soltó su mano consternada.

"Es inútil...", murmuró Da Si Ming, "es demasiado tarde".

En un instante, Zhu Yan fue golpeada por un rayo, la sangre se escurrió de su rostro y sintió un escalofrío en todo el cuerpo; incluso el Gran Maestro dijo que era demasiado tarde, entonces nadie más en este mundo podría salvar al Maestro. !

El anciano levantó los ojos para mirarla y de repente estalló en un rugido: "¡Maldita seas! ¡Fuiste tú quien mató a Shi Ying!"

 El anciano levantó los ojos para mirarla y de repente estalló en un rugido: "¡Maldita seas! ¡Fuiste tú quien mató a Shi Ying!"

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En medio de su rugido, el Gran Maestro levantó la mano y agarró a Zhu Yan por el cuello con un movimiento rápido. ¡En ese instante, enormes garras afiladas se condensaron en el aire y la agarraron como una bestia feroz!

Sin embargo, Zhu Yan solo levantó la cabeza y miró fijamente, sin esquivar y sin sentir miedo.

Justo cuando las garras afiladas se rompieron alrededor de su cabeza, ¡un rayo golpeó de repente!

Solo se escuchó un sonido metálico cuando el rayo golpeó hacia arriba, atravesando las afiladas garras de la nada, rompiéndose en mil pedazos en un instante como una bellota perforando el hielo. En el mismo instante, el cuerpo del Gran Maestro se tambaleó levemente y dio un paso hacia atrás, revelando una expresión extremadamente sorprendida.

The Longest Promise (Mirror: Zhu Yan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora